1. Como un ciclista del Tour en el Portilhon
Si bien la BTT sea seguramente la joya de la corona del cicloturismo aranés, la práctica de la bicicleta sobre asfalto también tiene su espacio en Val d’Aran. El territorio de alta montaña que caracteriza el valle lo convierte en un gran emplazamiento para descubrir puertos de montaña, que por su cercanía con Francia se pueden conectar con facilidad con el resto de grandes conocidos de los Pirineos Atlánticos.
Sea cual sea la elección, cada uno de ellos permite descubrir diferentes aspectos del valle. Aunque seguramente, el más conocido de todos sea el ascenso al Portilhon, protagonista absoluto de esta ruta de 16,4 km.
Su subida desde Bossòst es uno de los ocho puertos de la Val d’Aran que se encuentran perfectamente señalizados, a lo largo de sus 8,2 kilómetros con un 7% de desnivel medio, que nos llevarán hasta los 1.292 metros de altitud. Un ascenso por el Espacio Natural Protegido d’Eth Portilhon, una zona de grandes bosques de abetos y prados en la que también se practica el senderismo, el esquí nórdico, la BTT y la hípica.
La Val d'Aran ofrece grandes prestaciones para los que busquen disfrutar de puertos de alta montaña como Eth Portilhon (Foto: @Pedalier)
Al ser un paso transfronterero entre los estados español y francés, se trata de un puerto bien conocido en los Pirineos. No es de extrañar que se haya superado en una veintena de ocasiones en el Tour de Francia, tanto desde Bossòst como en su otra vertiente francesa, desde Bagnères-de-Luchon. En la última ocasión, en el Tour de Francia de 2014, la protagonista fue la vertiente aranesa, con Joaquim Purito Rodríguez coronando en cabeza.
2. Conociendo el valle por carretera desde Vielha
La segunda propuesta es ya una ruta físicamente más exigente, pero de un gran interés turístico: un recorrido circular de casi 50 km de largo y más de 1000 m de desnivel positivo acumulado con salida desde Vielha que se puede realizar en cualquier sentido. Nos permite descubrir algunos de los pueblos más antiguos , muchos deshabitados, del Arán con unos paisajes espectaculares. La vegetación que nos encontraremos es muy variada, con avellanos, cerezos, bosques de abetos, hayales y robledales.
Si lo recorremos en el sentido de las agujas del reloj, saliendo de la capital de la Val d’Aran pasamos por Gausac y cruzamos el pueblo —un bonito casco antiguo de calles entrelazadas cuesta arriba con bonitas casas de piedra, que supone uno de los mejores ejemplares de arquitectura gótica aranesa— para tomar la pista que atraviesa el bosque de Varicauva para llegar a la carretera de la Artiga de Lin.
Paisajes espectaculares y patrimonio se unen en esta ruta circular de 50 km (Foto: Pedalier)
De allí bajamos a Es Bordès, pueblo situado en la confluencia del río Garona y el Joeu, y por la carretera principal llegamos a Bossòst, donde haremos un cambio de sentido por la pista de Arres. Después daremos la vuelta por la solana a través de Vilamòs, Arròs y en Aubèrt tomamos la carretera principal otra vez para llegar a Vielha.
En esta ruta destacan las buenas vistas que tendremos durante todo el recorrido, como el paso por el espectacular Bosc de Varicauba, así como sobre el macizo de la Maladeta y el Aneto. También se visitan los núcleos urbanos de algunos de los pueblos con más encanto de la Val d’Aran, con sus casas y cuadras rústicas, sus tejados de pizarra y las típicas ventanas “lucanas”, fuente y lavadores... Lo que convierte esta ruta en una gran opción para explorar el patrimonio aranés.
3. El Coret de Prüedo con BTT, un reto de alta montaña al alcance
La Val d’Aran propone más de 600 km marcados de rutas homologadas y accesibles a todos los niveles, tanto para aquellos que quieran disfrutar de un contacto directo con la naturaleza a modo de paseo, como para los más exigentes, amantes de itinerarios técnicos, largos descensos y grandes desniveles.
La subida al Coret de Prüedo es ideal para gozar de la mountain bike en un entorno privilegiado (Foto: @valdaranphotos)
Esta tercera propuesta es una de las grandes vueltas de bici de montaña del Aran, tanto para hacer en bici “muscular” como con la ayuda de una e-bike, en la que afrontaremos la subida al Coret de Prüedo saliendo desde Arties. Un total de 36 kilómetros con 1.076 metros de desnivel positivo que nos permiten descubrir el terreno de montaña aranés.
