El Tour de Francia transita hacia el Macizo Central con una jornada que deja los primeros destellos del escarpado territorio característico en parte del centro de Francia. La etapa concluye en Limoges, ciudad conocida por su tejido empresarial de la porcelana, que acoge por decimocuarta ocasión una meta de la ronda gala. Desde su estreno en 1951, en sus calles han conseguido la victoria ciclistas ilustres como Jean Stablinski, Eddy Merckx, Jan Raas, Gianni Bugno o Marcel Kittel. El alemán fue, precisamente, el último en conseguirlo en 2016 y, además, el único que lo ha hecho en un esprint. Históricamente, Limoges es territorio de escapadas y esta octava jornada permite pensar en los ciclistas más versátiles como los principales candidatos al triunfo parcial.
Hora de salida: 12:30h / Hora prevista de llegada: 17:15h
Recorrido de la 8ª etapa: Libourne - Limoges (200,7 km)
La octava jornada del Tour de Francia 2023 será la segunda más larga de esta edición tras la etapa de San Sebastián, y la última que supera los 200 km de longitud. En su recorrido presenta dos fases completamente diferenciadas. Por un lado, los primeros 125 kilómetros cuentan una tendencia predominantemente llana, mientras que la distancia restante hasta Limoges se adentra en un terreno mucho más sinuoso y plagado de pequeños repechos. La Côte de Champs-Romain (2,8 km al 5,2%) marca el inicio de este interesante tramo a través del Parque Natural Regional de Périgord-Limousin que se mantiene hasta la línea de meta y podría generar varias alternativas en la lucha por la victoria de etapa.
El terreno será un constante sube y baja, con pequeñas ascensiones no categorizadas que formarán un conjunto de toboganes a lo largo de más de 50 kilómetros. Será la antesala de una intensa parte final en la que se incluyen las cotas de Masmont (1,3 km al 5,5%) y Condat-sur-Vienne (1,2 km al 5,4%). Ninguna de ellas tiene porcentajes explosivos, si no que son rampas estables que podrían permitir a los velocistas superarlas con mayor facilidad. También puedes ver el segmento en Strava
Sin embargo, su corta distancia a meta supone un incentivo para que algún equipo aumente el ritmo y trate de descolgar a los esprinters puros; también para que haya algún ataque con la intención de sorprender. El kilómetro final sobre las calles de Limoges no será el típico de una volata, sino que mantiene una tendencia ascendente en torno al 4,5%, por lo que en caso de que el pelotón llegue compacto disminuye las opciones de los velocistas y amplifica la de los corredores más versátiles.
Favoritos
La incertidumbre en jornadas de este estilo, con tantas variables, es mayor, pero si hubiera que apostar por dos nombres viendo únicamente el perfil, lo más probable es que aparezcan los de Wout van Aert (Jumbo Visma) y Mads Pedersen (Lidl-Trek). El terreno es perfecto para sus características, con la posibilidad de cortar a sus máximos rivales en el esprint y con una llegada que pica para arriba que, precisamente, es donde sacan mayor partido a su velocidad. Aun así, Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck) y Caleb Ewan (Lotto-Dstny) también se caracterizan por superar pequeñas cotas. Todo dependerá de la explosividad y la intención del pelotón.
Fotografía: A.S.O.
Aunque falta un punto más de dureza, la fuga también tiene su oportunidad para poner en un aprieto al pelotón y jugar sus opciones en la parte final. Si se marcha un grupo relativamente numeroso con ciclistas potentes sus posibilidades se multiplican. En esta situación, ciclistas como Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck), Remi Cavagna (Soudal-Quick Step), Magnus Cort Nielsen (EF Education-Easy Post), Fred Wright (Bahrain-Victorious), Quinn Simmons (Lidl-Trek) o Biniam Girmay (Intermarché-Circus-Wanty), que también podría esperar al esprint, son algunos de los corredores que podrían imponerse desde una hipotética escapada.
Imagen de cabecera: ASO/B.McBeard