Los monumentos han llegado.
Este sábado 20 de marzo disfrutaremos del primero de cinco monumentos del ciclismo, la Milán-San Remo. La Classicissima —con 111 ediciones— es una carrera histórica, en la que Eddy Merckx ostenta el récord de victorias de todos los tiempos, con la asombrosa cifra de siete. La carrera es, además, famosa por su longitud: 300 km que la convierten en una de las jornadas más largas de toda la temporada para los ciclistas.
La edición de 2020 fue ganada por Wout Van Aert, que se adjudicó el primer monumento de su carrera al derrotar a Julian Alaphilippe en el sprint final. El dúo se alejó del pelotón en el Poggio y pudo mantener su ventaja hasta la meta.
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El recorrido ha sido modificado este año debido a un desprendimiento en el Passo del Turchino, por lo que el pelotón se enfrentará al Colle di Giovo a primera hora del día. No obstante, se mantiene el final de infarto. La Cipressa (5,5 km al 4,1%) es el primer obstáculo a tener en cuenta, que llega en el kilómetro 277. Sin duda, el ritmo se intensificará aquí, ya que los equipos ofensivos intentarán poner a los velocistas contra las cuerdas.
El infame Poggio
Tras un descenso y un breve tramo llano, llega el famoso Poggio (3,5 km al 3,8%) en el kilómetro 293. Por sí solo no es el más extenuante de los ascensos, pero con 290 km en las piernas y con los corredores desesperados por escapar de las garras de los sprinters, este ascenso es todo un reto.
Perfil de la Milán-San Remo 2021 (via La Flamme Rouge)
El final de la Milán-San Remo ha sido diseñado a consciencia: ofrece tanto a los velocistas como a los atacantes una oportunidad de ganar casi en la misma medida. Últimamente, han sido los ciclistas valientes los que han salido victoriosos: Arnaud Démare fue el último velocista puro en ganar, cruzando la línea de meta en primer lugar en 2016.
El francés vuelve a ser uno de los favoritos a llevarse la victoria en la 112ª edición de la Milán-San Remo. Démare demostró que todavía tiene la capacidad de resistir en pequeñas muros cuando se adjudicó la séptima etapa del Giro de Italia del año pasado en Matera.
Peter Sagan volverá a ser de la partida en Italia este año. El eslovaco parece adaptarse al terreno de Italia sin problemas, pero nunca ha conseguido llegar a la cima a pesar de haber terminado seis veces entre los cinco primeros, rozando la victoria en 2017 con aquella maravillosa imagen de Sagan, Kwiatkowski —el ganador— y Alaphilippe en un apretadísimo final. Como siempre, estará entre los principales favoritos, a pesar de que su temporada ha sufrido un ligero revés tras contraer COVID-19 en una concentración en Tenerife.
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Las volatas con sello italiano estarán bien cubiertas con Giacomo Nizzolo y Davide Ballerini, que han comenzado 2021 ganando en la Clásica de Almería y la Omloop Het Nieuwsblad respectivamente. Ambos corredores han demostrado que pueden resistir en las subidas y están claramente en gran forma este año. Al correr en casa, no hay que descartar a ninguno de los dos corredores.
Caleb Ewan, Sam Bennett y Pascal Ackermann completan la nómina de velocistas puros que deberían hacerlo bien si están en el grupo delantero para el final. El gran interrogante que generan es si serán capaces de resistir los ataques en el Poggio.
Como cada temporada, Julian Alaphilippe hará todo lo posible para causar estragos a los hombres rápidos y a todos los demás en la carrera. Es inevitable que el campeón del mundo ataque en el Poggio y haga todo lo posible por llegar a la meta en solitario o en un grupo reducido.
Las bazas españolas las cubren Álex Aranburu, del conjunto Astana, e Iván García Cortina, del Movistar Team. Ambos ciclistas son de similares características, capaces de superar pequeñas cotas y con una gran potencia de cara a un posible sprint. Unas cualidades esenciales para realizar un buen papel en un monumento de la talla de la Milán-San Remo.
Aunque los resultados no han acompañado en este inicio de temporada, lo cierto es que las sensaciones mostradas por Aranburu en Omloop y Tirreno dejan mejor sabor de boca de cara a la Classicissima. A pesar de ello, esta Milán-San Remo es uno de los objetivos principales de Cortina en 2021, por lo que el ciclista asturiano también será uno de los nombres a tener en cuenta.
En el equipo BikeExchange, Michael Matthews será el protagonista en Italia. El australiano se adapta bien al recorrido de la Milán-San Remo, ya que posee un gran sprint y también es fuerte en las cotas explosivas. Por ello, ha subido al podio en dos ocasiones en la ‘Classicissima’. La última, la temporada pasada, cuando fue el primero del pelotón que perseguía a Van Aert y Alaphilippe.
Mathieu van der Poel ha demostrado en Strade Bianche y Tirreno-Adriático que está preparado para mejorar el puesto que logró en San Remo la temporada pasada (13º). El holandés llegará a la carrera como uno de los grandes favoritos, sin lugar a dudas, y la subida del Poggio debería beneficiarle. Si puede abrirse paso en un grupo de élite, su sprint podría ayudarle a ganar el segundo monumento de su carrera tras ganar el Tour de Flandes de 2020.
Los favoritos: Peter Sagan, Wout Van Aert, Michael Matthews, Mathieu van der Poel, Julian Alaphilippe
Los outsiders: Davide Ballerini, Giacomo Nizzolo, Matej Mohorič, Arnaud Démare e Ivan García Cortina
Fotografía de cabecera: Alex Broadway/ASO/SWpix