Quién nos iba a decir que la última etapa en el tradicional circuito por el centro de Madrid nos iba a regalar una de las mejores etapas de La Vuelta 2023. Y el artífice de este espectáculo inesperado tiene nombres y apellidos: Remco Evenepoel. El ciclista belga ha cambiado el relato de la jornada atacando a falta de 38 kilómetros fruto de una inspiración: “No tenía planeado ningún movimiento, pero cuando escuché por radio los nombres que marchaban por delante pensé que era un buen grupo para unirme”, comentaba en meta. Si hoy desde VOLATA tratábamos de desmentir el mito del “paseo” en las calles de la ciudad de Madrid, Evenepoel se ha encargado de llevar esa circunstancia a una dimensión superior. Los látigos en la parte trasera del pelotón no habrán sido muy agradables.
Quizá lo único racional haya sido la victoria de Kaden Groves. Pero ni siquiera el australiano ha seguido el previsible guion en la capital española. El de Alpecin-Deceuninck ha tenido un ojo puesto en todo momento en la figura de Evenepoel, pues el maillot verde seguía en juego a pesar de haber ganado el esprint intermedio. No le podía dejar marchar. “Remco era una amenaza e intuía que buscaría sorprender, ya no por maillot sino por ganar la etapa. Tuve que seguirlo y Edward [Planckaert] fue clave ayudándome a cerrar la brecha”, reconocía. Junto a ellos se aferraba también el italiano Filippo Ganna, acompañado de un Omar Fraile que cedía con el trabajo completado. La conexión más adelante con Lennard Kämna, Nico Denz y Rui Costa —ejem— consumaba el éxito de la inspiración de Remco.
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Se abría entonces una situación interesante e imprevista que nos ha mantenido pendientes de la pantalla, la radio o las redes sociales durante las siete vueltas restantes al circuito madrileño. Dos claros favoritos por delante y un grupo muy potente capaz de plantar cara al pelotón. Mientras EF Education-Easy Post, DSM-Firmenich, UAE Team Emirates, Lotto-Dstny, Caja Rural-Seguros RGA y Bahrain-Victorious se turnaban desesperados, los kilómetros caían como una losa y la diferencia se mantenía estable en torno a los 20”. Todo se ha decidido en el último kilómetro, cuando se han mirado unos a otros con sangre fría y el pelotón ha acabado llegando. Evenepoel es el que, de nuevo, ha forzado la máquina. Pero esta vez ha sido demasiado optimista. “El hecho de que Remco comenzara a 500 metros de la meta fue una gran ventaja para mí”, confesaba Groves.
El australiano ha aprovechado la estela del belga para conseguir su tercera victoria en esta edición de La Vuelta. Tardó en llegar, después de comenzar de manera fulgurante la primera semana, pero el de Alpecin ha podido completar su ‘hat trick’ particular. El que se ha vuelto a quedar con la miel en los labios ha sido ‘Pippo’ Ganna, que por tercera ocasión ha terminado segundo en su reconvertida faceta a velocista. Y mientras Sepp Kuss y el Jumbo-Visma celebraban sus triunfos en Giro, Tour y Vuelta, y Luis León Sánchez se despedía de la afición y del ciclismo profesional, Evenepoel disfrutaba de haber alterado la narrativa de la etapa final: “Hoy me ha resultado difícil ganar, pero fue divertido”. Esta es, posiblemente, la frase que mejor resume La Vuelta del belga. Y nos encanta.
Imagen de cabecera: Sprint Cycling