* Contenido elaborado con la colaboración de Škoda
Grandes eventos ciclistas como el Tour de Francia tienen una vinculación intrínseca con algunos de sus patrocinadores. Forman parte de el paisaje de la carrera. Desde los miles de aficionados vestidos con las camisetas blancas a topos rojos que reparte la cadena de supermercados E.Lecrec, como espónsors del maillot de la montaña, hasta el león de peluche, mascota de la entidad bancaria LCL Credit Lyonnais, que se asocia al maillot amarillo. Del mismo modo, ver los coches verdes de Škoda, patrocinadores del maillot de la regularidad, también forma parte de la paleta de colores del Tour. Y, además, de una forma mucho más profunda de lo que el aficionado suele ver a primera vista.
Desde hace unos años, Škoda acoge varios programa de invitados en carrera para ofrecer la posibilidad a clientes, amigos y aficionados de vivir una etapa del Tour de Francia desde dentro. Si bien en el Tour masculino esta práctica está más que consolidada, este tipo de oferta exclusivas justo empiezan instaurarse en el Tour Femenino, del que este 2023 se celebra su segunda edición. Más allá de su carácter comercial y corporativo, los paquetes para VIPs son una poderosa (y exclusiva) manera de descubrir y promocionar el ciclismo femenino como una actividad deportiva espectacular, interesante e inspiradora. Muchos invitados descubren el ciclismo femenino por primera vez gracias a ello y el impacto que les deja hace que puedan ser prescritores.
Škoda tiene tres programas de invitados: uno para la salidas que permite ver de cerca la presentación de equipos desde la zona para VIPs del Tour. Otro para las llegadas, en la que los invitados pueden acceder a otra zona de VIPs con vistas exclusivas a la línea de meta. Y un tercero mucho más completo: “Ese es el programa en carrera, reservado solo para tres invitados en cada etapa —nos cuenta Océane Arnold-Dupuy, jefa de eventos y patrocinios de Škoda France—. Primero, les damos la bienvenida en la zona del village en la ciudad de salida y luego se suben a un coche que seguirá la carrera cerca del pelotón. Se trata de una experiencia increíble, porque puedes verlo todo desde muy cerca, escuchar Radio Tour, ver a las ciclistas a través de la ventanilla del coche y luego puedes ver la llegada de las ciclistas en la línea de meta”. En total, con los tres paquetes para invitados, Škoda ha acogido quince invitados en cada etapa en este Tour Femenino.
Relacionado – La Mirilla: el Tour de Francia Femenino 2023 con una mirada diferente
Relacionado – Suscríbete a VOLATA, tu revista de cultura ciclista
En cada etapa, se instalaba una zona para invitados y VIPs cerca de la línea de meta (Foto: Getty)
Sin duda, se trata de una aventura que permite empaparte de cómo funciona el ciclismo por dentro y tener una visión muy distinta de la que se puede ver por televisión. Sin embargo, tener invitados en carrera implica añadir más vehículos al convoy general de coches y motos que acompaña cada día al pelotón. En alguna ocasión hemos podido ver que demasiados vehículos y motos pueden tensionar innecesariamente la carrera y crear situaciones complicadas.
Arnold-Dupuy reconoce que hay que buscar siempre el equilibrio y no olvidar que estás en una competición ciclista para que la parte deportiva y comercial puedan convivir: “Creo que como marca no debemos hacer presión para tener más y más coches en carrera. Y creo que desde A.S.O. también son muy conscientes de ello y están tratando de mantener el número de vehículos bajo control —asegura—. Sobre todo para las ciclistas, en este caso. No es bueno cuando hay demasiados coches a tu alrededor. Por eso, desde Škoda solamente usamos coches eléctricos, porque hacen menos ruido y no emiten humos molestos y perjudiciales para las ciclistas”.
Relacionado - El Tourmalet fue el escenario de un cambio generacional en el ciclismo femenino
Relacionado - Lotte Kopecky encarna el significado del maillot verde
Mucho público en la salida de la sexta etapa del Tour de France Femmes avec Zwift (Foto: Charly López / ASO)
Sin embargo, la representante de Škoda defiende este tipo de programas, porque de algún modo va en coherencia con su política de patrocinio. No hay que olvidar el origen de Škoda es en un pequeño taller de fabricación de bicicletas en Mladá Boleslav, al norte de Praga —y donde hoy todavía Skoda tiene su fábrica y sede central—, regentado por Václav Laurin y Václav Klement en 1895. La navidad de aquel año lanzaron su primera bici bajo el nombre de Slavia. Fue a partir de 1925 que ya empezaron con la fabrica de motocicletas y automóviles dando lugar a la marca Škoda.
“Creo que nuestro programa de hospitalidad es importante para promover el ciclismo. A veces, tenemos invitados en el Tour de Francia que luego viene al Tour Femenino, donde pueden disfrutar exactamente de la misma experiencia. Y ahí se dan cuenta de que las chicas también van muy rápido —comenta Arnold-Dupuy—. Creo que esto es muy importante que se pueda mostrar, para que luego esa misma gente pueda decir ‘ok, el ciclismo femenino va en serio’”.
Foto cabecera: Charly López / ASO