Los ecos del Tour de Francia comienzan a resonar tras un mes de mayo tintado con el color rosa del Giro d’Italia. Una de las carreras que tradicionalmente durante este siglo marcan el trasvase entre la corsa rosa y la ronda francesa es el Critérium du Dauphiné. Este 2023, la prueba disputada al suroeste de Francia, entre el Macizo Central, el Jura y los Alpes, celebra su 75ª edición entre el domingo 4 y el domingo 11 de junio. Ocho etapas que para muchos ciclistas supone el primer test para medir sus fuerzas de cara al inicio del Tour.
Al igual que muchas de las carreras ciclistas del calendario, el Critérium du Dauphiné fue creado en 1947 por un periódico, Le Dauphiné Libéré. Este rotativo francés dio nombre a la prueba hasta que en el año 2010 se incorporó al amplio catálogo de eventos organizados por A.S.O.. Desde su primera edición, en la que se impuso el primer polaco en participar en un Tour de Francia, Édouard Klabinski, tan solo en los años 1967 y 1968 no se ha disputado. Su relevancia histórica posiciona a esta carrera como una de las más prestigiosas y cinco ciclistas ocupan el escalón más alto de su palmarés con tres victorias: Nello Lauredi (1950, 1951 y 1954), Luis Ocaña (1970, 1971 y 1973), Bernard Hinault (1977, 1979 y 1981), Charly Mollet (1987, 1989 y 1992) y Chris Froome (2013, 2015 y 2016).
Este 2023, el defensor del título Primož Roglič no estará en la línea de salida tras cosechar su primera victoria en el Giro d’Italia. Sin embargo, su compañero, y actual ganador del Tour de Francia, Jonas Vingegaard apunta a ser el principal candidato para mantener el cetro de Dauphiné en las filas del conjunto Jumbo-Visma. El danés buscará una actuación contundente ante una parte de sus rivales en la ronda francesa para llegar con confianza el próximo 1 de julio al inicio del Tour en Bilbao.
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Junto a Vingegaard, otros ciclistas como Enric Mas (Movistar Team), Mikel Landa (Bahrain-Victorious), David Gaudu (Groupama-FDJ), Richard Carapaz (EF Education-Easy Post), Ben O’Connor (AG2R-Citröen), Jai Hindley (Bora-Hansgrohe), Adam Yates (UAE Team Emirates), Carlos Rodríguez, o el propio Egan Bernal (Ineos-Grenadiers) irán apurando su estado de forma y, por qué no, luchar por el triunfo.
Recorrido Critérium du Dauphiné 2023
El recorrido del Critérium du Dauphiné a través de la región de Auvergne-Rhône-Alpes es marcadamente montañoso. En sus poco más de 1.212 kilómetros, divididos en ocho etapas, se superan los 21.500 metros de desnivel positivo. En total, los ciclistas deberán superar ocho cotas de cuarta categoría, seis de tercera, siete puertos de segunda, tres de primera y otros tres catalogados como Hors Catégorie. Un test completo pensando en el Tour de Francia y que también cuenta con 31 kilómetros de lucha contra el crono.
Etapa 1 | Chambon-sur-Lac - Chambon-sur-Lac | 158 km (04/06)
En el corazón de la región de Auvernia, en un paisaje marcado por las antiguas erupciones volcánicas de la zona, arranca el Critérium du Dauphiné 2023. La primera jornada, marcada por el terreno quebrado propio del Macizo Central, tendrá dos partes diferenciadas. Por un lado, los primeros 90 kilómetros transcurrirán a través de un recorrido circular alrededor de Chambon-sur-Lac, que acogerá la salida y la meta de la etapa inaugural. En esa primera fase se superarán una sucesión de pequeñas cotas, algunas de ellas categorizadas, como la Côte de Mont-Dore y la Côte de Stèle, y otras que irán aumentando paulatinamente los metros de desnivel acumulado.
