El concepto de familia se ha visto reflejado de forma singular en las dos etapas inaugurales del Tour de Francia 2021. Se trata de una de las partes inherentes del ser humano y en la 108ª edición de la ronda gala dos figuras como Julian Alaphilippe y Matthieu Van der Poel han transformado sus victorias en un homenaje a la familia. Atravesando, eso sí, diferentes ramas del árbol genealógico.
Distintas generaciones, pero un mismo sentimiento: de padre a hijo y de nieto a abuelo. En la Côte de Fosse aux Loups —final de la primera etapa del Tour— fue Alaphilippe quien festejó su triunfo enorgullecido de su recién estrenada paternidad. En el Mûr-de-Bretagne, fue Van der Poel quien honró a su abuelo Raymond Poulidor.
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Su equipo, Alpecin-Fenix, hizo un guiño a esta relación con una vestimenta retro que recordaba a los colores del conjunto Mercier, equipo de Raymond Poulidor. Aunque no lo hizo ataviado con esta equipación especial, finalmente Van der Poel consiguió hacer lo que Pou-Pou —apodo con el que se conocía popularmente a Poulidor— nunca logró: vestirse con el maillot amarillo. Matthieu Van der Poel lo hizo, además, a su estilo. En el primer paso por el Mûr-de-Bretagne, en la segunda etapa, trató de hacer una machada atacando a más de quince kilómetros de la línea de meta.
Sin embargo, pudo ser tan solo un test para medirse como anticipo del desenlace final y, de forma intencionada, conseguir los ochos segundos de bonificación al coronar en primera posición. En el segundo acto fue un tanto más precavido. Esperó a los últimos 900 metros y, con una arrancada similar a la de Strade Bianche de este año, obtuvo la renta suficiente para convertirse en el nuevo líder del Tour de Francia; cerrando el círculo familiar. Raymond Poulidor subió ocho veces al podio de París, pero ha sido su nieto Van der Poel —hijo de Corinne Poulidor y Adri Van der Poel— el que lucirá el maillot amarillo por primera vez.
El holandés del Alpecin-Fenix con su recién estrenado maillot amarillo en el podio de Mûr-de-Bretagne (imagen: Pool Jan de Meuleneir / Getty)
Un atuendo que tan solo estuvo en manos de Julian Alaphilippe durante una jornada. El Campeón del Mundo, que ahora portará el maillot verde, se impuso en un etapa inaugural marcada por las caídas y el infortunio. Allez opi-omi, una expresión que ha quedado sellada en el imaginario ciclista y que ha provocado una sensación de incredulidad. Era el cartel que portaba una aficionada omitiendo el detalle de que invadía la carretera, provocando una grave caída cuando Tony Martin no pudo hacer nada por evitarla. Ciclistas como Marc Soler o Jasha Sütterlin tuvieron que abandonar la carrera a las primeras de cambio.
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Los estragos de las caídas dejaron fuera de combate a ciclistas importantes para la clasificación general como Miguel Ángel López o Emanuel Buchmann, que entraron a más de dos minutos de Julian Alaphilippe. Tras las dos primeras etapas, el Tour de Francia mantiene en distancias cortas a gran parte de sus aspirantes. Tan solo Geraint Thomas dejó una pequeña muestra de debilidad al no poder estar en el cambio de ritmo final en el Mûr-de-Bretagne. El concepto de familia fue protagonista en el inicio de un Tour en el que los velocistas recogen el testigo en la tercera jornada.
Imagen cabecera: Getty