En las comarcas de Barcelona existe un amplio abanico de posibilidades para disfrutar de la bicicleta sobre cualquier tipo de terreno para no dejar indiferente a ningún tipo de aficionado. Desde la costa del Maresme, el Garraf o el Baix Llobregat, pasando por las viñas del Penedès y el interior de Osona o el Berguedà, la provincia de Barcelona esconde un potencial ciclista infinito donde el mar y la montaña se juntan en una situación privilegiada. Anímate a descubrir sus secretos mejor guardados a través de estas cinco rutas.
1. Descubriendo el Berguedà más puro por carretera
El potencial ciclista del Berguedà está cada vez más en boca de más gente. La espectacularidad de sus puertos combinado con el atractivo de una zona de naturaleza por descubrir y la tranquilidad de su tráfico la convierten en una zona ideal para practicar al máximo el ciclismo de carretera, reivindicada cada vez por más ciclistas profesionales.
Con esta ruta circular con salida y llegada desde Berga, la capital de la comarca (aunque también puede hacerse desde Guardiola de Berguedà), descubriremos algunos de sus encantos más escondidos en la zona de la Sierra del Catllaràs, un macizo que se ha mantenido relativamente aislado de la explotación humana. Se trata de un territorio de naturaleza virgen con escasa población, donde podremos disfrutar de unas carreteras espectaculares y de unos pueblos que conservan intacto todo su encanto.
Vistas a la comarca desde Guardiola de Berguedà (Foto: Sergi Boixader)
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Es una ruta para la que se requiere una cierta forma física y en la que descubriremos las dos vertientes del Catllaràs. En total, nos saldrán 83 kilómetros con un desnivel positivo acumulado cercano a los 2.000 metros. Saldremos de Berga hacia el norte, cruzando el pantano de La Baells, para seguir por una zona rompepiernas donde cruzaremos pueblos como Vilada –territorio casi familiar para el campeón de La Vuelta, Sepp Kuss— y Borredà. Desde allí nos enfrentaremos a nuestra primera gran dificultad del día, el coll de Batallola, que nos encontraremos poco después de cruzar Sant Jaume de Frontanyà, durante muchos años el pueblo menos poblado de Cataluña.
La bajada del puerto nos llevará hasta La Pobla de Lillet, una de las paradas obligatorias turísticamente hablando de la ruta y dónde Antoni Gaudí proyectó y construyó su único jardín húmedo. Será después de ello que reemprenderemos la marcha dirección al santuario de Falgars para llegar a la subida de la Collada Sobirana, el punto más alto de la ruta, por encima de los 1.200 metros de altitud. La bajada nos llevará por el encantador pueblo de Sant Julià de Cerdanyola hasta el valle, en Guardiola de Berguedà, después de superar innumerables curvas de herradura.
Desde allí nos encaminaremos de vuelta dirección Berga, no sin antes enfrentarnos a nuestro último reto: la subida a Malanyeu. Nos desviaremos de la C-16 para disfrutar de una subida exigente pero preciosa, donde el bosque nos engullirá hasta aparecernos el pueblo presidido por la iglesia de Sant Sadurní. Tras una primera bajada cruzaremos el núcleo de población de La Nou de Berguedà para seguir de vuelta a la ciudad, donde pondremos fin a una ruta 100% Berguedà, territorio que el próximo 2024 será protagonista en el ciclismo de primer nivel mundial con la celebración de una etapa íntegra de la Volta a Catalunya.
Más información en: https://www.barcelonaesmoltmes.cat/es/cicloturismo-carretera#rutacarretera6
2. El interior del Baix Llobregat por el Eix de Ponent Interior
“De Montserrat al mar” sería un buen eslogan de las posibilidades que nos ofrece el territorio de la comarca del Baix Llobregat, desde la magia de una de las montañas más icónicas de Catalunya hasta algunas de las playas más reconocidas del entorno de Barcelona.
Aunque también se puede disfrutar de la tranquilidad de los caminos fluviales, en este caso proponemos descubrir la parte interior de la comarca en una ruta ciclable tanto en gravel como en BTT por el conocido como el Eix de Ponent. Se trata de la ruta de más extensión de la Red de Senderos del Baix Llobregat, un recorrido que se inicia en Montserrat y que puede finalizar tanto en las playas como en los Espacios Naturales del Delta de Llobregat. La ruta comprende entre 80 y 90 kilómetros en sus diferentes variantes, que se bifurcan en el municipio de Corbera de Llobregat para llegar hasta las playas de Castelldefels, Gavà o Viladecans. Será desde ese punto hasta el municipio de Castelldefels donde nos encontraremos con señalización del que se conoce como Eix Ponent Interior.
Cerca del macizo de Montserrat hay una gran variedad de pistas tanto para BTT como para gravel (Foto: Sergi Boixader)
Marcamos como punto de inicio la población de Collbató, bien equipados y preparados para afrontar en su recorrido completo más de 1.400 metros de desnivel. Elevado sobre el valle, la ruta nos hará viajar de norte a sur, contemplando un paisaje excepcional, aunque su perfil montañoso nos requerirá, en algunos tramos, superar pendientes fuertes y zonas rocallosas.
