Tres años después de su última aparición en La Vuelta, con victoria para el británico Hugh Carthy en 2020, vuelve uno de los puertos más desafiantes en el mundo del ciclismo: el Altu de L’Angliru. En el corazón de la Sierra del Aramo, en el centro de Asturias, se encuentra esta ascensión que a partir de 1999 pasó de ser conocida únicamente por los ganaderos locales a convertirse en un icono ciclista. Asomando entre la habitual niebla de la cima, después de superar las infernales rampas por encima del 20%, han alzado los brazos José María ‘Chava’ Jiménez (1999), Gilberto Simoni (2000), Roberto Heras (2002), Juan José Cobo (2011), Kenny Elissonde (2013) y Alberto Contador, el único que lo ha conseguido en dos ocasiones: 2008 y 2017, en su despedida como ciclista profesional.
Después de que Jonas Vingegaard dejará claro en Bejes sus intenciones de hacerse con la victoria en esta Vuelta a España, el Angliru cobra todavía más sentido como puerto clave en la batalla por el maillot rojo entre los tres ciclistas del Jumbo-Visma. El equipo UAE, aunque utilizó una táctica incomprensible en el día de ayer, en la parte final de la segunda semana demostró que no se resigna al status quo actual y buscará revertir la situación. “No tengo miedo de perder el cuarto puesto por arriesgar”, decía un ambicioso Juan Ayuso en la segunda jornada de descanso. Este 2023, la colocación del Angliru en carrera permite que no ejerza de elemento bloqueador y, por tanto, invita a movimientos teniendo en cuenta que lo que ocurra será decisivo pero no definitivo, pues llega un día antes de otra etapa montañosa en territorio asturiano.
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Hora de salida: 13:40h / Hora prevista de llegada: 17:30h
Recorrido de la 17ª etapa: Ribeseya - Altu de L’Angliru (124,4 km)
Los primeros 67 kilómetros de la etapa, aunque mantienen una tendencia ligeramente ascendente desde el municipio costero de Ribadesella —final del popular Descenso del río Sella, en piragua—, serán marcadamente llanos hasta San Martín del Rey Aurelio. Poco después de este concejo entre Langreo y Pola de Laviana se inicia el primer puerto de la jornada, que marca un cambio en la naturaleza de la etapa con más de 3.000 metros de desnivel acumulado en poco menos de 60 kilómetros. La formación de la fuga, que se presume complicada de consolidar y con pocos visos de pelear por la victoria, será el punto de mayor interés en este primer tramo del día.
La jornada se adentra entonces en la parte más montañosa a través del Alto de la Colladiella (7,8 km al 7,1%). Esta primera ascensión, a pesar de tener un inicio algo más suave, presenta 5 km finales por encima del 8% y dos kilómetros centrales que rozan el 10% de pendiente media. Se trata de una subida ligeramente desconectada del encadenado final, pues tras el descenso los ciclistas afrontarán cerca de 20 kilómetros de tramo llano hasta la llegada del tradicional paso por el Alto del Cordal. Esta ascensión explosiva, con 5,4 km al 9,2%, y máximas que en su parte final llegan hasta el 14%, es todavía más temido por su técnico, estrecho, rápido y peligroso descenso. Una vez superado, presumiblemente con cautela ante las previsiones de lluvia ligera, conecta con la base del Altu de L’Angliru.
Alto de la Colladiella | Alto del Cordal |
Este coloso asturiano es de sobra conocido por la gran mayoría del pelotón, con sus 5 kilómetros iniciales más “suaves” en torno al 8%-9%, el tramo central a través de un falso llano en el área recreativa de Viapará y los 6 km infernales que no bajan del 12% hasta la cima. Un auténtico muro con pendientes que llegan hasta el 22% y que incluso alcanzan el 24% —siendo el porcentaje más bajo el 16%— en los 450 metros más exigente de la subida: La Cueña les Cabres. Históricamente ha sido complicado conseguir una gran diferencia entre los favoritos a través de ataques explosivos, por lo que el ciclista que consiga mantener un ritmo asfixiante sacará mayor rédito antes de afrontar los últimos 500 metros en un ligero descenso en el que será complicado recuperar posiciones.
Favoritos
No parece el escenario ideal para que una fuga pueda pensar de manera holgada en el triunfo de etapa. Sin embargo, un ciclista como Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step), que estuvo reconociendo hace algunos meses la ascensión, querrá dejar su impronta en un puerto como L’Angliru. El belga quiso manifestar de forma contundente en Bejes, especialmente a Jumbo, que su lucha ya no es la general y que quiere ser protagonista a través de las fugas. Por ello, cedió cerca de quince minutos para gozar con tranquilidad de moverse libremente y seguir recuperando energía tras un fin de semana intenso en el que se impuso en Larra-Belagua y estuvo cerca, de nuevo, en Lekunberri.
Junto a Evenepoel, ciclistas como Romain Bardet (DSM-Firmenich), Wout Poels y Damiano Caruso (Bahrain-Victorious), Hugh Carthy (EF Education-Easy Post), último ganador aquí, o incluso Egan Bernal (INEOS Grenadiers) podrían optar a la victoria en la cima de L’Angliru. Aun así, resulta complicado pensar en una circunstancia de carrera diferente a un mano a mano entre los favoritos a la general, y en ese decorado el que vuelve a asomar como principal favorito, en su camino hacia asaltar el rojo, es el danés Jonas Vingegaard. Será interesante ver cómo resuelven la papeleta de forma individual los tres ciclistas de Jumbo-Visma, pues tanto Sepp Kuss como Primož Roglič deberán anticipar si quieren evitar volverse a ver envueltos en un dilema táctico.
Imagen de cabecera: Sprint Cycling