La pequeña localidad de Aigle, cercana con la frontera francesa, tiene una estrecha relación con el mundo del ciclismo, pues se trata de la sede principal de la Unión Ciclista Internacional. A pesar de ello, no se trata de un lugar muy concurrido por las competiciones, ni siquiera por las carreras locales como Vuelta a Suiza y Tour de Romandía. Aún así, acogió la salida de la quinta etapa del Giro Sub 23 en 2012, con victoria en Châtel del kazajo Alexey Lutsenko. En este caso, con un doble paso, será el inicio de la primera etapa con verdadero aroma montañoso de esta edición del Tour de Francia.
Recorrido de la 9ª etapa: Aigle - Châtel Les Portes du Soleil (192,9 km)
La novena etapa comienza al pie de los Alpes suizos en Aigle, cerca de donde está situada la línea de meta. Sin embargo, los ciclistas deberán hacer una especie de circuito de 150 kilómetros para regresar de nuevo a Aigle y afrontar la parte final de la jornada en territorio francés. El inicio será llevadero bordeando el lago Léman y dirigiéndose hacia el interior por el esprint intermedio de Semsales. Poco después, la ruta regresa dirección sur y se adentra en un terreno más montañoso que dejará el pequeño encadenado que forman el Col des Mosses (13,3 km al 4,1%) y el Col de la Croix (8,1 km, al 7,6%).
Tras un largo descenso de regreso a Aigle, el recorrido será marcadamente llano a través del valle que forma el río Ródano hasta el pie del Pas de Morgins, en cuya cima se produce el traslado de Suiza a Francia. Se trata de un puerto largo, superior a los 15 kilómetros de longitud, y que durante sus primeros 11 km mantiene una pendiente constante en torno al 6,5% y el 8%. La parte final es más suave con porcentajes que rondan el 5%. Un descenso tendido, sin excesivas complicaciones, conduce a los ciclistas hacia los últimos 5 kilómetros que vuelven a picar para arriba, especialmente a 2km con porcentajes que rondan el 7%.
Favoritos
Uno de los platos fuertes de este Tour de Francia será la segunda semana, por lo que esta primera toma de contacto con los Alpes podría ser una tregua entre los implicados en la clasificación general. Esto, por su parte, implicaría que una fuga de ciclistas con capacidad escaladora sería la indicada para luchar por el triunfo de etapa. Por el momento, las escapadas no están obteniendo grandes resultados, salvo el día de los adoquines, aunque jornadas de este estilo, en las que no hay un final en alto de relativa importancia para los hombres fuertes de la carrera siempre da más margen para los caza etapas.
En este sentido, el abanico de opciones es muy amplio pero encauzado hacia un perfil de corredor que se desenvuelve bien en montaña, especialmente por el último puerto superior a los 15 kilómetros y unos porcentajes constantes por encima del 6%. Esta figura podría encajar con corredores como Ruben Guerreiro (EF Education-Easy Post), Michael Storer y Thibaut Pinot (Groupama-FDJ), Chris Hamilton (Team DSM), Joe Dombrowski (Astana-Qazaqstan), Giulio Ciccone (Trek-Segafredo), o un Ben O’Connor (AG2R Citroën) que buscaría reintegrarse en la batalla por el top 10 tras ceder más de seis minutos en la etapa de los adoquines.
Desde la perspectiva de los ciclistas que no tienen tanto margen de libertad por su labor como gregarios también podrían intentar una aventura en solitario, con el beneplácito del equipo, figuras como la de Carlos Verona (Movistar Team), en un buen estado de forma después de Dauphiné, Marc Soler (UAE Team Emirates), Sepp Kuss (Jumbo Visma) o Lennard Kämna (Bora-Hansgrohe), quien siempre opta por una estrategia más anárquica dentro de la estructura del conjunto alemán.