La tan esperada etapa de los adoquines del Tour de Francia ha ofrecido todo el dramatismo y la emoción que se esperaba, y quizás algo más.
Con 11 sectores de pavé en la segunda mitad de la carrera, la suerte y la buena colocación serían claves. Es una de esas etapas en las que suele decir que el Tour no se gana, pero se puede perder. Todos los favoritos tuvieron algún percance en algún momento. Peter Sagan y Wout Van Aert tuvieron caídas al principio. Mathieu van der Poel sufrió un pinchazo en la parte final, mientras que aspirantes a la clasificación general como Primož Roglič y Jonas Vingegaard tuvieron problemas en un día algo negro para el equipo Jumbo- Visma.
Quién pasó la jornada sin demasiados problemas fue Tadej Pogačar. El bicampeón defensor del título simplemente pilotó de forma impecable. Ya cerca de la cabeza en el primer tramo de adoquines, se le pudo ver con su distintivo maillot blanco de mejor joven a la cabeza del pelotón durante toda la jornada.
Y finalmente, en los últimos kilómetros, se descolgó de la cabeza junto con el belga Jasper Stuyven y llegó a conseguir una ventaja de 13 segundos sobre el pelotón principal de favoritos.
Por su parte, el australiano Simon Clarke rodó de forma brillante durante toda la jornada, entrando en la primera escapada y superando en la línea de meta al holandés Taco van der Hoorn, especialista en fugas, por apenas unos milímetros. No está mal para un corredor que estaba sin equipo al principio de la temporada y para el que una victoria así recompensa todas la dificultadas pasadas.
He aquí una selección de las mejores imágenes de un día para recordar en el Tour de Francia:
Foto cabecera: Charly López / ASO