La Vuelta a España 2023 presenta un recorrido con un protagonismo más que notable para las jornadas montañosas. En total, se acumulan hasta doce etapas de media o alta montaña, y dos jornadas monopuerto para sumar diez finales en alto. Es un itinerario en altitud que contrasta con las únicas cinco oportunidades de las que gozarán los velocistas para luchar por el triunfo de etapa, así como los escasos 25 kilómetros de esfuerzo individual en la lucha contra el crono, a los que habría que sumar los 14 km de la contrarreloj por equipos inaugural.
Sin duda, La Vuelta mantiene, en cierta medida, su estilo de recorrido, fiel a lo que viene proponiendo en las últimas décadas y que atraerá a los escaladores puros a luchar por el maillot rojo. Con la contrarreloj relegada a un segundo o tercer escalón, los porcentajes, las curvas de herradura y los finales explosivos serán los que dictaminen al ganador de la 78ª edición de la Vuelta a España.
El vencedor final de la clasificación general, saldrá de un duelo en altura que atravesará puertos como los icónicos Col d’Aubisque, Col du Tourmalet y el Altu de L’Angliru, sin ejercer de elemento bloqueador de la carrera, aunque también tendrán protagonismo Larrau, Javalambre y los novedosos Arinsal, en Andorra, y Larra-Belagua, en la frontera navarrofrancesa.
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Vuelta a España 2023 mapa y recorrido
En esta ocasión, dos comunidades como Andalucía y Galicia, que tanto han nutrido a la Vuelta a España en los últimos años, se quedan sin presencia en carrera. Un protagonismo que se traslada principalmente a los Pirineos, Catalunya, Comunidad Valenciana y la Cordillera Cantábrica. En cuanto al kilometraje de las etapas, tan solo la penúltima, en la Sierra de Guadarrama, supera la cifra de los 200 kilómetros.
Etapa 1 | CRE Barcelona - Barcelona | 14,8 km (26/08)
La ciudad de Barcelona acoge por segunda vez en la historia —la primera fue en 1962— la jornada inaugural de la Vuelta a España. Una carrera que, como ha sido habitual durante la última década, se iniciará con una contrarreloj por equipos. En este caso, la distancia es algo inferior a ediciones anteriores, cerca de 15 kilómetros, y contará con un recorrido de cierta complejidad técnica. Los ciclistas deberán atravesar las calles de la ciudad condal, mostrando sus lugares más emblemáticos, desde el Port Olímpic hasta la Plaça d’Espanya. La jornada, aunque no debería marcar diferencias muy importantes, podría deparar alguna sorpresa.
Etapa 2 | Mataró - Barcelona | 181,8 km (27/08)
Etapa de media montaña con un final abierto. La primera parte estará marcada por las ascensiones al Coll de Sant Bartomeu (6,5 km al 4,6%), nada más arrancar la jornada, y el Coll d’Estenalles (12 km al 4%). Dos puertos que servirán para formar la escapada del día antes de un segundo tramo algo escarpado, pero que los equipos de los potenciales velocistas podrán controlar sin problemas hasta la llegada, de nuevo, a Barcelona.
Sin embargo, la organización ha incluido la subida al Castell de Montjuïc, con máximas del 14%, para buscar un desenlace alternativo. Aunque la esencia es similar al circuito final de la Volta a Catalunya, el recorrido a través de Montjuïc será ligeramente diferente. Un potente ataque a falta de tres kilómetros para el final podría eliminar a los esprinters y que un grupo reducido, o un ciclista en solitario, se haga con la victoria junto al Estadi Olímpic evitando la volata. Una hazaña que logró el belga Philippe Gilbert en 2012 en un final idéntico.
Etapa 3 | Súria - Arinsal. Andorra | 158,5 km (28/08)
Se trata de la primera toma de contacto con la montaña, adentrándose en Andorra. Tras un primer tramo quebrado de 35 kilómetros la etapa entra en una fase de estabilización, momento en el que la presumible fuga consiga una ventaja para incluso pensar en el triunfo de etapa. A falta de 70 km para meta la carretera comienza a ganar altitud de manera paulatina hasta la llegada a Andorra la Vella, donde los porcentajes aumentan su intensidad camino de Encamp. Esta pequeña parroquia andorrana marcá el punto de inicio de la ascensión al Coll d'Ordino (17,3 km al 4,7%) por la vertiente de Canillo. La zona más exigente será la parte central, con rampas por encima del 10% y una media cercana al 8%.
