El relato, la planificación y los objetivos de una gran vuelta como la Vuelta a España cambian según la perspectiva del equipo. Muchas intrahistorias confluyen dentro de una misma carrera: la general, las clasificaciones secundarias, los especialistas en cosechar triunfos de etapa, las escapadas, los esprints… También los que pretenden ganarse un protagonismo merecido a base de ser combativos con la esperanza de que un día la suerte, las fuerzas y las circunstancias estén de su lado. Esa es una labor que asumen sin rubor los equipos modestos e invitados —Caja Rural-Seguros RGA y Burgos-BH en esta edición—, conscientes de sus limitaciones, pero orgullosos de su forma de entender el ciclismo.
Uno de los ciclistas que mejor representa ese espíritu por mostrarse, aunque siempre con la mirada puesta en tratar de conseguir la victoria, es el vizcaíno Ander Okamika, del Burgos-BH. En la Vuelta a España 2022 ya fue uno de los grandes protagonistas sumando más de 660 kilómetros en fuga en un total de cinco jornadas, mientras que este 2023 ya ha intentado doblegar al pelotón con una aventura en la cuarta etapa camino de Tarragona, donde fue elegido ciclista más combativo del día. “Viendo mi perfil como corredor, creo que tengo que jugar mis bazas desde las escapadas, porque en el cara a cara con los mejores del mundo es muy difícil”, comentaba a VOLATA en la salida de la quinta etapa en Morella.
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Ander Okamika recibe el premio como ciclista más combativo de la 4ª etapa (Fotografía: Sprint Cycling)
Okamika ha mantenido ese compromiso intacto desde que se convirtió en ciclista profesional en el año 2021. Quizá la disciplina y la experiencia adquirida durante sus años como triatleta fueron una buena base. “Se puede decir que llegué al ciclismo de rebote después de la pandemia”, señalaba entre risas. Y en las tres temporadas que acumula en la élite ciclista se ha convertido en una pieza indispensable para el equipo Burgos-BH, encadenando tres Vueltas a España de forma consecutiva. “Es un mundo mucho más profesionalizado que el triatlón y se cuidan mucho los detalles. Hay que ser minucioso en cualquier aspecto si quieres recuperarte bien y dar lo mejor en veintiún días de competición. Me siento muy afortunado de vivir esta experiencia y lo estoy disfrutando”, destacaba.
En ese proceso de recuperación diario y vuelta a la calma tras las etapas, poder desconectar y charlar con la familia es una vía de escape. Y esa es una rutina que Okamika procura conservar a lo largo de toda la carrera. “Mantengo el contacto día a día con mi círculo más cercano. Ellos también te van viendo por televisión y después de las etapas pues les cuento cómo ha ido. También para que estén tranquilos, ya que al igual ha habido alguna caída y tienen la incertidumbre de si estás bien o no. Al final se trata de transmitirles tranquilidad y las sensaciones que has vivido durante el día”, explicaba.
Fotografía: Sprint Cycling
En cierta manera, esta parte es una arista más de la rueda rutinaria en la que se convierte una gran vuelta para los equipos, los ciclistas, la organización, los periodistas… “Llega un momento en el que los días son muy parecidos: acabar la etapa, ir al hotel, masaje y cenar”, admite Okamika. De esa burbuja arrolladora capaz de absorberlo todo también forman parte las conversaciones entre el staff y los corredores. “Al final del día solemos tomarnos un café descafeinado y comentar entre todos cómo hemos vivido la etapa”. Seguro que el tema del día tras la jornada de Burriana fue la aventura solitaria de Eric Fagúndez.
Y para acabar, una lectura. “Antes de dormir suelo intentar leer unos diez o quince minutos para evadirme por completo y acostarme completamente relajado para descansar”. ¿Alguna preferencia?, le preguntamos: "Ahora mismo estoy leyendo el libro de Agassi, Open. La verdad que me me está gustando y me está pareciendo muy interesante". Ahí queda la recomendación de Ander Okamika para distraerse durante una gran vuelta. Quizás una de las claves para mantener el espíritu combativo.
Imagen de cabecera: Sprint Cycling