La pequeña localidad de Poligny, a la sombra de los Montes Jura, acoge un final de etapa en el Tour de Francia por primera vez. Quizá este lugar no es reconocido por su relación directa con la ronda gala, pero se trata de una de las zonas de mayor producción de uno de los aspectos integrales de la cultura francesa: el queso. En este entorno se madura gran parte del queso Comté, elaborado exclusivamente con la leche de las vacas de raza Montbéliarde y Simmental que abundan en la región. En el ámbito deportivo, esta llegada inédita y el territorio ondulado por el que transcurre la etapa podrían ser testigos de una interesante batalla entre los especialistas en las escapadas para lograr el triunfo parcial.
Hora de salida: 13:15h / Hora prevista de llegada: 17:20h
Recorrido de la 19ª etapa: Moirans-en-Montagne - Poligny (172,8 km)
Al igual que en el desenlace de la 18ª etapa, esta jornada se presenta como una reñida lucha entre los equipos de los velocistas y la fuga, aunque el terreno, la fatiga y la falta de victorias por parte de gran parte del pelotón inclina la balanza hacia estos últimos. Desde la salida en Moirans-en-Montagne, la etapa atraviesa el territorio escarpado en paralelo a los Montes Jura. Durante los primeros 145 kilómetros los ciclistas deberán hacer frente a un constante sube y baja, repleto de pequeños repechos, incluida la Côte du Bois de Lionge (1,9 km al 5,7%). Este punto podría ser el sitio indicado para que la fuga acabe de consolidarse, pues es una jornada en la que será complicado que se marche un grupo con facilidad.
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A falta de 25 kilómetros para la línea de meta se sitúa, previsiblemente, el punto clave del día: la Côte d'Ivory. Esta ascensión de 2,3 km al 5,9%, y un kilómetro completo por encima del 7% debería ser el lugar en el que algún ciclista de la fuga rompa de forma definitiva el grupo y lance su apuesta por conseguir la victoria. El descenso será muy rápido y el tramo final hacia Poligny, aunque algo sinuoso y con toboganes, será la parte más llana de la etapa. El viento podría ser un factor distorsionador si comienza una persecución entre los integrantes de la escapada, o del propio pelotón hacia los fugados. Las previsiones marcan viento lateral frontal, entre 11 km/h y 13 km/h durante la primera parte desde Arbois a Aumont.
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La dirección del viento cambiará por completo en los últimos ocho kilómetros, coincidiendo con una larga recta que conduce a Poligny. En este último tramo el viento será favorable, pero si las diferencias son pequeñas, los grupos, incluido el pelotón, que marchen por detrás tendrán el aliciente de poder ver a sus perseguidores, mientras que la cabeza tendrá la desalentadora imagen de una recta infinita y la sensación de que no se avanza. Los últimos dos kilómetros serán la tortura definitiva con un ligera pendiente, casi inapreciable a simple vista, pero que hará mella en las piernas de los ciclistas. Si no se ha marchado un ciclista en solitario, el que consiga llegar con algo de frescura podría imponerse en un esprint reducido.
Es evidente que los velocistas tienen su oportunidad, pero la fuerza del pelotón ya demostró al final de la 18ª etapa que está muy justa. Quizá esa opción llega filtrándose en la fuga. Sobre el papel, se trata de un terreno para ciclistas potentes, rodadores y versátiles, por lo que corredores como Mads Pedersen (Lidl-Trek), Fred Wright y Matej Mohoric (Bahrain-Victorious), Magnus Cort (EF Education-Easy Post), Rémi Cavagna y Julian Alaphilippe (Soudal-Quick Step), Pascal Eenkhoorn (Lotto-Dstny), que rozó la victoria en Bourg-en-Bresse, Nils Politt (Bora-Hansgrohe), Stefan Küng (Groupama-FDJ), Alex Aranburu (Movistar Team) o el propio Mathieu van der Poel, si Alpecin-Deceuninck dan por perdida definitivamente la opción de volata, podrían ser protagonistas.