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Una vez coronado, a 1.980 m de altitud, un descenso rápido por carretera ancha conduce a los ciclistas hacia La Massana. A partir de este punto el terreno ascendente vuelve a ser protagonista con pendientes que oscilan el 5% hasta Erts, donde comienza la subida final a la Estación de esquí de Arinsal. Se trata de una llegada inédita en La Vuelta de 6,8 km de longitud al 8% y en la que durante varios tramos sostenidos se alcanzan porcentajes de hasta el 13% en un firme rugoso. Estas primeras etapas no suelen dejar grandes conclusiones, pero cuenta con suficiente entidad para doblegar a aquellos que lleguen en baja forma.
Etapa 4 | Andorra la Vella - Tarragona | 184,6 km (29/08)
Sin ninguna duda, a excepción de lo que pueda deparar Montjuïc, el primer final claro para que los velocistas se jueguen el triunfo de etapa en las calles de Tarragona, que regresa a la Vuelta tras su última aparición en 2017. Aquella jornada, en la que consiguió la victoria Matteo Trentin, también se inició desde Andorra con un perfil ligeramente descendente desde los Pirineos hasta la costa mediterránea. En este caso, el Alto de Belltall (9,3 km al 3,5%) y el Coll de Lilla (4,7 km al 5,5%) romperán un perfil marcadamente llano, pero no se presumen como grandes amenazas para que los equipos de los esprinters controlen la etapa.
Etapa 5 | Morella - Burriana | 186,2 km (30/08)
La quinta etapa presenta un perfil muy similar al día anterior. La carrera se dirige desde el interior montañoso de la provincia de Castellón hasta el mar Mediterráneo. La única dificultad del día, a pesar de un inicio relativamente escarpado, será el Collado de la Ibola (4,8 km al 6%), un puerto situado en el Parque Natural de la Sierra de Espadán a través de una carretera estrecha y máximas que alcanzan el 8%. Sin embargo, restando 50 km hasta la línea de meta, y con las fuerzas del pelotón todavía intactas, los velocistas no querrán desaprovechar una de las escasas oportunidades de conseguir una victoria parcial.
Etapa 6 | La Vall d’Uixó - Observatorio Astrofísico de Javalambre | 183,1 km (31/08)
El Alto de Javalambre regresa a la Vuelta a España tras su presentación al gran público en la edición de 2019. Una etapa en la que el Burgos-BH, en su segunda participación a la ronda española, consiguió un doblete histórico con Ángel Madrazo y Jetse Bol. La jornada presenta un terreno escarpado muy similar al de hace cuatro años, con las ascensiones de tercera categoría al Puerto de Arenillas (6,5 km al 4,5%) y al Alto Fuente de Rubielos (4,9 km al 6,2%), como antesala al gran desenlace en Javalambre.
La ascensión al Observatorio Astrofísico, rozando los 2.000 m de altitud, cuenta con 10,9 km al 8%, aunque dividido en dos secciones. Tras una primera parte algo más suave, salvo un tramo central que supera el 15%, los últimos 5 kilómetros son los más duros con pendientes que se mantienen de forma constante en torno al 11%-12% a través de una carretera estrecha que va perdiendo vegetación a medida que se asciende. Sin lugar a duda, esta es la primera etapa que puede marcar diferencias importantes entre los implicados en la general.
Etapa 7 | Utiel - Oliva | 200,8 km (01/09)
Primera etapa que supera los 200 km de recorrido. Se presume como una jornada plácida para el pelotón a través de la provincia de Valencia, desde el interior hacia la costa. Una etapa completamente llana que debería finalizar con un esprint masivo en Oliva. Si hay fuga se marchará con facilidad durante los primeros kilómetros y mantendrá un pulso con el grupo para tratar de mantener vivas sus opciones de victoria en la parte final. Sin embargo, será complicado que los velocistas pierdan la oportunidad de seguir sumando puntos importantes en la batalla por el maillot verde y ampliando su palmarés particular de triunfos.
