El WorldTour femenino ha tenido un gran comienzo con la Strade Bianche, que dio el pistoletazo de salida hace unas semanas. La emocionante batalla entre Lotte Kopecky y Annemiek van Vleuten en la carrera de Siena sentó las bases de lo que podemos esperar del resto de la temporada 2022. La segunda ronda tuvo lugar en los Países Bajos con la Ronde van Drenthe, donde Lorena Wiebes se hizo con la victoria en una llegada al sprint tras una agitada carrera plagada de adoquines, vientos cruzados y caídas. El pelotón femenino se dirige ahora a Italia para la tercera entrega del WWT, adentrándose en el terreno montañoso de Lombardía con la disputa del Trofeo Alfredo Binda este sábado 20 de marzo.
Este año es la 47ª edición de una carrera que lleva el nombre de una de las grandes figuras del ciclismo italiano, Alfredo Binda, convirtiéndola, por tanto, en una de las pruebas más antiguas del calendario. Sin duda, unos de los elementos básicos para entender la evolución del ciclismo femenino. La rica historia de la carrera, su naturaleza impredecible y su recorrido de desgaste, que incita a los ataques, la convierten en una de las más emocionantes.
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Recorrido
En un recorrido que no ha cambiado respecto a la edición del año pasado, las corredoras afrontarán la subida de Orino seis veces a lo largo de los 141,8 km a través de un terreno ondulado. La primera ascensión se produce tras sólo 20 kilómetros de carrera, una situación que podría provocar los primeros movimientos en busca de consolidar una escapada. El siguiente obstáculo importante es la subida de Cunardo, desde su vertiente de Grantola, un ascenso de 4 km con una media del 4,8%.
Este puerto dará paso a una sección algo más tranquila camino del circuito final con la ascensión a Orino como punto neurálgico. Hay dos colinas a lo largo de la vuelta de 14 km que especialmente en el tramo final de la carrera, serán un trampolín perfecto para cualquier ataque. En caso de alguna velocista todavía resista el empuje del pelotón en los últimos giros, estas subidas serán el factor diferencial más importante para decidir si podrán estar en la batalla por la victoria. Una situación que se antoja complicada.
El Orino es la subida con mayor dureza, con una media del 4,8% en 2,8 km. La ganadora del año pasado, Elisa Longo Borghini, tiene el actual KOM de Strava en el segmento del Orino, completándolo en 5 minutos y 52 segundos durante la edición de 2021. Se trata de una ascensión que puede ser catalogada como larga para las especialistas en clásicas, pero no lo suficiente como para acabar de dividir el pelotón por completo. De hecho, es habitual ver llegadas de grupos reducidos, como en 2017 o 2019.
Una circunstancia que se une al descenso de 7 kilómetros y el tramo llano hasta la meta de Cittiglio. Una pequeña puerta a la esperanza para aquellas ciclistas que no hayan aguantado los previsibles ataques en el Orino para volver a reintegrarse en el grupo cabecero. Aún así, si alguna corredora se encuentra inspirada como Longo Borghni en 2021, será prácticamente imposible de recuperar la distancia.
Favoritas
Elisa Longo Borghini / Fotografía: Getty - Tim de Waele
La defensora del título, y ganadora también en 2013, Elisa Longo Borghini, será una de las principales candidatas al triunfo. A pesar de un inicio de campaña un tanto desapercibida, el recorrido relativamente montañoso del Trofeo Alfredo Binda favorece las características de la corredora italiana. Además, el conjunto Trek-Segafredo la apoyará con la inclusión de ciclistas de la talla de Ellen Van Dijk, tercera en 2013, o Elisa Balsamo, ésta última en un terreno de la región de Lombardía al que quizá no se adapta a la perfección, pero que podría ser una buena opción si llega un grupo selecto.
La ganadora de la edición de 2018, Kasia Niewiadoma (Canyon//SRAM) no tomará la salida en el Trofeo Binda en 2022. Sin embargo, el equipo cuenta con alternativas potentes a la polaca, especialmente con la inclusión de la joven corredora Mikayla Harvey o la italiana Soraya Paladin, que terminó en quinta posición la temporada anterior.
Cecilie Uttrup-Ludwig / Fotografía: Thomas Maheux
Otra corredora que puede manejar las constantes subidas del recorrido es la danesa Cecilie Uttrup-Ludwig. La corredora del FDJ Nouvelle-Aquitaine Futuroscope ha sido tercera en esta carrera en tres ocasiones (2017, 2019 y 2021), por lo que conoce bien la personalidad de esta carrera. Precisamente, su condición de escaladora, junto al ímpetu por tratar de sumar esta victoria a su palmarés, la convierten en una de las principales favoritas. Además, estará bien acompañada por sus compañeras de equipo, como Marie Le Net y Marta Cavalli.
Por lo que respecta al conjunto Movistar, su gran figura, Annemiek van Vleuten, no tomará la salida en el Trofeo Binda centrada en la temporada de clásicas flamencas. De esta forma, ciclistas como Katrine Aalerud, Sarah Gigante, Paula Patiño o Arlenis Sierra, segunda en la edición de 2017, deberán asumir el liderato compartido del equipo. En este caso, el potencial del conjunto telefónico reside en el poder del bloque, con Lourdes Oyarbide y Sara Martín como ciclistas españolas. Ashleigh Moolman / Fotografía: Getty - Luc Claessen
La nómina de favoritas la cierran dos ciclistas veteranas como Amanda Spratt (Team BikeExchange), segunda en la edición de 2019, y la balear Mavi García (UAE Team ADQ), sexta la temporada pasada. Ambas se adaptan bien al recorrido montañoso y, aunque no han tenido un buen inicio de año, no se les puede descartar en la pelea por los puestos del podio.