La quinta edición de la Sea Otter Europe Costa Brava-Girona cerró el pasado 26 de septiembre rozando la cifra de 45.000 visitantes durante los tres días del festival. Fue un evento en el que confluían tanto pruebas competitivas como una zona con más de 240 marcas expositoras.
En cierto modo, el festival se ha convertido en el escenario de la recuperación de la actividad cara al público, así como la posibilidad del regreso de un contacto directo entre las marcas, de más de 15 países, y los visitantes. Un balance que desde la organización consideran positivo tras un largo periodo de incertidumbre debido a la pandemia, y ayuda a consolidar la Sea Otter como el gran evento europeo de la industria ciclista.
El Demobike, una de las propuestas más atractivas del programa, volvió a reunir gran parte del público que acudió al festival. En total, veinte marcas —entre ellas Canyon, BH Bikes y BMC— participaron en un evento en el que los visitantes probaron las más de 350 bicis de prueba que se ofrecían y completando más de 2.500 test en los circuitos habilitados para ello. De esta forma, se genera un vínculo mucho más estrecho entre marca y cliente, favoreciendo que éstas puedan conocer de primera mano las principales necesidades de los visitantes. En definitiva, la mejor manera de tomar la decisión sobre la compra de una bicicleta es probándola.
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El terreno deportivo, un éxito
El otro pilar de la Sea Otter Europe fueron las competiciones deportivas, que llegaron a reunir a más de 4.300 participantes a lo largo de las diferentes disciplinas. Las pruebas estrella fueron la Continental Ciclobrava, de carácter cicloturista, y la Super Cup Massi, incluida dentro del programa de la Copa Catalana Internacional de BTT.
Por un lado, la consolidada prueba cicloturista Ciclobrava ofrecía hasta tres recorridos de carretera distintos de 70, 100 y 140 kilómetros a través del variado territorio de Girona, adaptándose a los diferentes niveles de preparación de los participantes. Fue un evento que congregó a nombres reconocibles, como la triatleta Ana Dilliana, los ciclistas Ángel Edo y José Joaquín Rojas o los pilotos Iker Lecuona y Carlos Checa, entre otros.
Por otro lado, se disputó la carrera internacional UCI BTT Continental Super Cup Masi. Una prueba puntuable para el ránking mundial y que prolongó el idilio del neozelandés Sam Gaze (Alpecin-Fenix) con Girona, llevándose su cuarto triunfo consecutivo. Un trazado, situado a la orilla del río Ter, que favoreció que se mantuviera la emoción y la tensión tanto en la modalidad masculina como en la femenina, donde se impuso la ciclista olímpica madrileña Rocío del Alba García.
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Sin embargo, estas no fueron las únicas competiciones del programa, ya que también se disputaron carreras como la nostálgica prueba de BTT clásicas de más de 25 años, la Canyon Pirinexuxs Challenge —con más de 340 kilómetros de recorrido— y la segunda carrera de las UCI Word e-Bikes Series, en pleno auge y como apuesta por la paulatina introducción de las bicicletas eléctricas en el certamen.
Se extiende el vínculo entre Girona y la Sea Otter Europe
La amplia variedad de oferta ciclista y un entorno propicio para la práctica de diferentes modalidades han convertido a Girona en el lugar idóneo para acoger un festival de estas características. Es por ello que en 2022 la ciudad se reafirma en su apoyo a la Sea Otter Europe y la sexta edición del evento tendrá lugar del 23 al 25 de septiembre, con el objetivo de volver a ser un certamen que volverá a reunir a las grandes marcas de ciclismo, tanto de bicicletas como de accesorios. Un espacio de unión entre fabricante y cliente.
Más información en www.seaottereurope.com