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Los últimos 70 kilómetros se desarrollan en un circuito de 23 km en el que los ciclistas deberán completar un total de tres vueltas. En cada una de ellas se subirá la Côte du Rocher de l’Aigle (1 km al 7,3%), que estará precedida por un terreno en constante ascenso durante cerca de siete kilómetros a una media que ronda el 5%. La fuga tendrá una buena oportunidad de luchar por el triunfo de etapa y, sobre todo, por enfundarse el primer maillot de líder. Se trata de una jornada similar a la etapa que abrió la edición de 2021, en la que Brent van Moer consiguió sorprender al pelotón.
Etapa 2 | Brassac-les-Mines - La Chaise-Dieu | 167,5 km (05/06)
La segunda etapa no abandona el escarpado terreno del Macizo Central y mantiene el espíritu al estilo clásica que permite pensar en un desenlace abierto. En total, se superan hasta cuatro cotas puntuables y, al igual que la jornada previa, la etapa culminará con un circuito final alrededor de La Chaise-Dieu. La Côte de Guêtes (1 km al 8%) tendrá un papel relevante en el tramo decisivo, especialmente en la última vuelta.
Esta corta pero explosiva ascensión, con máximas que llegan hasta el 10%, se subirá por segunda ocasión a falta de 10 km para el final y podría generar algún ataque en busca de la victoria. El último kilómetro presenta una tendencia ascendente en torno al 5%, por lo que se prevé una llegada con un amplio abanico de opciones entre velocistas, ciclistas explosivos y hasta la posibilidad de que se pueda filtrar alguno de los favoritos a la general.
Etapa 3 | Monistrol-sur-Loire - Le Coteau | 194,1 km (06/06)
Los esprinters puros no se suelen prodigar en un recorrido tan montañoso como el de Dauphiné, por lo que las jornadas más “suaves” las protagonizan velocistas versátiles. Esta tercera jornada será la más larga de la 75ª edición de la carrera francesa y, previsiblemente, la única oportunidad para los corredores más rápidos del pelotón. Tras un inicio algo escarpado que se inicia con la Côte de Bellevue-la-Montagne, la segunda parte de la etapa será más llevadera a través del valle del río Loira. Aunque la organización ha incluido una pequeña trampa en forma de puerto a falta de 20 kilómetros que podría alterar la dinámica del pelotón, parece complicado que la etapa no se resuelva con un esprint masivo.
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Etapa 4 | CRI Cours - Belmont-de-la-Lore | 31,1 km (07/06)
Igual que ocurrió en 2022, la cuarta jornada será una contrarreloj. En aquella ocasión, en la que se impuso Filippo Ganna, el recorrido fue más asequible y, sobre todo, mucho más llano que en esta edición. El calentamiento en el rodillo deberá ser intenso, pues nada más comenzar los ciclistas harán frente a 2,2 km con porcentajes cercanos al 5% hasta la cima del Col de la Croix Couverte. Desde ese punto arranca un tendido y largo descenso a través de una carretera que permitirá rodar hasta el primer punto intermedio. Los últimos 10 kilómetros presentan una tendencia ascendente que se agudizarán a falta de cinco para la línea de meta. Sin duda, un terreno en el que se podrán marcar diferencias.
Etapa 5 | Cormoranes-sur-Saône - Salins-les-Bains | 191,1 km (08/06)
La quinta jornada se adentra en el Macizo del Jura con una etapa de media montaña en la que la fuga podría ser protagonista. Los primeros 92 kilómetros transcurren por un terreno tranquilo a través del valle del río Saona. Será a falta de poco menos de 100 kilómetros cuando la naturaleza de la etapa cambie tras la Côte de Chatêau-Salon. A partir de ese punto se inicia un terreno sinuoso que conduce a los ciclistas hacia el entorno montañoso de Salins-les-Bains. Después de un primer paso por línea de meta los ciclistas subirán la Côte d’Ivory y, a falta de 15 km, la exigente Côte de Thésy (3,6 km al 8,8%). Será el último trampolín para intentar algún movimiento antes de un rápido descenso.