Más tranquila será la primera parte, donde bajaremos hacia Esparreguera, Sant Esteve de Sesrovires y Martorell, probablemente el municipio más importante de la zona norte del Baix Llobregat tras la cual nos adentraremos en el territorio más montañoso. Superada la población de Castellví de Rosanes, el desnivel se incrementará en la subida hasta la Creu d’Aragall, puerto también muy conocido en la zona por carretera. Tras coronarlo, un rápido sube y baja nos llevará a Corbera de Llobregat, y seguiremos cruzando las montañas del Ordal por Vallirana.
Tras un nuevo descenso pronunciado por una de las zonas de mayor densidad forestal de la Serralada Litoral, enfilaremos la subida hacia Begues, otra importante meca del cicloturismo de la zona que nos permite empalmar también por otras zonas conocidas de la sierra del Garraf. Sin embargo, nosotros seguiremos el descenso dirección Gavà, un tramo en el que haremos los últimos senderos hasta llegar a la población, desde donde podremos llegar fácilmente a cualquiera de las playas de Castelldefels o Gavà.
Más información en: https://www.turismebaixllobregat.com/es/senderismo-y-cicloturismo
3. El Maresme, su costa y sus puertos
Aunque conocida principalmente por su extensa franja litoral de más de 50 kilómetros de playas mediterráneas, la comarca del Maresme esconde un bonito equilibrio entre su vida y territorios de costa e interiores. Con esta ruta de carretera, podrás conocer todos los secretos de los conocidos como Puertos del Maresme y disfrutar de núcleos como Calella o Santa Susana, destinos cicloturísticos certificados.
Calella, conocida como la capital turística de la costa del Maresme, es el punto de salida y llegada de esta ruta, donde descubriremos todas las caras de la comarca en un recorrido circular de 101 kilómetros en que superaremos unos 1.100 metros de desnivel positivo.
Empezaremos con unos agradables 40 kilómetros iniciales por la costa, donde cruzaremos poblaciones con encanto como las de Sant Pol de Mar, Canet de Mar, Arenys de Mar y Caldes d’Estrac hasta llegar a la ciudad de Mataró, la capital de la comarca. Allí continuaremos nuestro recorrido paralelo al mar por Vilassar de Mar y Premià de Mar hasta El Masnou, donde nos desviaremos hacia el interior para afrontar la primera subida del día, el Coll de la Font de Cera. Se trata de un puerto de unos 5 kilómetros en el que nos adentraremos en los viñedos de la Denominación de Origen Alella.
Calella, inicio y final de esta ruta, es una ciudad internacional de referencia para el ciclismo y el triatlon (Foto: Pablo Blánquez)
Seguiremos cruzando la cordillera Litoral hacia el interior en dirección al Vallès Oriental por Vallromanes, municipio limítrofe, y haremos unos kilómetros de la carretera BV-5001 por Vilanova del Vallès y la Roca del Vallès, desde donde empezaremos el segundo de nuestros puertos de hoy, el Coll de Sant Bartomeu. Se trata de un puerto corto, que no llega a los 4 kilómetros, pero que nos pondrá a prueba con rampas que en algunos puntos superarán el 10%.
Fácilmente enlazable con otros puertos como la Collada de Parpers, la bajada de esta segunda dificultad nos llevará de vuelta al Maresme por Argentona, desde donde volveremos a retomar la costa por Mataró y enfilaremos nuestro camino de vuelta hacia Calella. Una ruta de relativa dificultad montañosa con la que podremos descubrir todas las caras de la comarca del Maresme, en que la práctica del ciclismo se puede combinar con las posibilidades de disfrutar de su gastronomía y su riqueza cultural.
Más información en: https://www.turismemaresme.cat/es/que-hacer/deportes/rutas-deportivas/32/road-2-ports-del-maresme
4. Pedaleando por Osona y el Lluçanès
Si bien Osona es conocida por la Plana de Vic, la depresión que constituye el núcleo central de la comarca alrededor del río Ter y sus afluentes, esta se encuentra rodeada de montañas. Para descubrir la riqueza de su territorio por carretera, proponemos esta ruta por de 77 kilómetros con algo más de 1.200 metros de desnivel positivo donde disfrutaremos de algunos de los puertos más conocidos de la comarca y visitaremos pueblos con encanto donde conocer sus secretos mejor guardados.
Se trata de una ruta circular con salida y llegada en Gurb, en la parte norte de Vic, la capital de la comarca, desde donde arrancaremos hacia Sant Hipòlit de Voltregà. Allí empezaremos ya con los primeros compases la ascensión a La Trona, uno de los puertos más míticos de la comarca y que ofrece unas espectaculares vistas sobre la Plana de Vic, el Montseny y les Guilleries. Se trata de un puerto tendido pero largo, de algo más de 12 kilómetros, aunque con 2 kilómetros de descanso en su parte central. Con una pendiente media del 3,3%, esta ascensión —que se ha visto tanto en ciclismo profesional como en marchas cicloturistas como la Marxa Jufré Riuprimer, así como como en el mundo de los rallys—, es ideal para disfrutar del cicloturismo por su ciclabilidad y entorno.
