El puente Nuevo de Ronda, que hasta 1839 fue el viaducto más alto del mundo con 98 metros de altura, volverá a ser protagonista en la Vuelta a España. Esta emblemática y pintoresca construcción une la zona histórica del municipio malagueño con su parte más moderna, asentada sobre una meseta. Una división natural formada por una garganta, popularmente conocida como el tajo de Ronda, excavada por el Rio Guadalevín.
En 2014, John Degenkolb venció al esprint en su única aparición en carrera, por lo que este año estrena su condición como inicio de etapa. Una jornada que concluirá en Montilla (Córdoba), cuya última aparición como final de una carrera ciclista se remonta a 1977, cuando se impuso el alemán Dietrich Thurau en el sector B de la segunda etapa de la Vuelta a Andalucía.
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Recorrido de la 13ª etapa: Ronda - Montilla (168,4 km)
La decimotercera etapa parte de Ronda y tras un inicio algo sinuoso se afronta un largo y tendido descenso abandonando el terreno montañoso de la Serranía de Ronda, perteneciente al Sistema Bético, para adentrarse en la llanura propia de la Depresión del Guadalquivir. A lo largo de todo el recorrido, el predominio llano se entrelaza con pequeñas ondulaciones y repechos atravesando la zona norte de la provincia de Málaga, una pequeña incursión en Sevilla y, por último, la parte final sobre suelo cordobés.
En general, la jornada cuenta con un perfil relativamente quebrado que podría animar a los valientes para tratar de romper el esprint, aunque no con la suficiente dureza como para descartar a los velocistas. Aún así, no será una llegada masiva al uso, pues después del esprint intermedio bonificado de Espejo, el final cuenta con un aliciente interesante. La carretera comienza a ascender de forma suave durante cuatro kilómetros antes de un pequeño descanso previo a un último kilómetro en el que se alcanza un pendiente del 5% sobre las calles de Montilla.
Favoritos
Previsiblemente, se trata de una jornada tranquila para el pelotón antes de un intenso fin de semana montañoso. Superado el ecuador de la Vuelta, los equipos ven como las oportunidades para conseguir la victoria se reducen, por lo que podría ser un día interesante para que una fuga numerosa plantease un pulso al grupo. Sin embargo, faltaría un punto más de endurecimiento para que los equipos de los velocistas no fueran capaces de controlar la escapada. De esta forma, la opción más factible es que la jornada se resuelva con una volata.
En este sentido, un ciclista que debe tener marcada en rojo esta etapa es Mads Pedersen (Trek-Segafredo). El danés ha sido muy consistente en las llegadas, pero no ha conseguido sellar sus buenas actuaciones con una victoria. En el Cabo de Gata quedó encerrado en los últimos metros y tampoco estuvo en disposición de disputar el triunfo, por lo que en un final predilecto para sus condiciones, en ligera pendiente, querrá estrenar su casillero en la Vuelta y apuntalar, al mismo tiempo, su liderato en el maillot verde. El conjunto Trek no puede dejar escapar una oportunidad única en una Vuelta algo aciaga.
Al tratarse de una llegada con una característica especial, las opciones de esprinters puros no son igual de elevadas que en un final completamente llano. Aún así, ciclistas como Kaden Groves (Team BikeExchage), flamante ganador de etapa en el volcánico paisaje del Cabo de Gata, Juan Sebastián Molano o Pascal Ackerman (UAE Team Emirates), Danny Van Poppel (Bora Hansgrohe), Tim Merlier (Alpecin-Deceuninck) o Daniel McKlay (Arkéa-Samsic) podrían ser protagonistas. Tampoco hay que descartar a corredores más versátiles como Fred Wright (Bahrain-Victorious) o Quentin Pacher (Groupama-FDJ).