Uno de los comentarios más habituales cuando hablamos con ciclistas de forma informal es el “es que no sabéis lo rápido que se va en el pelotón”. Otro que suele oírse es “las bicis ahora van muy rápido”. Y lo cierto es que es verdad, las bicis corren más gracias a los avances de los últimos años en aerodinámica y en biomecánica, pero no menos cierto es que los ciclistas están consiguiendo pedalear más fuerte, más rápido y durante más tiempo. Ahí es donde la nutrición se ha convertido en un punto de inflexión.
Hoy en día, los corredores ya no solo se pegan el perfil de las etapas en el manillar, sino que se apuntan la cantidad de alimento que deben ingerir en cada fase de la competición. Sin duda, este avance, poco visible en las retransmisiones deportivas y a los ojos de los espectadores y aficionados, está consiguiendo que haya más competitividad y que esta dure hasta el final de las etapas o las carreras. También tiene un efecto psicológico clave: si sabes que tu cuerpo va a responder porque está cargado de energía, siempre vas a competir con más confianza y, quien sabe, atreverte a entrar en una fuga o proponer un ataque. Una de las claves en esa mejora es la ingesta de hasta 130 gr de hidratos de carbono por hora, un protocolo alimenticio que, como veremos, también debe entrenarse.
El equipo Movistar, durante una visita en las instalaciones de 226ers en Alcoi.
En este sentido, la alianza que los equipos profesionales y las marcas de nutrición deportiva iniciaron hace unas temporadas, está empezado a recoger los frutos ahora tras años de estudio y de analizar los datos de los corredores, a los que se monitoriza constantemente. Si en su momento, tener a un biomecánico en plantilla fue esencial para adaptar el pedaleo y la bicicleta al cuerpo de cada ciclista, ahora lo es la figura del nutricionista, que puede trabajar a medida con cada individuo en función de sus características únicas.
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El trabajo codo a codo con el ciclismo profesional para evolucionar
Desde 2019, el equipo World Tour Movistar y la empresa de Alcoi 226ers trabajan codo a codo para provisionar a los corredores los suplementos nutritivos que los ciclistas necesitan. Pero al mismo tiempo, también desarrollan una línea de productos pensada para la alta competición como los geles High Energy Gel 76g y el Isotonic Gel 68g, y la bebida isotónica en formato monodosis Sub9 Race Ray. Desde el pasado mes de octubre, se han añadido el gel High Fructose Gel y la bebida energética en polvo High Fructrose Energy Drink. Ambos basados en las capacidades de la maltodextrina y la fructosa en proporción 10:8.
El High Fructose Gel aporta 55 g de HC, 220 Kcal y 250 mg de sodio por unidad.
La bebida High Fructose Drink aporta 87 g de GC, 347 Kcal y 500 mg de sodio por toma.
“En el equipo siempre estamos al día de todos los nuevos estudios universitarios que van saliendo sobre nutrición y últimamente veíamos que la inclusión de la fructosa era muy interesante — comenta Iván Velasco, biomecánico y figura clave en el rendimiento de los corredores del Movistar Team—. Y lo hablamos con 226ers, que siempre están abiertos a todo esto. Es genial trabajar así y tener acceso a seguir evolucionando, tanto para ellos como nosotros, porque hoy en día la nutrición es fundamental”. Y se reafirma: “La nutrición es lo que está cambiando el ciclismo”.
La nueva serie de productos basada en la vía de la fructosa para una mayor ingesta de hidratos de carbono por toma (Foto: 226ers)
Desde 226ers recibieron con buenos ojos empezar esa línea de trabajo, aunque la implementación a base de fructosa ha requerido varios años de iteraciones y pruebas. El objetivo era crear nuevos geles que facilitan la asimilación de más hidratos de carbono (HC) por ingesta y por hora. Según la marca alicantina, la combinación de maltodextrina y la fructosa permite digerir y asimilar una alta cantidad de HC por hora “minimizando el riesgo a sufrir problemas gástricos”, que es una de las consecuencias en los deportes de resistencia.
Solucionar este último punto fue uno de les grandes obstáculos, como comenta Jesús Sánchez Bas, CEO de 226ers: “En su momento lanzamos los geles High High Energy e Isotonic Gel, que son con ciclodextrina y que sientan fenomenal [al estómago], pero no tienen la doble vía de la fructosa —asegura—. Pero en un momento dado entra en solfa meterse eso 100, 120 o 130 gramos [de hidratos de carbono] por hora y, claro, nuestros geles entonces no eran viables con una carga tan alta. Solo la fructosa lo puede conseguir. El problema es que la fructosa genera intolerancia en grandes cantidades y a la gente le sienta mal”.
