La aparición de la bicicleta en el siglo XIX supuso un gran avance en materia de movilidad, pero también se convirtió en un símbolo en la lucha feminista y la libertad de las mujeres. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX se popularizó entre el colectivo femenino, especialmente entre las sufragistas, como una herramienta que permitía desplazarse sin prohibiciones ni límites.
Fue una auténtica revolución en una época en la que empezaban a fraguarse importantes cambios sociales. Esa situación no agradó a algunos sectores de la sociedad, por lo que los médicos inventaron el concepto de “Bicycle Face” para frenar el uso de la bici entre las mujeres. Se trataba de una enfermedad ficticia que, decían, provocaba la masculinización de los rasgos faciales, problemas de depresión, dificultad para amamantar o, incluso, abortos espontáneos.
Ellas hicieron caso omiso y nunca dejaron de pedalear. Fruto de ello, hoy el ciclismo femenino de competición es la consecuencia de muchas decisiones que han puesto en evidencia el status en el pasado y que han conseguido que hoy sea una realidad que continúa dando pasos agigantados y evolucionando. La recuperación del Tour de Francia femenino en 2022 y la puesta en marcha de la Vuelta a España Femenina en este 2023 son buenos ejemplos.
Aprovechando la primera edición de la ronda española, la marca de automoción Škoda, patrocinador oficial de la carrera, quiso redefinir de manera positiva ese concepto de “Bicycle Face” a apoyando un proyecto fotográfico bajo el mismo nombre.
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A lo largo de los siete días de la Vuelta a España femenina, desde Torrevieja hasta Lagos de Covadonga, las fotógrafas Naike Ereñozaga y Lara Ortiz de Zárate se adentraron en un reto fotográfico para mostrar las diferentes caras que forman parte de la competición a través de los rostros de las ciclistas. Retratos que manifiestan el esfuerzo, la concentración antes de las etapas, el entusiasmo, la satisfacción y un sinfín más de emociones y reacciones.
Desde VOLATA, os ofrecemos una pequeña selección:
La italiana Matilde Vitillo (Bepink) concentrada en la rampa de salida de la contrarreloj de Torrevieja, la primera etapa de la Vuelta femenina.
Usoa Ostolaza (Laboral Kutxa) da las últimas pedaladas durante el calentamiento previo a la contrarreloj por equipos inaugural.
La portuguesa Beatriz Roxo (Cantabria Deporte - Rio Miera) calienta en el rodillo y se prepara mentalmente minutos antes de su debut en la Vuelta femenina.
Liubov Malervein (Soltec Team) aguarda pensativa el inicio de la última etapa camino de Lagos de Covadonga
La ucraniana Maryna Varenyk (Eneicat CMT Team - Seguros Deportivos) exhausta en los metros finales de la histórica ascensión a Lagos de Covadonga.
Marina Garau (Cantabria Deporte - Rio Miera) contempla un mensaje de ánimo instantes antes de tomar la salida en la sexta etapa.
* Puedes encontrar la galería completa y más información sobre el proyecto en www.bicycleface.es