Si intentamos hacer una lista sobre los principales favoritos a conseguir la victoria en una una de las tres grandes carreras por etapas, Giro, Tour y Vuelta, seguramente, y de forma casi natural, nos vendrán a la cabeza una lista con nombres como los de Tadej Pogačar, Primož Roglič, Jonas Vingegaard, Remco Evenepoel y Richard Carapaz. Entre esas quinielas internacionales rara vez aparece la figura alta y desgarbada de Enric Mas, la mayor esperanza actual del conjunto Movistar, entre los candidatos mejor valorados para optar a subirse a lo más alto del podio.
Esta circunstancia nos puede sorprender si tenemos en cuenta que, aunque todavía no ha conseguido ninguna victoria en una vuelta de tres semanas, ha logrado acabar en segunda posición en la Vuelta en tres ocasiones, en 2018, 2021 y 2022, y en 2020 concluyó quinto en el Tour de Francia. En cierta manera, esta situación se debe a que el propio ciclista balear, por su carácter más reservado, discreto y tranquilo, a menudo se instala en un segundo plano, sin reclamar ser el centro de atención. También ha influido el hecho que en Movistar ha tenido que compartir protagonismo con una figura de los quilates de Alejandro Valverde.
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Sin embargo, en 2023 Enric Mas quiere destacar. "Tengo hambre de ir un paso más allá", comenta el balear durante la primera concentración de pretemporada del equipo. "Mi objetivo es ganar una Gran Vuelta y espero estar entre los principales candidatos en el Tour y la Vuelta, pero también en las carreras de principios de años". El ciclista de Artà habla con un entusiasmo renovado, deseoso de transmitir que sus ambiciones van en serio. No obstante, antes de centrarse en el futuro, durante la conversación mantenida, echa un vistazo a 2022 con cierto grado de satisfacción.
En la Vuelta a España concluyó en segunda posición. Fue un resultado que, según Mas, podría haberse mejorado porque cree que hubo momentos en los que se le escapó la victoria. "Quizás podría haber estado mejor en Sierra Nevada", asegura recordando la décimoquinta etapa de la carrera. Es un análisis sorprendente teniendo en cuenta que fue aquel día cuando el corredor de Movistar ganó tiempo a todos sus rivales en la clasificación general, terminando segundo en la etapa y obteniendo 36 segundos de ventaja frente a Remco Evenepoel. Aun así, considera que podría haber hecho más. "Quizá no fue suficiente, pero nunca lo sabré. Al fin y al cabo fui segundo y tengo que estar contento, porque en el Tour de Francia no estuve tan bien".
Enric Mas junto a Remco Evenepoel, Primož Roglič y Carlos Rodríguez en la octava etapa de la Vuelta a España 2022 (Fotografía: Charly Lopez / ASO)
Precisamente, la 109ª edición de la ronda gala fue un auténtico calvario para el mallorquín. Pocos días antes de finalizar en París dio positivo en Covid-19, por lo que se vio obligado a abandonar la carrera, pero hasta ese momento arrastró un serio problema con su técnica en los descensos, perdiendo toda la confianza tras sufrir caídas sistemáticas en carreras como la Itzulia, Tirreno y Dauphiné.
Es por ello que su capacidad para recuperarse de este bloqueo, tanto mental como físico, tan solo unas semanas más tarde para ser capaz de terminar segundo en la Vuelta, es un reflejo de la tenacidad y determinación. "Tengo que seguir trabajando mucho para pulir detalles en la contrarreloj para obtener un mejor rendimiento. Y también en el descenso. Pero al mismo tiempo que soy consciente de que tengo que seguir esforzándome, también hay que saber disfrutar. Muchas veces esa parte es incluso más importante”, asegura.
Aunque durante la conversación no lo expresa explícitamente, parece dejar entrever que algo que ayudaría a Mas a disfrutar un poco más de las carreras es que en ocasiones viera recompensado esos esfuerzos con un primer puesto. El elemento que le apartó de ese objetivo en la Vuelta fue la figura de Remco Evenepoel.