Etapa 8 | Dénia - Xorret de Catí | 165 km (02/09)
La montaña de la provincia de Alicante volverá a ser protagonista en la Vuelta a España con una intensa jornada y un final explosivo en el Xorret de Catí. Este muro de poco menos de 4 km al 11,3%, entre la Sierra del Maigmó —donde se ubica la ascensión al Balcón de Alicante— y la Sierra del Cid, apareció por primera vez en 1998, con victoria para José María Chava Jiménez. Este 2023 acogerá su séptimo final de etapa, el primero desde 2017 cuando un joven Julian Alaphilippe estrenaba su palmarés en las grandes vueltas.
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El terreno es propicio para que se produzcan numerosos ataques, principalmente para la lucha por la victoria de etapa con una fuga que tiene opciones de triunfar. El pelotón tendrá un complicado papel para controlar la carrera en un perfil en el que se encadenan las ascensiones al Alto de Vall d’Ebo (8,5 km al 5,5%), el Puerto de Tollos (4,2 km al 6%, con máximas del 14%), el Puerto de Benifallim (9 km al 5%, y máximas del 13%) y el Puerto de la Carrasqueta (10 km al 4,9%). El que corone en primer lugar las exigentes rampas de Xorret de Catí tendrá todas las papeletas para conseguir la victoria en un rápido descenso de 3 kilómetros.
Etapa 9 | Cartagena - Caravaca de la Cruz | 184,5 km (03/09)
La novena jornada partirá de Cartagena, que regresa al recorrido de la Vuelta a España como sede tras su última aparición en 1976. Etapa relativamente sinuosa una vez se supere Sierra Espuña a través de la ascensión de primera categoría al Puerto Casas de la Marina la Perdiz en el kilómetro 60. Desde ese punto la carrera se dirigirá camino de Caravaca de la Cruz, con un final inédito en el paraje de la Barquilla. Un puerto tendido de 7,5 kilómetros para culminar la cuarta ocasión que esta localidad murciana acoge una meta de la Vuelta a España, la primera con final en alto y la primera desde 2009 con victoria para Tyler Farrar.
Etapa 10 | CRI Valladolid - Valladolid | 25,8 km (05/09)
Tras el primer día de descanso la carrera se retoma con la única contrarreloj individual de todo el recorrido. Un batalla contra el tiempo en la que los ciclistas deberán hacer frente a 25 kilómetros con dos zonas diferenciadas. Por un lado, un tramo inicial más técnico a través de las calles de Valladolid, con un pequeño repecho en la zona central, y una segunda parte más abierta en las que los especialistas podrán conseguir una mayor ventaja por amplias avenidas. Jornada clave antes de las dos últimas semanas montañosas.
Etapa 11 | Lerma - La Laguna Negra. Vinuesa | 163,2 km (06/09)
Etapa monopuerto, típica de la Vuelta a España en los últimos quince años, con desenlace en la Laguna Negra de Vinuesa (8,6 km al 5,7%). Un puerto que se estrenó en la edición de 2020, en la que Dan Martin se impuso en una llegada muy ajustada a Primož Roglič. Sin duda, una jornada abierta tanto a un posible triunfo de la fuga como a una batalla entre los implicados en la general. Aunque no es una etapa demasiado exigente, la fatiga acumulada podría propiciar que en los últimos 600 metros, por encima del 9%, algún líder deje escapar unos valiosos segundos.
Etapa 12 | Ólvega - Zaragoza | 150,6 km (07/09)
El viento y los abanicos se pueden convertir en los grandes protagonistas de la etapa. Una situación que se produce con relativa frecuencia cada vez que la Vuelta a España llega a Zaragoza, la última en 2008 con victoria de Sébastien Hinault. Una etapa en la que la tensión y la velocidad marcará una nueva llegada al esprint, por lo que ni mucho menos se trata de una etapa que se presuma sencilla para los hombres de la general. Los velocistas buscarán sellar un nuevo triunfo en la capital aragonesa.
