La primera edición del Tour de France Femmes avec Zwift se celebrará entre el 24 y el 31 de julio de 2022. El recorrido fue presentado el año pasado por Marion Rousse, directora del Tour de Francia femenino, junto con el director del Tour de Francia, Christian Prudhomme. Será un momento de especial relevancia para el ciclismo femenino, ya que el pelotón tendrá, por fin, la oportunidad de competir en un evento de tanto prestigio.
Sin embargo, el Tour de Francia femenino no tiene el mismo recorrido que el masculino. En su lugar, la carrera se desarrollará en ocho etapas y recorrerá 1.033,6 km en total. Aunque en un principio se criticó la duración de la prueba, el consenso general en el pelotón parece ser que se trata de un buen punto de partida, y que el WorldTour femenino aún no cuenta con el personal o los efectivos necesarios para formar equipos para una prueba de tres semanas.
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Una carrera más corta también podría dar lugar a carreras más emocionantes, explosivas y con más garra. Los organizadores han creado un recorrido variado que incluye dos etapas de montaña, dos etapas de media montaña y cuatro etapas llanas, aunque con diferentes alicientes como pequeñas cotas o sectores de grava. Es de esperar que corredoras como Annemiek van Vlueten, Cecilie Uttrup Ludwig, Marta Cavalli y Mavi García tengan como objetivo la clasificación general, mientras que corredoras como Lorena Wiebes, Marta Bastianelli, Elisa Balsamo o Marianne Voss tendrán sus miras puestas en las etapas más llanas. Sea cual sea el resultado, el evento va a ser un momento crucial en el deporte.
Recorrido
Etapa 1 | Tour Eiffel - Champs-Élysées | 82 km (24/07)
A diferencia de la marcada tradición del Tour de Francia masculino, la edición femenina comienza en París con una etapa corta, de 82 kilómetros, pero muy intensa. Después de salir de la Torre Eiffel, la jornada cuenta con doce vueltas al icónico circuito de los Campos Elíseos, incluyendo el primer esprint para el maillot montaña tras completar los primeros 62 km.
Las velocistas son las que más posibilidades tienen de ganar el primer maillot amarillo, por lo que será importante que los equipos deben asegurarse de mantener su bloque sólido para controlar cualquier movimiento y preparar la llegada. Para las corredoras de la general, esta jornada consistirá en evitar cualquier caída en un día que probablemente será nervioso y agitado, teniendo en cuenta lo mucho que está en juego.
Etapa 2 | Meaux - Provins | 135 km (25/07)
La segunda etapa entre Meaux y Provins ya alcanza el kilometraje habitual en esta ronda gala, con 135 km. La Côte de Tigeaux, en los primeros 15 km, significa que podríamos ver un comienzo de carrera interesante, ya que gran parte del pelotón tendría como objetivo hacerse con el maillot de lunares. A partir de ese punto, la jornada es muy asequible hasta la línea de meta, que se caracteriza por un falso llano de 600 m al 4,5%. De esta forma, aquellas ciclistas más explosivas podrían tener cierta ventaja antes las velocistas puras. Por lo que respecta a la general, de nuevo una etapa tranquila con la idea de superarla sin mayores percances.
Etapa 3 | Reims - Épernay | 133 km (26/07)
La tercera etapa es la más exigente en el primer tercio de carrera, con cinco subidas categorizadas. El Mont Bernon (1 km al 4,6%) podría ser el punto decisivo del día, ya que proporciona un punto adecuado para lanzar un ataque entre las ciclistas ‘puncheurs’ a falta de tan solo 5 kilómetros. Sin embargo, hasta llegar a esa zona las corredoras tendrán que afrontar un terreno que acumula bastante dureza. La Côte de Mutigny, que se sitúa a poco más de 15 km, alcanza porcentajes superiores al 12% en sus 900 metros de longitud.
Las tres subidas anteriores podrían ser un buen terreno para que una escapada sea capaz de mantenerse alejada del pelotón y, por qué no, soñar con el triunfo de etapa. Esta tercera jornada emula la tercera etapa del Tour de Francia masculino en 2019, donde Julian Alaphilippe ganó en solitario para enfundarse el primer maillot amarillo de su carrera.
