Asturias jugó un papel primordial en el desenlace de la Vuelta 2021, cuando Primoz Roglic sentenció la carrera con un ataque lejano junto al colombiano Egan Vernal camino de Lagos de Covadonga. En esta ocasión, el principado cerrará la primera semana de la 77ª edición de la ronda española con dos jornadas montañosas consecutivas. Esta octava etapa culminará en el Colláu Fancuaya, una llegada inédita, tras una jornada propia de la montaña asturiana con más de 3.300 metros de desnivel positivo acumulado. Un día que puede mostrar si lo vivido en Pico Jano fue un espejismo o los papeles ya están establecidos.
Recorrido de la 8ª etapa: La Pola Llaviana - Colláu Fancuaya (190,1 km)
Los rodillos echarán humo durante los minutos previos al inicio de la jornada, pues el día arranca con una ascensión en parado al Alto de la Colladona (6,4 km al 7%). Un puerto en el que la fuga, en el caso de que se acabe conformando en sus rampas, será de un nivel elevado y con un perfil marcadamente escalador. Tras este frenético comienzo, la carrera se adentra durante más de cien kilómetros en una fase en la que se entrelazan una sucesión de ascensiones de segunda y tercera categoría y los diferentes valles que las conectan.
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En este tramo de montañas bajas se superarán el Alto de la Mozqueta, el Alto de San Emiliano, y los puertos de Tenebreo y Perlavia. Sus porcentajes siempre se mantienen en torno al 6%-7% de media, con alguna zona que puede alcanzar el 8%, y una longitud que ronda los seis kilómetros. Aunque no tienen una gran dureza en sí mismos, sirven de antesala para ir aumentando el desgaste en las piernas de los ciclistas antes del colofón final en la inédita subida al Colláu Fancuaya.
Se trata de una ascensión que supera los 10 kilómetros de longitud y es muy característica en la idiosincrasia de la Vuelta a España en los últimos años. Pese a que la pendiente media refleja un 8,5%, el frío dato esconde rampas que en algunos tramos llegan hasta el 17% o el 19%. Un auténtico muro que comienza de forma irregular entre porcentajes más suaves al 5% y otros que alcanzan el 9%. Sin embargo, los últimos 7 kilómetros se mantienen prácticamente constantes cercanos al 10% y una parte final acumula pendientes que superan con creces el 12% a través de una pista ganadera asfaltada recientemente.
Favoritos
La naturaleza del puerto final invita a pensar que puede ser una jornada importante para los implicados en la general después de que Remco Evenepoel (Quick Step-Alpha Vinyl) pusiera la carrera patas arriba en Pico Jano. El belga parece el más fuerte, al menos hasta ahora, y aunque existe la incógnita de si podrá resistir al mismo nivel hasta el final, lo cierto es que vuelve a ser un candidato firme para ampliar diferencias en la batalla por el maillot rojo. También para conseguir la victoria de etapa que buscó en Cantabría pero que le arrebató un aguerrido Jay Vine.
La ambición del belga por alzar los brazos podría verse frenada por unos porcentajes que de manera constantes son superiores a los de Pico Jano. Unas rampas en las que podría sufrir o, al menos, no desenvolverse con tanta soltura y posibilitar que otros ciclistas como Enric Mas (Movistar Team), Primoz Roglic (Jumbo Visma), Pavel Sivakov (Ineos Grenadiers), Simon Yates (Team BikeExchange) o Jai Hindley (Bora-Hansgrohe) comiencen la aventura por recuperar el tiempo perdido con el belga antes de la crono de Alicante.
Del mismo, podría ser una jornada dividida en dos y que una escapada consiga la renta suficiente para pensar en el triunfo de etapa. En este caso, corredores como Mark Padun (EF Education-Easy Post), Kenny Elissonde (Trek-Segafredo), Santiago Buitrago (Bahrain-Victorious), Lawson Cradock (Team BikeExchange) o Rubén Fernández (Cofidis) busquen su oportunidad.
Imagen de cabecera: Charly López