Etapa 13 | Formigal - Col du Tourmalet | 134,7 km (08/09)
Una etapa reina con un fuerte aroma a Tour de Francia. En sus poco menos de 135 kilómetros, una distancia un tanto escasa pero que se ha convertido en la tónica dominante los últimos años, se ascienden más de 4.000 metros de desnivel positivo. Un día que estará marcado en rojo entre los aspirantes a la general y que, salvo los 4,4 kilómetros que separan la estación de esquí de Formigal de la de Portalet, se producirá íntegramente en territorio francés.
El encadenamiento que forman el Col de l’Aubisque (17,3 km al 6,7%), que ya fue protagonista como final de etapa en 2016 con victoria de Robert Gesink, y el Col de Spandelles (10 km al 8,2%) es la antesala perfecta para afrontar el mítico Col du Tourmalet. Este coloso pirenaico de 19 km al 7,4% ya fue objeto de deseo de la Vuelta en 2020, pero la pandemia se puso de por medio. Ahora, tres años después, la organización hace realidad que una etapa de la ronda española concluya en su cima, al igual que ha hecho el Tour de Francia en tres ocasiones (1974, 2010 y 2019).
Etapa 14 | Sauveterre-de-Béarn - Larra-Belagua | 156,2 km (09/09)
El bloque pirenaico concluye con una nueva jornada muy exigente con final en el inédito Puerto de Belagua. Un inicio marcado por 60 kilómetros en ligera tendencia ascendente hasta las faldas del Col de la Hurcère (11,8 km al 8,3%), que apareció por primera vez en competición en el Tour de 2020 y acumula porcentajes por encima del 12% en algún tramo. Su largo descenso conecta directamente con el Puerto de Larrau (15 km al 8%), por la vertiente más exigente del Col de Erroymendi.
Una ascensión que durante sus primeros 10 km mantiene una media superior al 10%, llegando incluso al 15%, y que tras un breve respiro de 3 kilómetros vuelve a encadenar dos kilómetros finales al 10,5% hasta la cima, donde se cruza la frontera entre Francia y España. Sin duda, es un emplazamiento interesante ya que su dureza es mayor que la de Belagua, facilitando una mayor capacidad para proponer movimientos lejanos. Este puerto final cuenta con 9,5 km al 6,5%, por carretera sin excesiva vegetación y amplia, y una parte central con rampas en torno al 9%. Si la carrera continuase más allá de la etapa se alcanzaría la cima de la Pierre de Saint-Martin, ya en territorio francés.
Etapa 15 | Pamplona - Lekunberri | 158,3 km (10/09)
El segundo bloque de la carrera lo cierra una jornada más que interesante en territorio navarro. Etapa rompepiernas y con un perfil predilecto para ver una bonita batalla entre los fugados tras dos jornadas intensas en los Pirineos. El recorrido incluye una primera ascensión de tercera categoría, el Puerto de Lizarraga (19,2 km al 3%), y la doble subida a Zuarrarrate (7,4 km al 4,7%, y tramos sostenidos por encima del 6%). El último paso será a tan solo ocho kilómetros de la meta, por lo que ejercerá de juez para definir al ganador de la etapa tras un descenso muy rápido por carretera estrecha y sinuosa hasta Lekunberri, donde Marc Soler se hizo con la victoria en 2020.
Etapa 16 | Liencres - Bejes | 120,1 km (12/09)
La última y decisiva semana comienza con una etapa llana —y corta— atravesando Cantabria y un final muy explosivo en Bejes. Un día el que la fuga tratará de distanciarse en los repechos que se suceden en el recorrido para intentar luchar por la victoria. El cruce hacia Bejes desde La Hermida, y su considerable estrechamiento, será un punto crítico de la etapa, pues el pelotón volará durante los kilómetros previos buscando la mejor colocación. Desde ese punto, la ascensión final será de 5 km con una media que roza el 10% y tramos que superan de forma sostenida el 14%. Un final estilo Vuelta.
