El 18 de marzo de 1961 un joven Raymond Poulidor conseguía hacerse con la victoria en la Milán-Sanremo. Sesenta y dos años después, su nieto, Mathieu van der Poel, repetía la hazaña en La Classicissima. Cosa de familia. El neerlandés supo maximizar sus opciones con un movimiento en el momento y el lugar indicado: los últimos metros del Poggio tras el ataque inicial de Pogačar. Arriesgó en el descenso haciendo gala de sus exquisitas habilidades técnicas y conquistó su primera Milán-Sanremo. El tercer Monumento para Mathieu van der Poel.
Un Mathieu van der Poel con aspecto relajado y confiado en la antesala de la presentación de equipos del viernes. (Imagen: James Startt)
Matej Mohorič, defensor del título, charla con la prensa en vísperas de su asalto, de nuevo, a la victoria en Sanremo (Imagen: James Startt)
Peter Sagan afrontaba su última Milán-Sanremo como ciclista profesional. Una carrera que siempre se le resistió Quizá estaba pensando en eso en el interior del autobús del Total Energies (Imagen: James Startt)
Este joven aficionado, que lucía un maillot del equipo de Marco Pantani, disfrutaba de la salida de la Milán-Sanremo 2023 en Abbiategrasso en primera fila (Imagen: James Startt)
Un inspirado Alessandro Tonelli (Green Project-Bardiani CSF-Faizanè) inicia la escapada a primera hora de la mañana por las extensas llanuras que acompañan a los ciclistas durante los primeros compases de carrera (Imagen: James Startt)
El pelotón afronta la primera ascensión de la jornada, el Passo del Turchino, a mitad de carrera. (Imagen: James Startt)
Puestos ambulantes durante el paso de la Milán-Sanremo. Naranjas sicilianas y fresas frescas en el lateral de la carretera (Imagen: James Startt)
Los integrantes de la fuga se abren paso a través de uno de los pueblos que confirman la ascensión al Passo del Turchino (Imagen: James Startt)
El pelotón rodea uno de los acantilados característicos de la costa mediterránea del Mar de Liguria al adentrarse en los últimos cien kilómetros de carrera (Imagen: James Startt)
Los escapados aceleran ante una diferencia que nunca llegó a superar los cuatro minutos de diferencia (Imagen: James Startt)
El equipo Jumbo-Visma lideró la persecución por las sinuosas carreteras costeras camino de Sanremo (Imagen: James Startt)
Al igual que en 2022, el esloveno Tadej Pogačar presionó al resto de favoritos con un fuerte ataque en el icónico Poggio. Sin embargo, una vez más, no fue capaz de marcharse en solitario y establecer una diferencia significativa (Imagen: Bettini)
Una circunstancia que sí logró Mathieu van der Poel. Atacó con potencia en los 200 metros finales del Poggio y entró con una pequeña ventaja, que fue aumentando, al descenso. (Imagen: La Presse/RCS)
A menos de dos kilómetros de la meta, Van der Poel atraviesa en solitario las calles de San Remo con una diferencia notable (Imagen: Bettini)
Brazos en alto al cruzar la meta. Mathieu van der Poel celebra una de sus mayores victorias. El tercer Monumento en su palmarés en carretera (Imagen: James Startt)
Filippo Ganna sorprendió al liderar el esprint por la segunda posición, terminando por delante de Van Aert y Pogačar. Su campaña de clásicas ha empezado con buen pie. (Imagen: James Startt)
El sabor de la victoria (Imagen: Dario Belingheri/RCS)
Luke Rowe convirtió la línea de meta en un asunto familiar (Imagen: James Startt)
“Demos la bienvenida al podio al ganador de la Milán-Sanremo 2023, el Sr. Mathieu van der Poel” (Imagen: James Startt)
El neerlandés posa junto al trofeo como flamante ganador de la Milán-Sanremo 2023 (Imagen: James Startt)