La zona de Dunkerque y Calais, en la costa norte de Francia, fue una de las más cruentas durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora, sin ambiente bélico, se vivirá una nueva batalla, aunque esta vez por ver quién consigue el triunfo de etapa en la cuarta jornada del Tour de Francia. En el caso de la ciudad que acoge la salida, Dunkerque, se trata de la trigésimo octava ocasión que forma parte de la carrera, la última fue en el año 2007. Por su parte, Calais se estrena como final de etapa.
Recorrido etapa 4: Dunkerque - Calais (171,5 km)
La cuarta jornada, la primera sobre territorio francés, se presenta como una posible opción de que algún grupo consiga librar el control del pelotón y sea capaz de luchar por el triunfo de etapa. Aunque dependerá de la actitud y la ambición de los corredores. El día arranca en la costa norteña, cerca de la frontera con Bélgica, y regresa de nuevo al mar tras dirigirse al interior para una serie de pequeñas cotas a través del Parc Naturel Régional des Caps et Mareis d'Opale.
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Este perfil algo más escarpado, con hasta seis ascensiones, anima a aquellos ciclistas más combativos a tratar de romper la posible volata. No son cotas muy largas, todas rondan en torno al kilómetro de longitud, y aunque alguna alcanza porcentajes superiores al 7%, será complicado que tengan una incidencia esencial en la etapa. A pesar de ello, podrían tener la función de aumentar la diferencia entre la escapada y el pelotón.
La subida de Cap Blanc-Nez (900 m al 7,5%), que se afronta a falta de 11 kilómetros, podría ser un punto clave para los últimos movimientos, también desde el pelotón en caso de que lleguen agrupados, buscando la victoria parcial. Los kilómetros finales son completamente llanos paralelos a la costa, por lo que el viento podría jugar su papel si se mantiene una persecución hasta la línea de meta.
Favoritos
Aunque se trata de una jornada que acumula varios cientos de metros de desnivel positivo, en caso de que no se marche un grupo muy numeroso escapado, algo que parece complicado teniendo en cuenta los precedentes, se presume como un día en el que los equipos de los velocistas podrían controlar la situación. Todavía restan muchos efectivos y las fuerzas están relativamente intactas, por lo que podría ser el escenario más favorable.
En este sentido, las protagonistas de los días anteriores como Fabio Jakobsen (Quick Step-Alpha Vinyl), quien abrió la lata en la segunda etapa, Dylan Groenewegen (Team BikeExchange), que parece haber recuperado su mejor forma, Wout van Aert (Jumbo-Visma), con el objetivo de culminar un triunfo con el maillot amarillo, Caleb Ewan (Lotto-Soudal), al que no se le ha acabado de ver con opciones de victoria, o Peter Sagan (TotalEnergies), que pudo soñar con el triunfo en la tercera etapa pero se quedó encerrado en los últimos metros.
Sin embargo, la última cota cerca de la línea de meta podría significar un punto de ataques buscando sorprender desde el pelotón. En este caso, nombres como los de Andrea Bagioli (Quick Step-Alpha Vinyl), Magnus Cort Nielsen (EF Education-EasyPost), Victor Lafay (Cofidis), Maximilan Schachmann (Bora-Hansgrohe), o el propio Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck) podrían intentar un movimiento.
Imagen de cabecera: Getty Images