La llegada a Mende es uno de esos rincones del Tour de Francia de los que el ciclismo español guarda buenos recuerdos. En las cinco visitas que ha hecho la ronda gala a esta ciudad y su muro final, tres victorias han sido españolas: Marcos Serrano en 2005, Joaquim Rodríguez en 2010, en un final apretado ante Alberto Contador, y Omar Fraile en 2018, que se trata del último triunfo nacional en la carrera francesa. Sin embargo, la Côte de la Croix Neuve es conocida con el sobrenombre de Montée Jalabert, después del impacto popular que supuso la victoria del ciclista francés en 1995, el año que se estrenó esta durísima ascensión.
Recorrido de la 14ª etapa: Saint-Étienne - Mende (192,5 km)
El Macizo Central siempre deja jornadas interesantes en el Tour de Francia. A pesar de no contar con grandes subidas, el constante terreno rompepiernas es de una exigencia muy elevada. Esta decimocuarta etapa, de 193 kilómetros, transcurre en plena cordillera central francesa, acumulando cerca de 2.500 metros de desnivel positivo en un recorrido carente de tramos llanos desde la salida en Saint-Étienne.
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El inicio del día estará repleto de pequeños repechos a partir de la Côte de Saint-Just-Malmont y, tras una sección más cómoda una vez superado el esprint intermedio, los 100 kilómetros restantes vuelven a ser duros con zonas que mantienen la tendencia ascendente durante un largo periodo de tiempo, como la subida hacia Le Bouchet-Saint-Nicholas. Tras coronar la Côte de la Fage (4,2 km al 6%), un largo descenso conducirá a los ciclistas hacia Mende, donde se encuentra el muro final.
La Côte de la Croix Neuve es la gran protagonista de la etapa. Una ascensión de 3 kilómetros de longitud con una media superior al 10%. El público se agolpa en las cuentas mientras los ciclistas se retuercen en sus durísimas rampas, que en su zona central llegan a acumular más de 500 m por encima del 15%. Históricamente, es el punto decisivo de la jornada, ya que supone una auténtica pared y el tiempo parece detenerse. Se corona a falta de 1,7 kilómetros y un pequeño descenso rápido culmina en recta de meta situada en la pista del Aeródromo de Mende-Brenoux.
Favoritos
El primer escenario que se vislumbra echando un vistazo al perfil de la etapa es la opción real de que una fuga acabe triunfando en Mende. Tradicionalmente, es lo que suele ocurrir con un recorrido tan exigente como preludio del desenlace final. Se presume como una jornada en la que será complicado que se forme el grupo bueno durante los primeros kilómetros, porque el inconformismo reinará en el pelotón. Será un inicio muy disputado hasta que consigan el beneplácito de la mayoría para hacer camino.
El abanico es muy amplio. Muchos ciclistas podrían optar al triunfo, aunque no todos tendrán la capacidad de superar con éxito la última cota. A estas alturas de carrera, además, comienzan a aparecer los sospechosos habituales filtrándose en las escapadas, por lo que ciclistas como Mattia Cataneo (Quick Step-Alpha Vinyl), Ion Izagirre (Cofidis), el que se le puede adecuar bien el final, Neilson Powless (EF Education-Easy Post), Fred Wright (Baharin-Victorious) o Quin Simmons (Trek-Segafredo).
La última semana se acerca y muchos equipo todavía no han conseguido brillar del todo, como es el caso del conjunto Bora-Hansgrohe. Rozaron la victoria en la Planche des Belles Filles y el maillot amarillo en Megève, pero en una jornada de estas características podrçian buyscar el ansiado triunfo de etapa con ciclistas como Maximilian Schachmann, que no acaba de rendir al máximo nivel en las grandes vueltas, Nils Politt, que necesiatría algo de margen en el puerto final, o el incombustible Lennard Kämna.