Etapa 4 | Troyes - Bar-sur-Aube | 126 km (27/07)
Seis ascensiones y cuatro tramos de grava. Todo ello acumulado en los últimos 60 kilómetros. Esta etapa, al estilo de la Strade Bianche, es una de las más duras de toda la carrera, no por los desniveles, sino por el alto riesgo que conlleva el imprevisible terreno por el que transcurre. El posicionamiento será crucial y el buen manejo de la bicicleta también será un factor importante.
Los pinchazos y las caídas podrían arruinar las posibilidades de algunas aspirantes a la general, y podemos esperar que gente como Lotte Kopecky —ganadora de la Strade Bianche en 2022— salga a la palestra en esta etapa, en busca de la victoria. Los equipos tendrán que pensar estratégicamente en proteger a sus corredoras en la lucha por el maillot amarillo al tiempo que permiten a otras buscar la victoria con total libertad.
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Etapa 5 | Bar-le-Duc - Saint-Dié-des-Vosges | 175 km (28/07)
Se trata de la jornada más larga del Tour de Francia femenino, con diferencia. En total, 175 kilómetros sobre un terreno, en teoría, cómodo. Las ciclistas deberán afrontar tres ascensiones cortas y no muy exigentes, por lo que todo hace indicar que veremos una nueva llegada masiva en Saint-Dié-Des-Vosges. El aspecto más difícil del día será, probablemente, su longitud.
Etapa 6 | Saint-Dié-des-Vosges - Rosheim | 128 km (29/07)
De nuevo, el terreno sinuoso volverá a ser protagonista en la sexta etapa. Con la acumulación de colinas, la jornada ofrece una gran oportunidad para que las ‘puncheurs’ tengan éxito. Se presume como un día que comenzará muy intenso con la primera cota situada cerca de la salida. La segunda y la tercera subida presentan porcentajes más elevados y eso podría generar algún corte en el pelotón antes de afrontar la Côte de Boersch. Esta última ascensión tiene lugar a falta de 9 km y tiene una media del 6,1% en 1,3 km. Si alguna de las ciclistas rápidas supera esta prueba en el grupo de cabeza, tendrá una gran oportunidad de ganar en Rosheim, aunque también podría ser un día para la escapada.
Etapa 7 | Selestat - Le Markstein | 127 km (30/07)
Las primeras montañas aguardan en la séptima etapa tras un Tour de Francia femenino cargado de pequeños obstáculos. El recorrido por tres de las subidas más exigentes de Alsacia comienzan con el Petit Ballon, que tiene una media del 8,1% en 9,3 km. Este tipo de ascensiones es el territorio preferido de Annemiek van Vleuten, que llega a la carrera como favorita para ganar la general.
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Después de un breve descenso, sigue el Col du Platzerwasel (7,1 km al 8,3%), que ofrece muy poco tiempo de recuperación a las corredoras y podemos esperar que las diferencias de tiempo de la subida anterior sean aún mayores en la cima de este encadenado. La última subida de la etapa es el Grand Ballon, donde veremos a las principales escaladoras dar un paso al frente. Con algo más de 13,5 kilómetros, y una media cercana al 7%, es una subida larga que va a ser una prueba de resistencia para las ciclistas antes de coronar a falta de ocho kilómetros para la línea de meta.
Etapa 8 | Lure - La Super Planche des Belles Filles | 123 km (31/07)
La última etapa juega un papel esencial para decidir la clasificación general. El Ballon d'Alsace (8,7 km al 6,9%) será el punto ideal para que se produzcan los primeros ataques. Sin embargo, el largo tramo de transición y la dureza extrema de La Super Planches des Belles Filles, con una media 8,7% en sus 7 km de longitud, será la encargada de dictaminar quién consigue llevarse la victoria en el Tour de Francia femenino inaugural. Las pendientes superan el 20%, y la rampa final sobre grava hasta la línea de meta roza el 24%. En la edición masculina de este 2022 vimos el primer duelo entre Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard y como Lennard Kämna rozó el triunfo por escasos metros.
La naturaleza del recorrido, en el que las dos etapas reina tienen lugar en los dos últimos días, significa que no sabremos con certeza la ganador hasta que las corredoras crucen la línea de meta en la última etapa. Esto también podría fomentar los ataques de "todo o nada" en el último par de jornadas.
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