Benvenuti al Inferno. Sin rodeos. Así recibe el Monte Zoncolan a todo aquel que se atreva a desafiar sus temidos porcentajes. En el Giro de Italia de 2003 se presentó ante el público este coloso situado en los Alpes Cárnicos, una cordillera enmarcada entre Austria e Italia. Gilberto Simoni fue el encargado de abrir el palmarés de esta cima considerada la más dura de Europa. Una consideración no exenta de debate, ya que L’Angliru —que debutó en la Vuelta de 1999 con victoria de José María Chava Jiménez— presenta una altimetría semejante a la del puerto italiano.
El Monte Zoncolan cuenta con dos vertientes, la de Ovaro —la más dura— y la de Sutrio, que será la que deberán superar los ciclistas en el Giro de Italia de 2021. La localidad de Sutrio, de poco más de 1.300 habitantes, es una de las puerta de entrada a este inferno: trece kilómetros con una pendiente media del 8,9%. Al otro lado, en el valle de Ovaro, arrancan los casi diez kilómetros al 12,1% que un día se tiñeron de color naranja.
Vista general aérea del Monte Zoncolan (imagen: Getty images)
En la 104ª edición del Giro de Italia se cumplen diez años de la victoria de Igor Antón en el venerado Zoncolan. “El triunfo más importante de mi carrera”, ha remarcado el ciclista de Galdakano, Bizkaia, en más de una ocasión. Fue en la decimocuarta etapa del Giro de 2011 con salida en Lienz, Austria.
Aquella jornada comenzó enfrascada en la polémica, ya que la Unión Ciclista Internacional obligó a eliminar el paso por el Monte Crostis. El fallecimiento de Wouter Weylandt en el descenso del Passo del Bocco en la tercera etapa de aquella edición era todavía muy reciente, por lo que a instancias de la UCI, la organización del Giro de Italia tuvo que buscar un recorrido alternativo ante la peligrosidad de su descenso. La etapa llegó a reducirse 44 kilómetros, puesto que la inclusión del Alto del Tualis —como antesala al Zoncolan— también tuvo que ser eliminado, en este caso como consecuencia de un público amenazante con cortar la carretera como protesta por la supresión del Crostis.
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El ambiente enrarecido no evitó que finalmente se pudiera disfrutar de la cuarta llegada del Giro al Monte Zoncolan, tras las de 2003, 2007 y 2010. Igor Anton atacó a más de seis kilómetros de meta, en uno de los numerosos puntos que superan el 17%. Consiguió abrir hueco con Alberto Contador, que vestía la maglia rosa, Michel Scarponi —que a la postre sería el ganador de aquella corsa rosa antes la descalificación del pinteño— y Vincenzo Nibali. El ritmo que impuso el corredor vizcaíno era demasiado exigente, incluso para un Contador que se había mostrado intratable hasta ese momento. Con signos evidentes de fatiga, Anton fue negociando las curvas de herradura previas a alcanzar la estación de esquí de Rovascletto, en la cima del Zoncolan.
Anton atacó a más de 6 km de meta dejando atrás a Alberto Contador y Michele Scarponi (imágen: Tim de Waele / Getty Images)
Una imagen para el recuerdo, con los colores del Euskaltel-Euskadi coronando uno de los colosos más imponentes del ciclismo. La primera victoria para el conjunto vasco en la carrera italiana, seguida de la de Mikel Nieve en Val di Fassa al día siguiente. En Zoncolan, en la región de Friuli, Igor Anton había conseguido sobreponerse al recuerdo de su maillot rojo resquebrajado por la caída que hacía tan solo siete meses le había obligado a abandonar la Vuelta a España camino de Peña Cabarga. Y consiguió teñir el puerto italiano de naranja.
Imagen de cabecera: Tim de Waele / Getty Images