Sánchez Bas prosigue: “Cuando desde Movistar nos propusieron trabajar con fructosa, les dijimos justo eso, ‘ojo, que la fructosa genera intolerancia’. Y en las primeras pruebas que hicimos, empezaron a tener esos problemas. Pero trabajamos con ellos para descubrir cómo puede evolucionar un atleta, un ciclista, en esa tolerancia a la fructosa y vimos que sí que se puede trabajar, que se puede conseguir un buen resultado”.
Jesús Sánchez Bas (izquierda), CEO de 226ers, junto con Angel Sevillano (derecha), responsable de márketing de la empresa alicantina durante la edición de Badlands 2022 (Foto: Juanan Barros)
De hecho, para que el cuerpo pueda sacar el máximo rendimiento de esta elevada ingesta de HC por hora, también debe entrenarse y hay que integrarla en las sesiones de preparación diarias con planes hechos a medida de cada cuerpo, teniendo en cuenta variables como el metabolismo y tolerancia individual, la duración y la intensidad de los entrenamientos y las condiciones ambientales, entre otras. De este modo, el organismo se va adecuando a esta nueva dinámica nutricional que luego va a tener que usar durante la competición.
“Hay varias vías de absorción de los hidratos de carbono. Solo con la maltodextrina a veces no llegas a cubrir las necesidades en gramos por hora que se necesitan hoy en día y por la vía de la fructosa, combinando las dos, sí que se consigue llegar haciendo una ratio óptima entre las dos. Se consigue llegar a meter más hidratos de carbono y el cuerpo es capaz de absorber esas cantidades tan grandes de hidratos que hacen que pueda rendir durante cinco o seis horas a un altísimo nivel”, asegura Sánchez Bas.
¿Hay margen para innovar?
Sin duda, los protocolos de 100 a 130 gramos de HC por hora han cambiado la manera en la que los atletas se nutren y toman alimento para mejorar su rendimiento durante la competición. Pero todo apunta a que las innovaciones actuales son tan solo la punta del iceberg de lo que está por venir. Velasco, del equipo Movistar, no duda en verlo como una gran oportunidad para seguir avanzando. “Creo que todavía hay margen para seguir innovando y en todos los campos, como en el del entrenamiento, en el de la aerodinámica, en el del entrenamiento en altitud... Son cosas que son relativamente nuevas… Es decir, en ellas mismas no son nuevas, pero sí que es nuevo el impacto que generan a nivel fisiológico, pues no ha sido fácil de estudiar sin sensores como hasta ahora. Cada vez estamos más sensorizados y tenemos acceso a más datos, a poderlo parametrizar todo. En consecuencia, es mucho más fácil determinar qué te va bien, qué no te va bien y, a raíz de ahí, seguir evolucionando”.
Algunas de las barritas y geles para los corredores del Movistar en una zona de avituallamiento en la pasada La Vuelta (Foto: Naike Ereñozaga)
Ante todas estas novedades, que seguro que podremos ver en el pelotón profesional en la temporada 2024, surge también la pregunta de cómo gestionar toda esta ciencia con los propios ciclistas, que no dejan de tener sus propias creencias, y cómo confrontarla a la tradición del ciclismo. “Como con todo, somos humanos y a veces pensamos que con los datos está todo hecho, pero justamente al ser humanos, también tenemos otras ideas personales. A los corredores les pasa y al final se trata de educarles, como ha pasado en el aspecto aerodinámico —asegura el técnico del equipo telefónico—. Por ejemplo, en las cronos lo han ido experimentando y ya ven con datos que una posición es más rápida que la otra, que un casco les beneficia más que otro, que un material les va mejor que otro. Entonces, en el tema nutricional es básicamente lo mismo. Siempre hay corredores que te dicen aquello de que 'es que a mí siempre me ha ido bien así'. Claro, ya, pero, ¿y si puedes dar un 2% más cambiando ciertas cosas? Las creencias de la vieja escuela de ciclismo de que 'es que siempre lo hemos hecho así', en mi opinión hay que desterrarlas. La ciencia está avanzando a una velocidad altísima y hay que evolucionar y probar cosas nuevas, porque aunque te haya ido bien hasta ahora, puede ser que a partir de ahora te vaya incluso mejor”.
Contenido realizado en colaboración con 226ers. Para más información visita 226ers.com