En el ciclismo suele decirse que hasta que no se cruza la línea de meta no hay que confiarse. Ricarda Bauernfeind ha llevado esta premisa hasta las últimas consecuencias hoy en la quinta etapa del Tour Femenino, porque cuando ha entrado en primer lugar como vencedora no ha ni levantado los brazos para celebrarlo. “Solo quería llegar a meta y no estaba del todo segura que podría conseguirlo, por eso ni he celebrado la victoria”, asegura la alemana del Canyon//Sram todavía sin creerse lo que acababa de suceder: que está en el Tour de Francia, que ha ganado una etapa y que delante tiene un montón de periodistas haciéndole preguntas sobre cómo se siente, sobre qué pensaba cuando iba escapada... Además, se ha convertido en la ciclista más joven en ganar una etapa en la ronda francesa con veintitrés años. “¿Ah, sí?, no sabía”, dice mientras se encoge de hombros e intenta responder a todo con cierta timidez. “El año pasado veía las fotos del Tour y ahora el hecho de estar aquí es algo muy especial”.
Con esta etapa, Bauernfeind ha liberado al Canyon//Sram, que siempre ha destacado por su ambición atacante, pero suele tener dificultades para rematar. “Llevábamos esperando esta victoria todo el año, así que esto es fantástico”, asegura con mucha emoción. Hasta su director deportivo, Magnus Backstedt, se mostraba muy sobrepasado por lo conseguido en un día en el que de nuevo ha habido varios intentos de fuga en el escarpado terreno de Occitania. El suyo, a falta de 30 km, fue el bueno. Llegó a tener 1’30’’ de diferencia, que fue bajando paulatinamente hasta que Bauernfeind se plantó con 37” de ventaja en los últimos 5 kilómetros que supo mantener hasta el final.
Fue casi una repetición de la película de la etapa de ayer, en la que una corredora fugada le ganó la partida al pelotón, algo que hubiera sido impensable en el Tour del 2022. La alemana apunta una posible explicación: “Quizás es porque los equipos que luchan por la general están pensando en la etapa del Tourmalet y no quieren gastar demasiadas energías en este tipo de etapas”.
Esa puede ser una razón, otra puede ser la falta de entendimiento entre los equipos principales. Solo Marlene Reusser (SD Worx) y Liane Lippert (Movistar) saltaron del grupo en la parte final, pero sin demasiada ambición. “De hecho, no pensaba en la victoria hoy —asegura Lippert—. Vi que saltaba Marlene y salí a por ella para evitar que Vollering cogiera ningún segundo de bonificación. Pero la verdad es que estoy muy contenta con la victoria de Ricarda. La conozco muy bien y se lo merece. Lo he dicho en alguna otra ocasión, creo que puede ser una sorpresa para la general y, como se ha visto ahora, para las etapas. También es algo muy importante para el ciclismo femenino alemán”.
Seguiremos de cerca ha esta corredora que ha tenido compitió en el mundo del ciclismo virtual antes de hacer el salto al World Tour: “Durante un tiempo dejé el ciclismo porque quería estudiar magisterio y con la pandemia hice un montón de Zwift, así que pude mantenerme en forma. Entonces empecé a competir en e-sports pero lo dejé cuando vi que necesitaba otros retos, así que cuando me llegó la oportunidad del Canyon//Sram lo vi como una oportunidad para aprender, sin presión —explica esta alemana nacida en Ingolstadt—. Sí, sobre todo, aprender a rodar en pelotón, porque el salto entre las pruebas locales y las internacionales en muy grande”.
Mientras descubríamos esta nueva estrella del ciclismo, los jueces del Tour confirmaron que Demi Vollering fue penalizada con 20’’ en la general por hacer trascoche para incorporarse al pelotón tras un pinchazo. Ahora es 7ª a +1’03’’, lo que pone aún más emocionante la general.
Imagen de cabecera: Thomas Maheux / A.S.O.