La ascención a La Trona desde Sant Hipòlit de Voltregà es un punto muy emblemático de la zona, con curvas ideales para disfrutar de la bici.
Tras una pequeña bajada, llegaremos hasta Sant Boi de Lluçanès, en cuya iglesia podemos encontrar ocho retablos originales que constituyen uno de los tesoros más importantes del arte barroco en Catalunya. Seguiremos en dirección ascendente hasta desviarnos en dirección sur. Allí empezaremos la bajada hacia Perafita, parada obligatoria para degustar la célebre coca de Perafita en el Forn Franquesa, y nos desviaremos hacia Olost para afrontar unos kilómetros de sube y baja por la Torre d’Oristà y Oristà. Ahí la carretera empezará a subir de forma sostenida para afrontar la segunda gran dificultad de nuestra ruta por una carretera muy tranquila en la que superaremos cerca de 8 kilómetros tendidos y, en cuyo descenso, ya nos dirigiremos de vuelta a Vic.
Una ruta ideal para disfrutar de la tranquilidad de las carreteras de Osona, una comarca con parajes únicos en la que acumular desnivel al ritmo de cada uno por su infinidad de caminos entre la plana y sus zonas naturales de alrededor, como en este caso el Lluçanès.
Más información en: https://www.osoning.com/ciclisme/
5. Gravel en estado puro en la Penedès 360º
Pocos territorios encarnan mejor la riqueza de las comarcas de Barcelona que el Penedès y, sin duda, no hay mejor manera para descubrirlo que en bicicleta. Para ello, nos ayudaremos de la Penedès 360º, una propuesta de rutas circulares para sacar el máximo partido de la riqueza de un territorio donde disfrutar del mar, los viñedos, visitar sus numerosas bodegas, los pueblos y su patrimonio, así como de la de la montaña del interior tanto por carretera, montaña o senderos.
En la tercera de las cuatro etapas de la Penedès 360º para gravel nos adentramos en la comarca del Alt Penedès, donde más brilla el entorno natural, con un recorrido de poco más de 60 kilómetros en que toman un protagonismo principal las pistas y carreteras sin apenas tráfico, así como unos pequeños tramos de sendero.
Uno de los atractivos de esta ruta es poder pedalear por pistas y caminos rurales entre viñedos y contemplar la cara sur de la montaña de Montserrat (Foto: Sergi Boixader)
Partimos desde Torrelles de Foix, el punto más alto del recorrido, para ponernos en marcha con unos primeros kilómetros de pistas muy rodadoras y pequeños descensos hasta Guardiola de Font-rubí. Tras una pequeña incursión por carretera, el gran protagonismo de la parte central de la ruta será para los caminos y las pistas por la parte llana del Penedès. Los viñedos y las bodegas serán una constante en el paisaje, y camino del Pla del Penedès nos encontraremos el Miravinya de la Cadira, una silla gigante situada sobre una colina que es uno de los grandes atractivos de la zona para disfrutar de un entorno privilegiado con una vista de 360º.
Seguimos avanzando en dirección este entre carreteras y pistas, en los que cruzaremos pequeños núcleos de población como Can Rossell de la Serra y donde empezaremos a avistar delante nuestro el perfil de la montaña mágica de Montserrat, a la que nos iremos acercando poco a poco. Tras rodar en paralelo a algunos torrentes, cruzaremos el río Anoia y seguiremos rodando por el corazón de la tierra del vino y el cava, como nos mostrará el paso por Espiells y su Escuela de Viticultura y Enología. Sant Joan Samora y su capilla románica nos marcarán el punto más oriental de la ruta, tras lo cual nos dirigiremos en dirección sureste por un GR paralelo al Anoia creado sobre la antigua Via Augusta romana.
Ya nos estaremos encaminando entonces hacia el final de nuestra ruta en Sant Sadurní d’Anoia, considerada como la capital del cava, donde se puede visitar su Centro de Interpretación, el Cava Centre. Serán unos últimos kilómetros entre carreteras y buenos caminos donde tendremos que volver a cruzar el río por unos pilares que pondrán a prueba nuestra agilidad, y acabaremos en terreno ligeramente descendente, ideal para descansar a la llegada y disfrutar de los encantos gastronómicos de la zona.
Más información en: https://www.penedes360.cat/es/rutas/ruta-gravel
Si no has tenido suficiente con esta selección, puedes descubrir más rutas en la página web barcelonaesmoltmes.cat. Tanto si prefieres la carretera como si lo tuyo son los senderos para practicar BTT o gravel, las comarcas de Barcelona están repletas de rincones especiales para disfrutar del ciclismo y la naturaleza, algunos de ellos muy cerca de la ciudad. Solo prepara tu bicicleta y lánzate a la aventura.
Imagen de cabecera: Ricard Calmet