Desde la primera etapa hasta la última. Primož Roglič y Remco Evenepoel comenzaron la Volta a Catalunya 2023 felicitándose mutuamente tras la llegada en Sant Feliu de Guíxols. En Montjuïc, una semana después, esa imagen se repitió. Una instantánea que resume una carrera que ambos han dominado como si se tratase de un juego de niños, en la que la veteranía y la experiencia del esloveno ha sostenido el descaro y el ímpetu, a veces precipitado, del belga. Para Roglič, la confirmación de que sigue siendo el mismo ciclista voraz de años anteriores. Para Evenepoel, una semana de aprendizaje en la que empaparse de nuevos conocimientos de cara a retos futuros como el asalto a la maglia rosa, el mes próximo.
El mano a mano entre ambos fue evidente desde la jornada inaugural. Han acabado entre los tres primeros en cinco de las siete etapas, repartiéndose un total de cuatro victorias parciales. Tan solo un sorprendente Giulio Ciccone se asomó a su fiesta particular en Vallter 2000, arrebatándoles el triunfo en los últimos metros. Además, dos puntos (43-41) separaron al esloveno del belga en la clasificación de la regularidad, uno de diferencia hubo a favor del ciclista del Soudal-Quick Step en la montaña (69-68) y seis exiguos segundos le otorgaron su primera victoria en la Volta a Primož Roglič. Un empate técnico que se decidió en tan solo cincuenta metros. Esa escasa distancia en la que las piernas de Remco Evenepoel dijeron basta antes de la línea de meta en la ascensión al Mont Caro.
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Esta Volta a Catalunya 2023 se puede, y se debe, interpretar en clave Giro d’Italia. Porque era el antipasti ideal —y único— para medir cara a cara las fuerzas de los dos máximos favoritos a la corsa rosa. No supone una representación completa, especialmente por la ausencia de kilómetros contrarreloj, pero la ronda catalana permite extraer diferentes lecturas. En cierto modo, el Campeón del Mundo siempre ha dado la sensación de estar ligeramente más fuerte que Roglič en esta edición de la Volta. De hecho, posiblemente estaríamos hablando de un resultado distinto si el ciclista belga hubiera aprovechado su mejor condición en la subida a La Molina, el día que más debilidades mostró el esloveno.
Remco Evenepoel ataca en las duras rampas del Castell de Montjuïc (Fotografía: Getty Images)
Sin embargo, desde la perspectiva de la preparación física, el corredor de Jumbo-Visma sale reforzado. Mientras que Evenepoel comenzó la temporada en Argentina y los Emiratos Árabes, y estuvo concentrado en el Teide, Roglič inició el año en Tirreno-Adriático dominando a medio gas y ha ido mejorando el tono físico con el paso de los días de competición en la Volta a Catalunya. En ningún momento el esloveno ha sido superior al belga, a excepción de aquellos últimos metros en el Mont Caro, pero a pesar de los ataques y la insistencia de un Remco Evenepoel que lo ha intentado por activa y por pasiva, tampoco se ha mostrado inferior.
Tanto en Vallter 2000 como en La Molina, en Lo Port, en la Creu d’Aragall y en Montjuïc el que propuso una actitud ofensiva, digna de alabanza, fue el belga, pero allí, soldado a su rueda, y con algún que otro enfado por parte del Campeón del Mundo camino de Molins de Rei, estaba Primož Roglič. Al principio de la Volta con dificultad, en las últimas jornadas con una soltura que de forma interna, seguramente, desesperó a Evenepoel. No encontró el camino para agrietar la solidez del esloveno, que ganó la batalla moral, pero las derrotas muchas veces sirven para sacar conclusiones positivas y, posiblemente, en el cuaderno de la experiencia el belga anotó nuevos capítulos.
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La igualdad entre ambos en la Volta a Catalunya 2023, en todos los aspectos de la carrera, ha sido brillante, aunque la diferencia con el resto de participantes parecía hasta insultante. Más de dos minutos en la clasificación general separaron al dúo de cabeza con el mejor de los mortales, el portugués João Almeida. El ciclista del UAE Team Emirates les acompañó en el podio tras reponerse de un pinchazo en el inicio de Vallter 2000 y confirmarse como la alternativa con una ascensión de menos a más en el Mont Caro.
Podio (familiar) de la Volta a Catalunya 2023 (Fotografía: Volta a Catalunya)
Un paso testimonial han tenido otros ciclistas como Mikel Landa (5º), que dejó pequeños destellos en los Pirineos, Michael Woods (6º) o Jai Hindley (8º). La grata sorpresa del top 10 es la presencia del joven Cian Uijtdebroeks (9º) que más allá de su buen resultado se ha descubierto como una persona muy agradable, risueño y alegre tanto con el público como con la prensa. Entre todos ellos, destacó Marc Soler (4º). A pesar de que no pudo asaltar finalmente la tercera plaza en el podio de la Volta a Catalunya 2023 de su compañero Joao Almeida, el ciclista de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) fue el único capaz de estar junto a Roglič y Evenepoel en la parte final de la Volta a Catalunya.
Tras un inicio pirenaico algo dubitativo, Soler sacó a relucir su repertorio combativo en las etapas finales, moviéndose tanto en Lo Port como en la Creu d’Aragall y resistiendo hasta tres vueltas el ritmo del Campeón del Mundo en el Castell de Montjuïc. Precisamente, cuando quedó descolgado resultó curioso que fuera su propio equipo quien tirara del grupo perseguidor, aunque las opciones del catalán por la victoria de etapa ya fueran inexistentes. Aun así, la de Marc Soler buena manera de cerrar una Volta en la que estar a la altura de los dos primeros ha sido, francamente, imposible.
Imagen de cabecera: Jumbo-Visma