Esta segunda edición del Tour de Francia femenino arranca como un evento totalmente independiente de la prueba masculina, después de que en 2022 el inicio coincidiera con la jornada final en los Campos Elíseos. Este año la etapa inaugural tendrá su sede neurálgica en Clermont-Ferrand, en el corazón de los volcanes de Auvernia. De hecho, la cercanía con esas cocinas volcánicas, especialmente el Puy de Dôme, ha provocado que esta ciudad haya sido testigo de muy pocos finales de etapa del Tour de Francia.
En 2023 acogerá por tercera ocasión una meta de la ronda gala, la primera en la prueba femenina, tras las victorias de Raphaël Géminiani en su ciudad natal en 1951 y la de André Le Dissez en el Circuito de la Charada en 1959. Y lo hará con una etapa que presenta un final ondulado e imprevisible en la batalla por el maillot amarillo, en el que las velocistas no lo tendrán tan sencillo como la edición anterior para estrenar su casillero particular.
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Hora de salida: 12:15h / Hora prevista de llegada: 15:30
Recorrido de la 1ª etapa: Clermont-Ferrand - Clermont-Ferrand (123,8 km)
La primera jornada será predominantemente llana a través del departamento de Puy-de-Dôme, pero con un final abierto en la batalla por el primer maillot amarillo. Los cerca de noventa kilómetros iniciales desde la salida en la Plaza de Jaude, en el corazón de Clermont-Ferrand, tendrán una dinámica plana a través de la extensa campiña y territorio agrícola en las inmediaciones del río Allier. Sin embargo, el terreno modifica su fisonomía en la parte final, a partir del esprint intermedio de Saint-Hippolyte. A medida que las ciclistas regresan a Clermont-Ferrand en los últimos 30 km se adentran en una zona gradualmente más ondulada en la que encadenan varios repechos suaves.
El punto clave de la jornada es la Côte de Durtol (1,7 km al 7,2 %). Esta corta, pero explosiva ascensión, mantiene rampas constantes por encima del 7%, por lo que cuenta con la dureza suficiente para que alguna ciclista busque un ataque que descuelgue a las velocistas puras. Se corona a falta de 9 km de meta y el descenso a través de la pequeña población de Chamalières será rápido, tortuoso y sobre una carretera que serpentea entre las casas. Si alguna integrante del pelotón consigue abrir un pequeño hueco parece complicado que por detrás haya terreno para recuperar la diferencia hasta la línea de meta.
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El pequeño tramo llano en las calles de Clermont-Ferrand conduce hacia una recta de meta de 450 metros que concluye en las puertas de la Universidad de Clermont Auvergne. La versatilidad necesaria en un desenlace tan impredecible sitúa a dos ciclistas como Lorena Wiebes (SD Worx) y Marianne Vos (Jumbo-Visma) como las principales candidatas a la victoria. Ambas superan bien este tipo de cotas, especialmente tras el paso adelante que ha dado Wiebes en este sentido esta temporada. Quizá en un mano a mano, la ciclista del SD Worx es más potente que la veterana corredora del Jumbo-Visma, aunque Vos ya demostró en la pasada edición de la Vuelta a España que sigue en plena forma.
Si la etapa finalmente acaba en un esprint, que se presume desordenado porque la cota romperá la armonía del pelotón, ciclistas como Emma Norgaard (Movistar Team), Charlotte Kool (Team DSM), Elisa Balsamo (Lidl-Trek) o Chiara Consonni (UAE Team ADQ) tendrán su oportunidad de enfundarse el primer maillot amarillo. En el otro extremo, corredoras con un estilo como el de Audrey Cordon-Ragot (Human Powered Health), Silvia Persico (UAE Team ADQ), Ashleigh Moolman-Passo (AG Insurance-Soudal-Quick-Step) o Elise Chabbey (Canyon//SRAM) deberían buscar romper la carrera en la cota para evitar una volata.
Imagen de cabecera: A.S.O.