El olfato, el atrevimiento y las fuerzas han sido tres elementos clave en esta edición del Tour de Francia para decidir las etapas entre la fuga. Patrick Konrad, Bauke Mollema, Nils Politt... y, de nuevo, Matej Mohorič, que ha vuelto a reunir esas tres cualidades camino de Libourne, donde ha cosechado su segundo triunfo parcial en esta ronda gala.
“Me estaba muriendo sobre la bici, ya no podía ni mover vatios. Pero tenía que darlo todo. Si reventaba y me tenía que quedar sentado en la cuneta, pues daba igual, al menos lo había intentado”, explicada el esloveno en la línea de meta. Y es que ha sido una jornada en la que ha marchado fugado desde salida, como en su victoria en la maratoniana séptima etapa en Le Creusot. Una escapada que se ha convertido en una guerra de trincheras en la que los implicados en ella lanzaban ofensivas sin éxito.
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En medio de ese fuego cruzado, la sutileza de Mohorič para marcharse ha sido pasmosa. Casi sin hacer ruido, pero acertando de lleno. A falta de 25 kilómetros el esloveno ha arrancado el motor tras un duro ataque de un sospechoso habitual como Nils Politt. Era un terreno complicado, repleto de toboganes y pequeños repechos, pero sin la dureza suficiente para seleccionar el grupo. La interpretación de la jugada por parte del ciclista de Bahrain-Victorious ha sido inmaculada: si consigo abrir un pequeño hueco se vigilarán.
Finalmente, así ha sido. Tras un primer indicio en el que parecía que había acuerdo para relevar, pronto se ha desvanecido. Las dudas han comenzado a aparecer y la diferencia era cada vez mayor, cosa que Matej Mohorič que ha aprovechado para, de nuevo, volver a levantar los brazos en la linea de meta. Esta victoria llega un día después de que el hotel y los vehículos del Bahrain-Victorious hubieran sido protagonistas de un registro por parte de la gendarmería francesa.
Simon Clarke, Julien Bernanrd y Mohorič, integrantes de la fuga inicial de la 19ª etapa / Fotografía: A.S.O. - Pauline Ballet
Una decimonovena etapa alocada, con tónicas cambiantes a lo largo de sus más de 200kilómetros. Arrancaba con una caída sin aparentes consecuencias físicas para los implicados, pero que sí que ha generado algo de polémica. El líder, Tadej Pogačar, ha frenado el intento de Michal Kwiatkowski y Toms Skujinš de entrar en la fuga cuando la carrera ya marchaba completamente lanzada. Eso ha apaciguado el ánimo en una jornada que, en teoría, debía ser muy disputada.
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Esa situación establecida en carrera viraba la atención hacia Mark Cavendish, que podría lograr el triunfo número 35 en el Tour de Francia ante la atenta mirada del propio Eddy Merckx. En la salida se producía un peculiar encuentro entre ambos, ya que el belga ha sido un espectador de lujo de la carrera en el día de hoy:
🤩 From one legend to another. Respect!
— Tour de France™ (@LeTour) July 16, 2021
🤩 D'une légende à une autre ! Respect !#TDF2021 pic.twitter.com/Jeuj13ZAmH
Tras la situación de impás inicial, la jornada ha vuelto a retomar un ritmo vivo de competición y los contraataques tratando de evitar el esprint han provocado un corte numeroso en el que un primer momento se había filtrado Alejandro Valverde, Iván García Cortina y Jorge Arcas. Finalmente, los tres ciclistas de Movistar Team no han aprovechado su superioridad numérica y han acabado cediendo terreno y reincorporándose a un pelotón que se ha dejado más de veinte minutos en la línea de meta. Así, la decimonovena etapa ha sido un viaje sosegado por la región de la Nueva Aquitania pensando en el último esfuerzo real de este Tour de Francia: la contrarreloj en Saint-Émilion.
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