Etapa 6 | Nantua - Crest-Voland | 170,2 km (09/06)
La alta montaña comienza su andadura decisiva en Dauphiné con una primera toma de contacto con los Alpes en la zona fronteriza con la ciudad suiza de Ginebra. Aunque los 124 kilómetros iniciales transcurren por un sinuoso terreno prealpino, incluyendo el ascenso a la Côte de Droisy, la dureza de esta sexta etapa con más de 3.000 metros de desnivel se concentra en la parte final. Será a partir de Saint-Pierre-en-Faucigny cuando la carretera tome una tendencia ascendente hasta Saint-Jean-de-Sixt, donde poco después comienza el Col des Aravis. Se trata de un puerto tendido, sin porcentajes muy elevados salvo un tramo inicial al 9%.
El descenso será relativamente largo, superior a los 12 kilómetros, y con alguna zona técnica en sus primeros compases. Conecta de manera directa con el último encadenado del día, aunque podría considerarse como un único puerto. Los primeros 3,2 kilómetros corresponden a la Côte de Notre-Dame-de-Bellecombe, en la que hay rampas por encima del 11,5%. Una ligera bajada inferior a los 2 km conduce hasta la corta ascensión hacia la estación de esquí de Crest-Voland, con una media del 6,6% y máximas de hasta el 13%. Con la mirada puesta en la séptima jornada, parece probable que entre los favoritos la etapa se resuelva con algún movimiento cercano a la línea de meta.
Etapa 7 | Porte-de-Savoie - Col de la Croix de Fer | 147,9 km (10/06)
La jornada reina de esta Dauphiné 2023. Una etapa con aroma a Tour de Francia en la que se ascienden tres colosos alpinos como el Col de la Madeleine, el Col du Mollard y el Col de la Croix de Fer. Quizá el primero de ellos, con más de 25 kilómetros de subida, ha quedado un tanto solitario en el recorrido, aunque servirá para acumular un desgaste enorme con tramos constantes por encima del 8%-9%. Tras un largo descenso con 1.500 metros de desnivel negativo los ciclistas entran en un periodo de transición a través del valle de la Maurienne camino del inicio del Col du Mollard.
El inicio de este puerto cercano a los 20 kilómetros es un bello encadenado de incesantes curvas de herradura —hasta un total de 36 en los primeros 10 km— inmersas en pleno bosque. Este tramo equivale al Col de la Confrérie y coincide con la parte más exigente de la subida, acumulando rampas siempre por encima del 7%. La parte final es más suave, aunque el último kilómetro regresa a los porcentajes anteriores. No habrá mucho tiempo para recuperar, pues tras un breve descenso arranca de forma inmediata la Croix de Fer. Los últimos 6 kilómetros hasta superar los 2.000 metros de altitud serán los más duros sobre una carretera rugosa y porcentajes del 8%. Será la jornada clave para la lucha por la clasificación general.
Etapa 8 | Le-Pont-de-Claix - La Bastille — Grenoble Alpes Métropole | 152,8 km (11/06)
La etapa definitiva cuenta con los ingredientes necesarios para convertirse en una jornada con la capacidad para darle un vuelco a la general. La organización ha apostado por un recorrido en el que el ‘tappone’ alpino no bloquee la carrera y permita movimientos valientes. El perfil, que se dibuja en las montañas situadas a ambos lados del valle del río Isère, puede guardar cierto paralelismo a la habitual última jornada de la París-Niza. En la primera parte se afrontan los ascensos a la Côte de Pinet y al Col de Mouilles que servirán para conformar la fuga en la que comenzar a intuir posibles estrategias entre los equipos.
El paso por el valle ejercerá de transición hacia unos últimos 60 kilómetros plagados de desnivel positivo. El Col du Garnier, con una media del 8,6% y varios kilómetros por encima del 11%, será el encargado de abrir el triple encadenado final. Quizá será el lugar indicado para endurecer la carrera, atacar en el Col du Cucheron, con 2 km finales superiores al 9%, y abrir la diferencia en un tendido Col du Porte en el que se mantienen porcentajes cercanos al 7%. El descenso hacia Grenoble será muy rápido en una carretera relativamente amplia entre la arboleda camino del obstáculo final en forma de muro. El Fuerte de la Bastilla de Grenoble encumbrará al ganador de Dauphiné 2023 tras 1,8 kilómetros durísimos, estrechos y con rampas de hasta el 17%.
Imagen de cabecera: A.S.O