Aunque el belga ya había dejado destellos previos —junto con declaraciones de su intención de optar a carreras de tres semanas—, lo que hizo en la Vuelta impresionó a propios y extraños cuando consiguió su primera victoria en una gran vuelta. "Es un ciclista excepcional —comenta Mas del belga—. Solo dos semanas después de la Vuelta ganó el Mundial, una carrera totalmente diferente. Creo que vamos a tener Remco para muchos años”.
Enric Mas en la meta del Alto de la Hoya de la Mora en la etapa décimoquinta de la Vuelta a España (Fotografía: Tim de Waele / Getty)
De hecho, el concepto de disfrutar es un elemento que, claramente, Enric Mas considera como un factor esencial para alcanzar el éxito en un mundo del ciclismo tan sacrificado. Además, explica que esa es la razón por la que ha elegido permanecer en Movistar hasta 2025. "Es como una gran familia y me siento muy bien acogido en esta estructura", asegura el balear que, a su vez, señala que el entrenamiento con sus compañeros de equipo es lo que le mantiene motivado durante el invierno. Le gusta destacar el hecho que forman un grupo que pedalea muy unido.
En 2023, Enric Mas se postula como el líder indiscutible del conjunto Movistar para las vueltas de tres semanas, más aún tras la retirada de Alejandro Valverde. Sin embargo, considera que la marcha del ciclista murciano del equipo es más una pérdida que una oportunidad. "Es una sensación muy triste, porque no volveré a tenerle a mi lado en carrera. Siempre me apoyaba y ayudaba, tanto en el pelotón como en el hotel. Al menos se quedará haciendo alguna función dentro del equipo, aún no sé cuál, pero le seguiré viendo el año que viene".
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La posibilidad de que Valverde asuma el año que viene un trabajo como director deportivo o figura mentora en Movistar es algo que Enric Mas sostiene que podría ser un gran beneficio para el rendimiento del equipo. "Creo que como bloque nos vendría muy bien, por ejemplo, que tuviera la posibilidad de hablar con nosotros desde la radio del coche, porque nos puede transmitir cómo actuar en diferentes circunstancias en carreras como Lieja o las grandes vueltas. Tiene mucha experiencia”.
Más allá de la opción de que Valverde les pueda alentar desde el coche, el ciclista balear mantiene la cautela con respecto a la temporada 2023, pues es consciente de la dificultad que atañe. Menciona que el estilo de las carreras está cambiando, obligando a optar por estrategias más agresivas. "En algunas carreras, a falta de 80 km se ha decidido todo. El ciclismo es diferente al del año pasado. Creo que este formato ha llegado para quedarse y seguirá así en el futuro. Ahora hay que entrenar de manera distinta, porque antes lo habitual era que todo se jugase en la última subida, pero hoy en día el ritmo es muy fuerte desde dos horas y media antes de la llegada."
Enric Mas junto a Tadej Pogačar en Il Lombardía 2022 (Fotografía: Il Lombardia)
Asimismo, señala que esto también significa que el Movistar correrá de forma diferente en 2023, con la esperanza de aprovechar carreras más disputadas y emocionantes. "En la última carrera de la temporada, en Lombardía, asumimos el liderazgo del pelotón y creo que este estilo nos beneficia —asegura Mas—. Me dio más confianza, porque el equipo asumió la responsabilidad de la carrera, tenemos que hacerlo más el año que viene".
En aquella carrera, Mas concluyó en segunda posición, por detrás de Tadej Pogačar, al que hacía tan solo unas semanas había vencido en el Giro dell'Emilia, otra dura clásica italiano del calendario otoñal. "Aquella victoria supuso un impulso personal al comprobar que no es imposible [vencer a Pogačar]. Puede ser la forma de competir en carreras como Lieja, San Sebastián o Lombardía. Siempre he dicho que me encantan y sueño con ganar algún día una de estas clásicas".
Aun así, entre todas las ambiciones y las esperanzas de cara al futuro, el balear reconoce que el Tour de Francia sería su mayor deseo, el más importante: “Es la carrera”, comenta esbozando una sonrisa. Puede que no parta como el gran favorito, pero con su talento, y tras acumular tantos segundos puestos y superar tantos momentos complicados, quizás 2023 sea el año en que el sereno y moderado mallorquín suba a lo más alto del podio.