La ascensión puede hacerse en ambos sentidos, pero saliendo de Arties lo más lógico es subir por Valarties hacia el Pònt de Ressèc, para seguir arriba por Loseron y coronar el Coret de Prüedo, donde llegaremos a los 2.140 metros de altitud. Poco antes del collado existe la opción de seguir una pista sin desnivel para visitar los lagos de Montcasau, antes de bajar en dirección a Colomèrs, Banhs de Tredòs y abajo hasta Salardú.
Esta ruta de btt, que llega hasta los 2.140 m de altitud, también puede completarse con e-bike (Foto: @valdaranphotos)
Se trata de una vuelta larga y con fuerte desnivel, siguiendo pistas forestales que en algunos tramos requieren cierta habilidad de conducción de BTT. Se trata de una ruta para ciclistas preparados, que, sin embargo, no decepcionará: las vistas, el ambiente y la experiencia son inolvidables.
4. La esencia del enduro en Era Entecada
Trail y enduro son las modalidades de BTT que se están consolidando entre los aficionados a la bicicleta de montaña que busquen la adrenalina de los descensos, algo que en un territorio de alta montaña como el aranés se puede disfrutar con diversas rutas que ponen a prueba a los ciclistas más valientes.
La propuesta de este recorrido de 43 kilómetros es una gran vuelta de trail-enduro, una de las más espectaculares que puede ofrecer la Val d’Aran. Y es que lo tiene todo para ser considerada un auténtico reto: por su distancia, desnivel (más de 1600 metros), dificultad técnica, altura... Una aventura que nos lleva por pastos alpinos del Luishonés hasta los 2.000 m en los llanos del Tuc de Poilanèr.
La Val d'Aran también permite que los amantes del enduro y los descensos también tenga una amplia oferta de rutas (Fotos: Cédric Tassan)
Desde allí, podremos disfrutar de casi 1.200 m de desnivel de bajada en 8 kilómetros de sendero variado: primero travesías alpinas por palas donde dirías que no se puede montar en bici y después curvas interminables por el bosque hasta llegar de nuevo a Es Bòrdes, quizás con el cuerpo algo dolorido y la sonrisa en la cara.
El camino tiene secciones de fuerte pendiente y tramos bastante expuestos, lo que hace esta ruta técnicamente muy exigente.Si la distancia o el desnivel te superan, también se pueden superar algunos de los tramos más difíciles subiendo en coche o contratando un transfer hasta el Portilhon o el Còth de Baretja, con lo que puedes ahorrarte una gran parte del trabajo. Ésta es una ruta para GPS, sin balizar sobre el terreno, por lo que a los amantes del enduro en esencia solo les queda descargar el track y disfrutar de esta aventura.
5. Descubriendo las joyas de los valles con la gravel
En nuestra selección no podía faltar una opción ideal para descubrir Val d’Aran con bicicleta de gravel. En esta ocasión proponemos una ruta circular desde Vielha por terreno totalmente ciclable, pero que nos adentrará por un espectacular paisaje de montaña en los principales valles del territorio aranés. Una ruta oficial señalizada con 46 kilómetros totales y 1.300 metros de desnivel acumulado.
Pistas, caminos y tramos asfaltados en este recorrido ideal para bicis de gravel (Foto: Montse Bacardit Peñarroya)
Se trata del gran reto de bici de rally y, sobre todo, de gravel de Val d'Aran, una circular perfecta en la que, en menos de 50 kilómetros, rodaremos por los valles del Garona, de Varradòs y del Unhòla, y podremos disfrutar de algunos de los lugares más míticos del valle, como el Saut deth Pish, considerada la cascada más bonito de la Val d’Aran y el Còth de Varradòs, el paso de montaña que une los municipios de Vielha e Mijaran y Naut Aran, donde superaremos los 2.000 metros de altura.
Además, la ruta atraviesa numerosos pueblos, para recuperar energías y disfrutar de la arquitectura tradicional de montaña como son Gausac —que también pudimos ver en la propuesta de bicicleta de carretera—, Bagergue, el municipio más alto de la Val d’Aran, situado a 1.419 metros de altitud, o Salardú, capital del Naut Aran. Se trata de una propuesta que aprovecha la nueva vía ciclable del Garona y evita los tramos de sendero, para hacerla más asequible y más adecuada a la bicicleta de gravel.
El gravel también está ganando adeptos en la Val d'Aran (Foto: Montse Bacardit Peñarroya)
Si se quiere añadir dureza, se puede complicar un poco buscando los senderos de la solana de Vila, y también de Bagergue hasta Vielha. La ruta se puede iniciar también en cualquiera de los pueblos que atraviesa, teniendo en cuenta que de Bagergue a Vielha la ruta no está señalizada, por lo que se deberá circular por el amplio arcén de la carretera.
Foto cabecera: @valdaranphotos
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