El próximo domingo 7 de octubre se celebra el último Monumento de la temporada 2023: Il Lombardia. La Clásica de las Hojas Muertas, descrita así por su característico colorido otoñal entre los lagos y las montañas del norte de Italia, disputa su 117ª edición en el exigente y duro terreno de la región lombarda, fiel a la identidad propia que ha ido gestando desde su creación en 1905. Una carrera arraigada a la cultura y la sociedad de la zona y, en el terreno deportivo, propicia para los escaladores gracias a los desniveles acumulados, siempre por encima de los 4.000 metros, y los técnicos descensos que se suceden a lo largo de la ruta.
Se trata del tercer monumento ciclista más longevo, tras la Lieja-Bastoña-Lieja (1892) y la París-Roubaix (1896). En sus 119 años de historia, tan solo la época más cruenta de la Segunda Guerra Mundial en Italia, en 1943 y 1944, impidió que se disputase. El ADN de los ciclistas italianos y su particular relación con las carreras transalpinas colocan, como en la gran mayoría de las pruebas de la península itálica, a corredores locales en lo más alto del palmarés. En este caso, la figura legendaria de Fausto Coppi ocupa el primer lugar del ránking, pues con su quinta victoria en 1954 superó los cuatro triunfos que cosechó Alfredo Binda entre 1925 y 1931.
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Este 2023, Tadej Pogačar buscará igualar las tres victorias consecutivas de Binda e igualar en el palmarés histórico a Constante Girardengo, Sean Kelly, Damiano Cunego, Gino Bartali y Gaetano Belloni. El recorrido es muy similar a la edición de 2021, la primera victoria del esloveno en Lombardia, con salida en la ciudad de Como, la puerta de entrada a los Alpes fronterizos con Suiza, y llegada en Bergamo. Ambas localidades intercambian cada año el inicio y el final, pero son sede de la carrera desde el año 2014. La ruta, con más de 4.400 metros de desnivel positivo acumulado, tendrá una primera fase de adaptación y desgaste que irá consumiendo las reservas de los corredores antes del tramo decisivo con tres elementos fundamentales: explosividad, fuerza y resistencia.
Recorrido Il Lombardia 2023: Como - Bergamo (238 km)
Tras la salida en la ciudad de Como, la carrera se dirige rápidamente hacia la venerada ascensión a Madonna del Ghisallo. La relación de esta capilla con el Giro di Lombardía —actual Il Lombardia— la han convertido en un lugar de peregrinaje ciclista. Incluso el papa Pio XII la consagró como Patrona universal de los ciclistas en 1948. A diferencia de cuando la prueba concluye en Como, en esta ocasión su paso será meramente anecdótico, pues la vertiente de Erba (16,7 km al 2,8% de media) no es la más exigente ni tendrá una gran incidencia al situarse a más de 200 km de meta. Tras el Ghisallo, el pelotón afrontará un descenso rápido y técnico hacia Bellagio, desde donde el dominante Lago di Como acompañará a los ciclistas camino de Lecco, final de Il Lombardía entre 2011 y 2013.
Una vez superado este tramo de 50 kilómetros llanos, la carrera vuelve a adquirir un color montañoso en el interior de la provincia de Bergamo. La primera subida de este constante terreno repleto de ascensiones y descensos sin descanso será el de Roncola Alta, protagonista de la batalla por la victoria entre McNulty, Healy y Frigo en la 15ª etapa del Giro 2023. Este puerto presenta un total de 9,4 kilómetros desde Almenno San Barlomento y una engañosa pendiente media del 6,6%, pues algunas rampas iniciales alcanzan el 17%. La carretera mantendrá un ligero ascenso camino de Costa Valle Imagna, donde comienza el descenso que conduce a la tercera subida del día: Berbenno (6,8 km al 4,4% de media y máximas del 8%).
Este ascenso sirve de transición hacia el encadenado del Passo della Crocetta y Zambla Alta. La consecución de subidas comienza en San Pellegrino Terme y la primera de ellas es la más exigente, con 11 kilómetros al 6,2% de pendiente media. A pesar de ser un puerto bastante sostenido, el tramo central alcanza el 11% de máxima y durante varios kilómetros las rampas se mantienen constantes por encima del 7,5%. Prácticamente sin descanso los corredores afrontarán la subida a Zambla Alta (9 km al 3,5%). Se trata de una ascensión escalonada, con un primer kilómetro por encima del 6%, una zona central que supone un falso llano y un tramo final que vuelve a ser duro con pendientes que llegan hasta el 10%.
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Llega entonces el turno del lugar que contiene todos los ingredientes para convertirse en el punto decisivo, como en la edición de 2021, si la carrera llega compacta a falta de 40 kilómetros para la línea de meta: el Passo di Ganda. Este puerto supera los 9 km de longitud y presenta una media del 7,3%, aunque concentra gran parte de su dureza en la parte final. Los dos últimos kilómetros y medio el porcentaje se mantiene cercano al 10% y alcanza picos del 15% a menos de 1.000 metros de la cima. Un largo descenso técnico entre Selvino y Nembro, caracterizado por las tradicionales 19 curvas de herradura que dibujan una trayectoria serpenteante, guiará a los ciclistas hacia Bergamo.
Pero todavía deberán afrontar la dificultad del paso por Città Alta. En los últimos 5 kilómetros, ya dentro de Bergamo, aparece la corta ascensión hacia Porta Garibaldi y Colle Aperto. Será la última oportunidad para romper la carrera en caso de que un grupo reducido se encuentre en cabeza. Una pequeña cota de poco más de 2 kilómetros de longitud con una pendiente media del 8% y porcentajes que llegan hasta el 12%, e incluso un tramo de 200 metros sobre un adoquín muy fino. El ganador de la Clásica de las hojas caídas se decidirá tras una bajada a través de una carretera amplia y de buen asfalto, pero que presenta varios estrechamientos y curvas cerradas antes del último kilómetro.
Imagen de cabecera: RCS