Al ex ciclista profesional asturiano Samuel Sánchez le cuesta estarse quieto. En 2023 se proclamó Campeón del Mundo de gravel en categoría Máster 45 y desde hace un par de años es habitual verlo participar en pruebas de esquí alpino. Podría parecer algo inusual, pero responde a alguien que siempre ha combinado ciclismo con los deportes de invierno como parte de una tradición familiar.
Por esa razón no encontramos mejor escenario que la Val d'Aran, donde suele pasar temporadas disfrutando del esquí, para acompañarlo en una jornada de ciclismo que nos sirvió para ahondar en la pasión que siente por los dos deportes y cómo, en ambos casos, saber vestirse adecuadamente puede marcar la diferencia cuando el mercurio baja. “Son años y años de experiencia, de vestirse y ¡de pasar frío y de mojarte!”, bromea el asturiano.
Samuel Sánchez suele pasar temporadas en la Val d'Aran, donde combina el esquí y el ciclismo. El asturiano viste la chaqueta Fly Thermal de Castelli.
A Sánchez le entró la pasión por los deportes de invierno casi sin querer través de su padre, un gran aficionado al esquí y a los deportes de motor. “Aunque hace más de treinta años había mucha más nieve que ahora, Asturias siempre fue una comunidad con bastante tradición de nieve, y de esquiar, como en la estación de Valgrande-Pajares. Con mi padre, pues empecé a esquiar desde muy niño, con apenas cuatro o cinco años. Tengo que reconocer que al principio no me gustaba. Lloraba porque no sabía coger los remontes yo solo. Lloraba mucho y para mí era un auténtico calvario —rememora entre risas—. Pero con el paso de los años me enamoré de este deporte. Y luego, en la época de Perico, de Pello Ruiz Cabestany, me acuerdo que ellos practicaban el esquí”.
De algún modo, ver a sus referentes ciclistas entrenar sobre la nieve en pretemporada hizo que las piezas encajaran aún más cuando Sánchez se volcó de lleno en el ciclismo tras combinar los dos deportes durante años en categorías inferiores. “Además, hay mucha similitud entre ambos. Siempre me gustó la velocidad, me gustan las curvas, sentir la adrenalina. Y eso te lo da tanto el esquí como la bicicleta —asegura—. Además, el esquí se parece en el ciclismo en el hecho de saber intuir una buena línea, interpretar una bajada, la curva... De ahí que venga muy bien a la gente que tiene miedo bajando. En el esquí debes interpretar muy bien la trazada y cuando luego vas sobre la bici puede que aciertes más que los demás”.
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En este sentido, el actual director de la Samuel Sánchez MMR Cycling Academy, comenta que conservar esa fuente de adrenalina es un elemento clave cuando uno deja el deporte a nivel profesional. “Todo deportista que ha estado en la alta competición busca nuevos retos, quizás debido al vacío que te deja tu propio deporte. Pero la manera de motivarte es poniéndote retos en otro tipo de disciplinas que no dominas y donde quieres ser bueno otra vez, o sentirte de nuevo competitivo. Se trata de ponerte un objetivo”. En su caso, Sánchez ha seguido compitiendo en esquí alpino y también en gravel, disciplina en la que cada vez es más habitual verlo correr.
Sin embargo, a parte de ese componente físico y mental, el esquí también confiere una experiencia a la hora de vestirse que puede tener grandes beneficios a la hora de salir a pedalear en invierno o cuando el tiempo no acompaña. Claro, ser asturiano también da una cierta ventaja. “Cuando estaba en el Euskaltel y en el BMC, los días de agua, todos me preguntaban. ‘¿Samu, qué nos ponemos? ¿Nos ponemos el Windstopper de Gore-Tex?’ —recuerda entre sonrisas—. Creo que es porque siempre me gustó correr con frío y con agua. En esas condiciones siempre sacaba un poquito más de rédito. Y lo conseguí a base de equivocarme. Y luego en Asturias, como llueve tanto... Cuando entrenaba, el primer día de lluvia, cambiaba el día de descanso; el segundo día, hacía el rodillo; pero el tercero... ya tenía que mojarme. Y claro, cuando te mojas día tras día y tienes que hacer tres o cuatro horas bajo el agua, porque si no entrenas, el ensayo y error en esas circunstancias te da un conocimiento muy grande de la ropa. Aprendes a vestirte y a saber qué va bien y qué no va bien”.
Para el encuentro con VOLATA, el ciclista asturiano vistió toda la gama de Castelli pensada para rodar con frío, com la chaqueta Fly Jack-Sey y el culotte largo Sorpasso RoS.
Vestirse con las capas adecuadas
Conocer las características de la ropa que se va a usar es indispensable para combinar las piezas y las capas. “Porque si tú tienes una camiseta técnica interior muy buena que es capaz de expulsar el sudor, pero la capa que llevas encima no es buena y no deja que salga, entonces se crea un efecto invernadero ahí y estás muerto —asegura—. Al final se trata de elegir las capas adecuadas y con el material y los tejidos adecuado para el rango de temperatura que necesites”.
