La región del Valle d’Aosta, de gran tradición ciclista, es la encargada de acoger la primera etapa alpina de este Giro d’Italia, que será a su vez el final de la segunda semana y la antesala de una parte final de carrera plagada de etapas montañosas. Y lo hará con final en el pequeño municipio de Cogne, situado a faldas del macizo del Gran Paradiso, el Parque Nacional más antiguo de Italia. Se trata de una llegada inédita en la corsa rosa, aunque ya formó parte en 2021 de una de las grandes carreras del calendario sub 23: el Giro Ciclistico del Valle d’Aosta.
Recorrido de la 15ª etapa: Rivarolo Canavese - Cogne (178 km)
La segunda semana concluye con una jornada inmersa en plenos Alpes occidentales, rozando los 4.000 m de desnivel. La etapa cuenta con tres ascensiones y, aunque acaba con un final en alto, los puertos precedentes, la estación de esquí de Pila-Les Fleurs (12,3 km al 6,9%) y Verrogne (13,8 km al 7,1%), serán más exigentes que el último camino de Cogne, cerca del Valle d’Aosta. El descenso del penúltimo puerto es complejo y técnico, con zonas de curvas de herradura encadenadas y carretera, en su gran mayoría, estrecha.
Esta bajada conducirá a los ciclistas de forma directa hacia la subida a Cogne. La ascensión presenta más de 22 kilómetros, pero su dureza se acumula en la parte inicial, con rampas que se mantienen en torno al 7,5% y en algún punto llegan a superar el 9%. Sin embargo, los últimos 9 kilómetros son un falso llano con una pendiente suave, en algún momento irregular, que oscila entre el 3% y el 4%. Además, se trata de una carretera relativamente amplia, que transcurre en paralelo al torrente Grand Eyvia, en la que parece sencillo ir a rueda. Si alguien quiere hacer diferencias, una circunstancia que se antoja complicada, deberá atacar desde lejos.
Favoritos
Teniendo en cuenta la actitud mostrada hasta ahora por los implicados en la general, parece que la decimoquinta jornada será un día en la que la fuga podría tener la enésima oportunidad de brillar. Se acumulan cerca de 4.000 metros de desnivel positivo, pero el puerto final no es lo suficientemente importante para pensar en una batalla entre los favoritos a la maglia rosa. Esa situación permite proyectar un escenario en el que ciclistas con libertad, potentes y que se defiendan en terreno montañoso busquen la victoria.
El conjunto Trek-Segafredo despertó del sueño rosa después de que Juanpe López perdiera el liderato tras la dura jornada de Turín. Es por ello que sus ciclistas podrían tener más libertad para tratar de sumar un triunfo de etapa. El neerlandés Bauke Mollema ya ha demostrado que sigue volando libre con su faceta para infiltrarse en las fugas y quiere lograr su primera victoria en el Giro. Ttambién puede ser una buena oportunidad para el italiano Giulio Ciccone.
Aunque estos nombres, sobre el papel, podrían destacar por encima de otros, lo cierto es que en el arte de la escapada y en jornadas tan abiertas la incertidumbre se apodera del ambiente. Saber moverse en el momento oportuno, no estar constantemente vigilado, exprimir todo tu potencial y que el cuerpo responda a tus exigencias… son muchos los factores que influyen en su desarrollo,
Por eso, ciclistas como Lucas Hamilton (Team BikeExchange), un gran escalador, Lennard Kämna (Bora-Hansgrohe), ganador en el Etna, Wout Poels (Bahrain-Victorious), Diego Rosa (EOLO-Kometa), defensor de la maglia azurra, Nans Peters (AG2R-Citröen) o Joe Dombrowski (Astana-Qazaqstan) podrían incluirse en la terna de favoritos a la victoria. Una vez dado el banderazo de salida, la carretera pone a cada uno en su lugar.
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