La Lieja-Bastoña-Lieja es la encargada de cerrar las clásicas de primavera y, por supuesto, de poner el colofón al Tríptico de las Ardenas, junto con la Amstel Gold Race y la Flecha Valona. Tradicionalmente, es el cuarto de los cinco Monumentos de la temporada y se trata del más antiguo, pues su primera edición se disputó en 1892. Más de 130 años después, este domingo 23 de abril se celebra la 109ª edición, pues tras las tres victorias consecutivas de León Houa, entre 1895 y 1907 no se disputó, así como en los periodos de la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
La naturaleza de la Lieja-Bastoña-Lieja, también conocida como La Doyenne ("la decana") por su longevidad, permite que las condiciones de los clasicómanos, de los ciclistas explosivos y de los escaladores puros se igualen en un terreno montañoso y repleto de las exigentes cotas de la región de Valonia, la parte francófona de Bélgica. De hecho, los belgas son los ciclistas que dominan el palmarés histórico de la carrera, con la figura de Eddy Merckx como máximo exponente al conseguir cinco victorias: 1969, 1971, 1972, 1973 y 1975. Tan solo Moreno Argentin y Alejandro Valverde, con cuatro triunfos, han sido capaces de acercarse a los números del ‘Caníbal’.
En la última década, solo el ciclista murciano, que comparte con Merckx el honor de ostentar el mayor número de podios en la Lieja (siete), ha podido repetir victoria. Una referencia que podría cambiar este 2023 a través de Tadej Pogačar o Remco Evenepoel. Tanto el esloveno como el belga son los dos últimos ganadores de La Decana, pero además se presentan a esta edición como los máximos favoritos para conseguir su segundo triunfo. Precisamente, se trata de un duelo que pocas veces se ha podido disfrutado, pues ambos han llevado hasta el momento carreras paralelas con pocos enfrentamientos directos.
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Recorrido de la Lieja-Bastoña-Lieja 2023
Los adoquines de Flandes y el norte de Francia dan paso a las cotas más largas y duras de las Ardenas. La Lieja-Bastoña-Lieja no es solo el Monumento más longevo, sino también el que presenta una mayor elevación con más de 4.400 metros de desnivel acumulado en su 109ª edición. La ruta recorre 258,1 kilómetros a través de su recorrido característico con salida en la ciudad de Lieja hacia Bastoña, cercana con la frontera de Luxemburgo, y regreso a la capital industrial de la región belga de Valonia.
La primera mitad de la carrera está relativamente exenta de grandes subidas viajando a través de un paisaje ondulado hacia el punto más meridional de la prueba camino del oeste de las Ardenas. En este tramo, los ciclistas tan solo afrontarán el paso por la Côte de la Roche-en-Ardenne (2,7 km al 5,7%). Una vez que la carrera pasa por Bastoña, y vuelve a girar hacia el norte en dirección a Lieja, se mantiene el estilo sinuoso durante más de 60 kilómetros con la ascensión a la Côte de Saint-Roch (1 km al 9,9%).
A partir de ese momento comienza la zona más complicada, en la que la concentración y la dificultad de las subidas aumentan a medida que pasan los kilómetros de la carrera. La Côte de la Mont-le-Soie (1,7 km al 5,7%) es la encargada de iniciar estos últimos 100 kilómetros en los que se pone de manifiesto la esencia de la Lieja-Bastoña-Lieja. Se suceden una serie de ascensiones como la Côte de Wanne (3,5 km al 5,5%), la Côte de Stockeu (1 km al 12,6%), el Col du Rosier (4,4 km al 5,7%) o la Côte de Desnié (1,6 km al 9,4%).
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Tras un descenso relativamente largo, llega la emblemática Côte de La Redoute. Esta subida de 2 km al 8,6% de pendiente media, y máximas que alcanzan el 16% en su parte central, se corona a falta de 34 kilómetros para la línea de meta. Aunque en las últimas ediciones había perdido la importancia que ha tenido a lo largo de la historia de la carrera, fue el lugar escogido por Remco Evenepoel para lanzar su demoledor ataque camino de la victoria en la edición anterior. La Redoute estará enlazada con la Côte des Forges (1,3 km al 7,8%) antes de afrontar la definitiva Côte de la Roche-aux-Faucons.
Remco Evenepoel emocionado al lograr la victoria en la Lieja-Bastoña-Lieja 2022 (Fotografía: A.S.O.)
Esta última subida es un ascenso corto, de 1,3 km, pero muy intenso, con una pendiente media del 11% y máximas que superan el 14% en algunos puntos. En caso de que la carrera llegue todavía compacta, o con un grupo reducido, se trata del último trampolín para los ataques decisivos, ya que se corona a falta de 13 kilómetros para la línea de meta y precede a un tramo de 1,2 km al 6,3%, conocido como Boncelles, en el que puede acabar de confirmarse quién, o quiénes, optarán a la victoria.
Una vez superado Boncelles restan 10 kilómetros a través de un descenso muy rápido, complicado de recuperar diferencia en caso de que se marche alguien en solitario, que desemboca en la unión entre el río L’Ourthe y el río Mosa. De hecho, la bajada concluye exactamente en el giro a derechas que conduce hacia un último kilómetro completamente llano y recto donde en 2020 y en 2021 la ‘Decana’, se decidió al esprint.
Favoritos
La Lieja-Bastoña-Lieja 2023 está marcada por el gran duelo entre Tadej Pogačar y Remco Evenepoel. El belga es el actual defensor del título, mientras que el esloveno llega tras una primavera brillante y con el objetivo de completar unas Ardenas perfectas después de las victorias en Amstel Gold Race y Flecha Valona. Por el momento, han coincidido en pocas carreras, aunque en las dos últimas —Clásica de San Sebastián y Mundial— el gran vencedor fue Evenepoel. En ese caso, la batalla todavía parecía un tanto lejana, pero en La Decana se enfrentarán en un duelo directo por un objetivo.
Ambos han llevado una temporada muy diferente. El belga optó por carreras de una semana como la Vuelta a San Juan, el UAE Tour y la Volta a Catalunya, donde mantuvo una bonita batalla con su máximo rival en el próximo Giro d’Italia, Primoz Roglic, para ir aproximando el punto de forma de cara a esa corsa rosa. Por su parte, el esloveno se adentró de lleno en el terreno de las clásicas y los adoquines, demostrando que se trata de un ciclista con unas capacidades innatas que le hacen ser capaz de ganar el Tour de Flandes, hacer podido en la Milán-San Remo, dominar la París-Niza y ser, al mismo tiempo, uno de los máximos favoritos al Tour de Francia.
Pogačar, con la intención de seguir ampliando su leyenda. Evenepoel, con la motivación de vestir el maillot arcoíris y el dorsal número 1 en la carrera que siempre había soñado con ganar. Será interesante ver cómo se resolverá esta bonita batalla entre dos ciclistas que suelen proponer movimientos ofensivos y atacando desde lejos. Las grandes rivalidades se forman parte del relato en la historia del ciclismo, y con tantos frentes abiertos como tiene Pogačar puede que la suya con Evenepoel marque el territorio de las Ardenas en la próxima década.
Imagen de cabecera: A.S.O.