En 1952, el italiano Fausto Coppi fue el primer ciclista en conseguir la victoria en su cima. Sin embargo, no fue hasta 1976 cuando L’Alpe d’Huez comenzó a generar ese misticismo que lo envuelve. En hasta treinta ocasiones ha visitado el Tour de Francia sus 21 curvas de herraduras. Cada una de ellas con el nombre de al menos uno de los ganadores, como la reconocible curva de los holandeses repleta del apasionado público neerlandés en honor a los ciclistas que lograron la victoria en los años setenta y ochenta.
Por lo que respecta a la etapa, se trata de una réplica exacta de la que se vivió en el Tour de Francia de 1986. Fue también tras la etapa del Col du Granon, en la que los compañeros de equipo en la Vie Claire, Bernanrd Hinault, que había perdido el maillot amarillo el día anterior, y Greg Lemond, el nuevo líder, cruzaron la línea de meta de la mano. Y lo hicieron con más de cinco minutos de ventaja sobre el siguiente clasificado después de un mano a mano que se resolvió con un gesto que trató de apaciguar el ambiente de tensión.
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Recorrido de la 12ª etapa: Briançon - Alpe d’Huez (165,1 km)
Desde Briançon arranca una etapa que es sinónimo del Tour de Francia. Una jornada en la que se ascenderán tres puertos que se encuentran en el imaginario colectivo de los aficionados cuando se hace referencia a la ronda gala: el Col du Galibier, el Col de la Croix de Fer y Alpe d’Huez. Se trata de una etapa que en sus 165 kilómetros de recorrido acumula más de un 40% en subida y en la que se superan cerca de 4.000 metros de desnivel positivo.
En este caso, el techo del Tour de Francia, como se conoce al Col du Galibier (2.642 m), se asciende prácticamente de salida, aunque por la vertiente más “cómoda” a través del Col du Lautaret. Poco más de 23 kilómetros en los que la mayor dureza se acumula en los últimos ocho con una pendiente media que siempre ronda el 7,5% y máximas por encima del 10%. Tras un largo descenso los ciclistas culminarán en el valle que les dirige hacia la localidad de Saint-Jean-de-Maurienne, donde arranca el Col de la Croix de Fer.
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Es un puerto largo y excesivamente irregular, pero con unos primeros 12 kilómetros aterradores en los que los porcentajes se mantienen por encima del 10%, especialmente a partir del sexto kilómetro. Desde ese punto el puerto se transforma en una ascensión tendida en torno al 4%-5% hasta los últimos seis kilómetros, donde la pendiente vuelve a adquirir bastante envergadura con rampas constantes entre el 7% y el 8% antes de alcanzar la solitaria cruz de hierro de su cima.
De nuevo, un descenso, en esta ocasión partido por diferentes repechos puntuales, conducirá a los ciclistas hacia el característico tramo llano camino de Le Bourg d’Osains, momento en el que se inicia el icónico Alpe d’Huez. Cerca de 14 kilómetros al 8,1% y un total de 21 curvas de herradura que forman parte de la historia del Tour de Francia. La mayor dureza se acumula en los primeros 11 km, en los que los porcentajes por encima del 10% se entrelazan con irónicas fases de descanso al 8%. Los últimos tres kilómetros atravesando los hospedajes de la estación de esquí son más suaves al 5%.
Favoritos
La jornada del Col du Granon ha dejado el Tour de Francia en un escenario que, posiblemente, nadie podría haber imaginado. La actitud ofensiva de Jumbo-Visma acabó por desfondar a un Tadej Pogačar que se multiplicó para frenar los movimientos que propusieron de forma incesante tanto Roglic como Vingegaard en el Galibier. Las rampas del Granon fueron el muro definitivo para el esloveno y la plataforma de despegue del danés, que ahora es el flamante nuevo líder de la carrera.
Precisamente, lo interesante de esta batalla es que no ha sido el capítulo final. Tadej Pogačar mostró su ambición y sus ganas de revancha después de su sufrimiento agónico y en el Alpe d’Huez puede tratar de revertir la situación, o al menos volver a alzar los brazos. Ante esta situación inesperada lo que ocurra a partir de ahora es todo una incertidumbre, y esa va a ser la emoción que va a acompañar al Tour de Francia.
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Por supuesto, el danés Jonas Vingegaard no le pondrá las cosas ni mucho menos sencillas y se defenderá, sabiéndose además el más fuerte de la carrera. Después de sellar su nombre en una ascensión como el Granon, por qué no repetir en una llegada icónica como Alpe d’Huez.
El 14 de julio siempre es un día reservado para una gran etapa en la ronda gala, y sin duda, una jornada marcada por todos los ciclistas franceses. En medio de la batalla entre Pogačar y Vingegaard, un ciclista como Romain Bardet se mantuvo al margen pero siempre combativo y sin perder de vista sus opciones. A base de pundonor consiguió filtrarse segundo en una general muy apretada por el podio y se le vio con buenas piernas, por lo que podría intentar luchar por el triunfo de etapa.
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