Sepp, Primož y Jonas. Kuss, Roglič y Vingegaard. El orden de los factores no altera el producto, aunque comienza a despejarse la jerarquía dentro del Jumbo-Visma. La Vuelta 2023 se ha convertido en el coto particular de estos tres ciclistas, acompañados del bloque infranqueable que forma todo el equipo neerlandés. Cada pieza cumple su función y lo hace como un engranaje perfecto. A 2.115 metros de altitud, junto a la enorme estatua en homenaje a Octave Lapize que corona el Col du Tourmalet, el triunvirato de Jumbo celebraba su exhibición en el coloso pirenaico. Vingegaard consiguió la victoria, Kuss consolidó su liderato y Roglič salió vivo en un día en el que pareció sufrir por momentos.
El triplete en la etapa ahora tiene su reflejo también en la clasificación general. Un podio final copado por maillots del Jumbo-Visma ya no es una quimera, sino que cada vez está más cerca de ser una realidad. Tras una jornada visiblemente activo, secando en primera persona incluso los movimientos de Mikel Landa en el Col de Spandelles, Vingegaard se ha movido a falta de 8 kilómetros para la línea de meta. El danés desprendía esa ambición por estampar su nombre en una de las cimas de mayor prestigio ciclista. Además, lo hacía con una motivación especial: “No podía elegir un día mejor. Hoy es el cumpleaños de mi hija y tenía muchas ganas de ganar por ella. Estoy muy orgulloso y contento, esto es por Frida”, comentaba Vingegaard mientras entrecortaba su discurso por la emoción.
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Quizá le ha resultado familiar adentrarse en territorio francés y rememorar su batalla con Pogačar en el Tourmalet, aunque en aquella ocasión por la vertiente de La Mongie. La calidad y la clase del danés hoy han estado por encima de su estado de forma. No está súper, eso es evidente, pero lo suficiente como para estrenar su palmarés en La Vuelta con un triunfo en la etapa reina (aunque tenga 135 km) y colocarse tercero en la general. 30” más tarde llegó el americano Kuss y 33” después lo hizo un Roglič que aprovechó su característico rush final para superar a Juan Ayuso y Cian Uijtdebroeks (a 38’’), “El joven del Bora”, según Enric Mas (sexto a 40”). Jumbo ha sabido exprimir la ventaja táctica en una jornada incontrolable que dejó fuera de juego a João Almeida en Spandelles; Marc Soler y Alexander Vlasov en el Tourmalet; y a Remco Evenepoel demasiado pronto.
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El ciclista del Soudal-Quick Step daba la sorpresa cuando comenzaba a ceder terreno en el Col d’Aubisque. El belga acabó perdiendo más de 27’ en la cima del Tourmalet, diciendo adiós a cualquier opción de revalidar el título. “Un mal día. Tenía el depósito vacío”, reconoció sin excusas. La partida tomó entonces un rumbo diferente. En el ascenso al Tourmalet no hubo niebla, ni chubascos, sino más bien un denso zumbido de abejas que noqueó a los rivales. “Hay que reconocer que es difícil afrontar su superioridad numérica”, trataba de explicar Mas. De una opinión parecida era Juan Ayuso. "Es frustrante", añadía el de UAE.