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Cuando acompañamos a Samuel Sánchez por la Val d’Aran, brillaba el sol, pero el termómetro bailaba alrededor de los cero grados. Eran la condicione ideales para poner a prueba las nuevas prendas que Castelli ha lanzado para esta temporada de invierno, marca de la cual es embajador y conoce de sus años como ciclista profesional. "En mi época, muchos equipos profesionales compraban ropa Castelli y le quitaban el emblema, como con la famosa chaqueta Gabba. En el BMC nos daban la Gabba, pero sin el logo de Castelli", recuerda abiertamente ahora Sánchez.
En la línea innovadora de aquella prenda que revolucionó el ciclismo de élite hace ya casi quince años, Castelli ha lanzado la gama Fly Thermal, con materiales reciclados postconsumo. Contiene una tecnología propia basada en un forro interior fabricado con GORE-TEX INFINIUM™ y WINDSTOPPER®, y con una capa exterior Fly SL que protege contra el viento y la lluvia.
El asturiano nos contó más sobre esta prenda: “Voy vestido con la chaqueta Fly Thermal negra, que es una chaqueta para frío, y solo una camiseta interior de lana merino adaptada esta temperatura en la que estamos. Como culotte, llevo el Sorpasso RoS, ya pensado para un rango entre -2º y 10ºC y no paso frío. Y puede llamar la atención que solo vaya con una capa interior y la chaqueta, pero voy perfectamente. Los tejidos técnicos que utiliza Castelli hacen que el sudor no se te quede, se evacúe, y la vez que el frío no entre y así no te quedes frío. Y eso es fundamental hoy en día”.
Arriba: la combinación maillot térmico Fly SL y el chaleco súperligero Fly Vest permite más flexibilidad y calided / Abajo: detalle de los tirantes del culotte Sorpasso RoS.
Poderse vestir con muy pocas capas, pero las adecuadas, es sin duda sinónimo de que la tecnología en el mundo de la ropa para ciclismo ha avanzado exponencialmente. Ya no es necesario vestirse como una cebolla, algo que Sánchez, relaciona con una mejor experiencia practicando deportes en condiciones de frío. Tanto en el ciclismo como en el esquí, el deportista necesita sentirse libre y no añadir más peso.
“Me acuerdo de una París-Niza de hace veinte años, que salimos con el culotte, con perneras cortas debajo, encima otras. Nos poníamos un maillot corto, luego encima un maillot largo, un chaleco y un chubasquero para no pasar frío. Pero al final pasabas el doble, y te quedabas pajarito total. Y eso, cuando además te mojas significa llevar más peso encima. Puede lleves un kilo y medio, dos más —recuerda—. Hoy en día eso no hace falta. Con la ropa técnica que hay, es una auténtica maravilla vestirte. Te pones una camiseta interior buena, te pones un tubular para el cuello que te tape bien la cara, unos buenos guantes y unos buenos cubrebotas. Y luego, una chaqueta y está”.
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“Y para los que quizás quieran sentir un poquito más el fresquito o se agobien con la chaqueta, tienen la opción de usar maillot largo y luego un buen chaleco, como por ejemplo el de gama Fly Thermal, también con GORE-TEX INFINIUM™, para que no te pase el frío en el pecho. La parte trasera lleva un tejido distinto para que el sudor vaya evaporándose". En este caso, el exciclista de equipos como el Euskaltel no recomienda usar la chaqueta Fly con el chaleco Fly, “porque estás duplicando la capa y no funciona”.
Esa misma experiencia y filosofía para afrontar la práctica del ciclismo cuando las temperaturas son heladas también sirve para el esquí, una disciplina que Samuel Sánchez sigue disfrutando en grande: "Es un deporte muy social también y al ser aire libre, es muy bonito, además del componente técnico, no solo a la hora de desempeñarlo, sino en relación con el material. Si con las bicicletas debes elegir qué ruedas usar, qué desarrollos, qué tubular, qué posición, etcétera. En el esquí, pasa lo mismo. Me gusta, me motiva y es algo que me llena también. Y en esta vida tienes que buscar algo que te llene".
Guía Castelli para rodar sin miedo al frío:
Fly Thermal Jacket: chaqueta pensada para temperaturas entre 0 º y 12º C. Ideal para ambientes fríos y equipada con el nuevo forro interior GORE-TEX INFINIUM™ y WINDSTOPPER® y capa exterior impermeable
Fly Jack-sey: Mitad chaqueta, mitad maillot. Prenda ultra ligera ideal para esos días en los que no estás seguro cómo será tiempo ni la temperatura. Para rangos entre 9º y 17º C. Acabado repelente al agua para mantener el cuerpo completamente seco.
Maillot Fly SL y chaleco Fly Vest: para los que no se encuentran del todo cómodos con una chaqueta y quieren más versatilidad, la combinación entre el maillor térmico Fly SL y el chalecto Fly es perfecta. El primero es suave, elástico, ajustado al cuerpo y con un forro que ofrece la calidez justa. El chaleco es uno de los productos estrella de Castelli: alto nivel de protección, súper ligero y súper compactable.
Culotte largo Sorpasso RoS: perfecto para cuando el frío aprieta o no te la quieres jugar. Este culotte con tirantes puede con temperaturas bajo cero y es repelente al agua. Fabricado con el tejido propio Nano Flex 3G, altamente elástico y cálido.
Más información en Castelli-Cycling.com
* Contenido realizado en colaboración Castelli y CDC Sport, empresa distribuidora de Castelli en España.
