La última etapa del Tour de Francia femenino promete una carrera explosiva, aunque la lucha por la clasificación general ha quedado en segundo plano tras la exhibición de Annemiek van Vleuten. Aún así, se trata de un bonito desenlace para la edición del regreso de la carrera francesa al calendario femenino. El puerto ha ganado protagonismo en el Tour masculino en la última década con su primera incorporación en 2012. Un lugar predilecto para la incertidumbre, la tensión y la posibilidad de un cambio del liderato en su infernales rampas; sobre grava cerca de la cima. Un fin de fiestas que promete ser más que interesante.
Recorrido de la 8ª etapa: Lure - La Super Planche des Belles Filles (123 km)
El comienzo de la etapa desde Lure, una ciudad construida en torno a una abadía benedictina, en la región de Haute-Saône, será relativamente calmado. Cerca de 50 kilómetros sobre un terreno ligeramente ondulado que debería permitir que se forme la escapada del día camino del esprint intermedio de Faucogney-et-la-Mer y la primera ascensión de la jornada a la Côte d'Esmoulières. Se trata de una cota corta, de 2,3 kilómetros, pero con porcentajes constantes del 8,5%. Tras coronar, la ruta no es ni mucho asequible, pues la carretera continúa en tendencia ascendente durante más de diez kilómetros.
Relacionado – "Este Tour femenino va a inspirar a la próxima generación", Kate Veronneau (Zwift)
Relacionado – Cuando la caravana ciclista del Tour de Francia era cosa de hombres
Un breve descenso conduce a las ciclistas hacia una sección llana atravesando el valle del río Mosela antes de afrontar la subida al Ballon d’Alsace. Un puerto de 8,7 kilómetros y una pendiente media muy regular cercana al 7%. Todavía restarán más de 40 kilómetros sobre un terreno en el que el desgaste puede pasar factura en la subida final, aunque esta ascensión podría ser un buen lugar para lanzar ataques lejanos tratando de dar un vuelco a la clasificación general.
El descenso será largo y bastante técnico en su parte central, con varias curvas de herradura consecutivas, que dejará a las corredoras en una situación de impás hasta Plancher-les-Mines, donde poco después arranca la última prueba de este Tour de Francia: La Super Planche des Belles Filles. Sobre el papel, los datos que arroja el puerto, 7 km al 8,7%, ya son una muestra de la dureza que esconde esta cima de los Vosgos.
Sin embargo, la media esconde una parte final con porcentajes superiores al 20% en algunos puntos y un último sector cercano a los 700 metros sobre grava, lo que añadirá tensión y dificultad en el desenlace del Tour de Francia femenino 2022. Las duras rampas de esta ascensión descubierta hace 10 años serán las encargadas de decidir la ganadora del maillot amarillo.
Segmentos destacados
Côte d'Esmoulières | Ballon d'Alsace |
La Planche des Belles Filles | |
Vídeo destacado de la Planche des Belles Filles:
Favoritas
Tras un inicio algo dubitativo, aunque sabiendo resistir en los momentos complicados, la neerlandesa Annemiek van Vleuten (Movistar Team) volvió a demostrar que es la reina de las jornadas montañosas en el ciclismo femenino. Una cabalgada de más de 65 kilómetros que rompió por completo el pelotón y dejó decidido el maillot amarillo, salvo hecatombe en esta última etapa. Una circunstancia difícil de pensar viendo la potencia de Van Vleuten y siendo conscientes de que se trata de un puerto que se le sienta de maravilla.
Parece improbable pensar en la posibilidad de que alguien pueda, siquiera, acercarse al nivel de la neerlandesa, aunque la naturaleza de la Planche des Belles Filles podría permitir una mayor igualdad en la batalla por el triunfo de etapa. En este sentido, ciclistas como Demi Vollering (Team SD Worx), Kasia Niewiedoma (Canyon-SRAM), Elisa Longo Borghini (Trek-Segafredo), Silvia Persico (Valcar Travel), Cecilie Uttrup Ludwig (FDJ - SUEZ - Futuroscope) o Juliette Labous (Team DSM) intentarán la victoria parcial y luchar por acceder al último escalón del podio.