Etapa 17 | Ribadesella/Ribeseya - Altu de L’Angliru | 124,4 km (13/09)
Regresa el Altu de L’Angliru tres años después. Las infernales rampas por encima del 20% de este muro asturiano volverán a ser protagonistas en la Vuelta a España por novena vez en su historia. En su cima, grandes nombres como José María Chava Jiménez, Gilberto Simoni o Alberto Contador han alzado los brazos asomando entre la niebla. Será una jornada clave para la clasificación general, pero a diferencia de otras ediciones no ejercerá de elemento bloqueador al producirse un día antes de otra etapa montañosa.
La etapa tan solo tendrá 122 km, pero la dureza se acumulará en los últimos 55 km con la ascensión al Alto de la Colladiella (6,8 km al 7,5%) y el tradicional paso por el Alto del Cordal (5,6 km al 8,8%). Su peligroso descenso marcará el inicio de la subida a L’Angliru (13,2 km al 9,4%). Un puerto de sobra conocido por el pelotón con sus 6 kilómetros iniciales más “suaves” y otros 6 kilómetros en los que las pendientes no bajarán del 12%, especialmente en la Cueña les Cabres con máximas que llegan hasta el 24%.
Etapa 18 | Pola de Allande - La cruz de Linares | 178,9 km (14/09)
La aventura asturiana concluye con una jornada próxima a los 180 kilómetros y con el estreno de Cruz de Linares, puerto inédito en la Vuelta a España. Una ascensión que se hará por partida doble encadenándose en los últimos 30 kilómetros de la etapa y que estará precedido por el Alto de las Estacas (5,1 km al 6,7%), el Puerto de San Lorenzo (10,1 km al 8,6%), por su vertiente más irregular, pero igual de exigente con porcentajes que llegan hasta el 15%, y el explosivo Alto de Tenebredo (3,5 km al 9,4%).
Un aperitivo que irá mellando las fuerzas de los ciclistas a través de un terreno que invita a proponer estrategias ofensivas en el último día de alta montaña con el objetivo de dar un vuelco a la general antes de la definitiva jornada en Guadarrama. El puerto de la Cruz de Linares (8,2 km al 8,7%) acumula la mayor dureza en sus primeros 4,5 km, donde los porcentajes se mantienen por encima del 10%, con numerosas curvas de herradura, y alcanzan el 15% en un tramo de hormigón al atravesar Castañedo del Monte. A partir de ese punto la pendiente se suaviza en torno a un 7,5%, momento en el que las diferencias se podrían aumentar si algún valiente ha logrado cierta ventaja en la parte más dura.
Etapa 19 | La Bañeza - Íscar | 177,1 km (15/09)
Etapa completamente llana atravesando la Meseta castellano leonesa camino del pequeño municipio vallisoletano de Íscar, que se estrena como final de etapa de la Vuelta a España. Una llegada que, salvo sorpresa mayúscula, culminará con una esprint entre los ciclistas más rápidos del pelotón después de una travesía muy larga por las montañas. Tan solo la posibilidad de que aparezcan vientos cruzados podría complicar la penúltima oportunidad de conseguir la victoria en una volata masiva.
Etapa 20 | Manzanares El Real - Guadarrama | 207,8 km (16/09)
La etapa más larga de La Vuelta, la única que supera la barrera de los 200 kilómetros, como colofón final a la carrera. A lo largo del recorrido se suceden hasta diez ascensiones sin excesiva entidad, todas de tercera categoría, pero que acumularán más de 4.000 metros de desnivel. Un terreno al estilo clásica, muy sinuoso y frenético, sin apenas tiempo para relajarse. Ni siquiera en las bajadas. Sin duda, una jornada perfecta para emboscadas filtrando compañeros en la escapada y arrancando desde lejos para poner en aprietos al maillot rojo.
Etapa 21 | Hipódromo de la Zarzuela - Madrid | 101,1 km (17/09)
Llegada tradicional al circuito que recorre parte del centro de Madrid y paseo triunfal para los ganadores de la 78ª edición de la Vuelta a España. Como es ya tradicional, será una jornada vespertina plácida y tranquila en la que se sucederán los ataques durante los últimos kilómetros para tratar de romper el más que previsible esprint. Un recorrido de diez vueltas entre la Gran Vía, el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos con la Fuente de Cibeles como colofón para engalanar al nuevo maillot rojo de la Vuelta a España.
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