Fabio Jakobsen demostró la importancia de la colocación y del trabajo del conjunto Deceuninck para lograr el triunfo en Molina de Aragón. El neerlandés, que vuelve a ganar en la Vuelta tras sus dos triunfos en 2019 y después de su fortísima caída el año pasado, fue el más fuerte en un final exigente y en el que mantuvo la compostura cuando parecía que Arnaud Démare podría hacerse con la victoria. El francés sufrió en los metros finales y Jakobsen se endosó la segunda volata de esta edición de la Vuelta y se vistió con el maillot de líder de la clasificación de los puntos.
Una llegada que sobre el papel era propicia para ciclistas de un perfil como Matthews o Aranburu, pero no han tenido la oportunidad de recuperar posiciones en los kilómetros finales y la velocidad de Alpecin, Deceuninck y Groupama han convertido la llegada en un esprint al uso. Tan solo la figura de Magnus Cort Nielsen ha podido asomar como alternativa. Precisamente, esa velocidad y tensión, añadido al estrechamiento, ha provocado que el líder de la carrera, Rein Taaramäe, se ha haya ido al suelo, aunque sin consecuencias. Tanto físicas como clasificatorias, ya que se ha producido dentro de los tres kilómetros de seguridad.
La quinta etapa de La Vuelta a España regresa a una ciudad muy concurrida en la década de los ochenta, los noventa y principios de los dos mil: Albacete. La ciudad manchega acogerá su vigesimosegundo final de etapa de la ronda española. En 2014, la última ocasión que la Vuelta la visitó, la victoria fue para Nacer Bohuanni en un esprint muy igualado frente a Michael Matthews y Peter Sagan.
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De hecho, las llegadas masivas suelen ser la tónica habitual en Albacete. Ciclistas como Sean Kelly (1985 y 1987), Djamolidine Abduzhaparov (1992), Laurent Jalabert (1996), Oscar Freire (2000) o Alessandro Petacchi (2003) han logrado la victoria en las calles albaceteñas. Un terreno propicio para que el viento sea gran protagonista, ya que las enormes rectas sin la protección de los árboles y la escasez de poblaciones provocan que suela tener incidencia en carrera de manera recurrente.
Perfil de la 5ª Etapa
Una quinta jornada completamente llana entre Tarancón, en la provincia de Cuenca, y la ciudad de Albacete. Una etapa que supera por poco los 184 kilómetros en los que predominaran las carreteras solitarias y los campos agrícolas como únicos acompañantes de los ciclistas en su recorrido. Será una jornada marcada en rojo por los favoritos a la clasificación general, ya que los abanicos y los cortes en el pelotón podrían ser el gran atractivo del día.
Las previsiones, por el momento, sitúan la dirección del viento en sentido noreste, lo que significa que a los ciclistas les entrará del costado derecho frontal durante gran parte de la jornada. En La Roda, donde se ubica el esprint intermedio, la carretera hará un giro dirección Barrax. En ese tramo el viento será de cara durante 25 kilómetros a una velocidad prevista de entre 6-7 km/h.
Será el momento en el que llegarán los últimos 31 kilómetros decisivos de la jornada. Después de Barrax, la etapa retoma la dirección original y, de nuevo, el viento de costado será el gran protagonista camino de Albacete. Una recta infinita hasta la capital de provincia y con la velocidad del viento que irá aumentado progresivamente hasta los 12 km/h. Por ahora, las previsiones calman la tensión, aunque dependerá de la intención del pelotón. Si hay algún equipo interesado en provocar cortes tendrá el terreno suficiente para dinamitar la carrera.
Favoritos
Arnaud Démare buscará su primer triunfo en la Vuelta (imagen: Getty Images)
Más allá de las posibilidades de formación de abanicos, la jornada presenta un recorrido más que propicio para que los velocistas vuelvan a demostrar su potencia en una llegada masiva. Los tres grandes nombres a tener en cuenta en este final en Albacete serán Jasper Philipsen (Alpecin-Fenix), Fabio Jakobsen (Deceuninck), ambos con un triunfo hasta el momento, y Arnaud Démare (Groupama-FDJ), que parece recuperado tras su segundo puesto en Molina de Aragón.
El estilo de llegada, con un último kilómetro completamente recto dificulta que ciclistas con un bloque más flojo como Juan Sebastián Molano (Team UAE Emirates), Jordi Meeus (Bora-Hansgrohe) o Jon Aberasturi (Caja Rural-Seguros RGA) puedan abrirse paso en los sólidos trenes de sus rivales, aunque si consiguen aferrarse a uno de ellos podrían salir beneficiados.
El perfil de la etapa no invita a pensar que ciclistas de un perfil un tanto más explosivo puedan tener opciones de victoria. Precisamente, esa circunstancia podría ser propicia para que el Team BikeExchange, por Michael Matthews, y el conjunto Astana-Premier Tech, por Alex Aranburu, fueran los encargados de provocar abanicos en busca de cortar a alguno de los velocistas puros.
Otros ciclistas de segunda línea que podrían tener su oportunidad son Itamar Einhorn (Israel Start-Up Nation), Juanjo Lobato (Euskatel-Euskadi) o Florian Vermeersch (Lotto-Soudal).