El reducido pelotón que llegaba compacto a Córdoba después de una rapidísima decimosegunda etapa de la Vuelta a España cruzaba este jueves la pancarta del último kilómetro y un solo corredor rodaba unos metros por delante del grupo: Jay Vine, un ciclista prácticamente desconocido del equipo Alpecin-Fenix resistía después haberse escapado en las duras rampas del último puerto. Por supuesto, la explosión del esprint le acabaría absorbiendo, pero su demostración suponía un paso más en una trayectoria totalmente excepcional.
Seguramente pocos se podrían imaginar al ver al australiano superar rampas del 16% junto a tres experimentados escaladores como Romain Bardet, Giulio Ciccone y Sergio Henao que se trata de un ciclista que hace menos de un año estaba participando en competiciones virtuales. Y es que Jay Vine (16 de noviembre de 1995, Townsville, Australia) se trata del primer corredor en acceder al pelotón profesional masculino con el programa Zwift Academy.
La competición auspiciada por la reconocida app de ciclismo indoor en el pasado 2020 llevaba consigo por primera vez el premio de una oportunidad profesional con Alpecin-Fenix, después de años de estar ligado al pelotón femenino a través del equipo Canyon-SRAM Racing. Este es el caso de Vine, que está quemando etapas con una rapidez impresionante.
THIS. This is is just awesome. Absolutely made my day #getwreckedjay #LaVuelta21 @AlpecinFenix pic.twitter.com/jE7OVVv5Pp
— Jay_Vine (@JayVine3) August 25, 2021
Un escalador con proyección
"Estoy disfrutando cada día. Ayer llegué a la meta después de una etapa súper intensa, con mucha lucha por la fuga en la primera mitad, y estaba realmente eufórico. Estoy sorprendedo de tener esta sensación después de diez días de competición", explicaba Vine en una de las charlas que regularmente está teniendo en Instagram con el comunicador Matt Stephens durante su debut en la Vuelta a España. Sorprende saber que su participación en la gran vuelta española es solamente su cuarta carrera en Europa, y delante de los mejores ciclistas del mundo no está tardando en demostrar un potencial que Vine llevaba un tiempo queriendo demostrar.
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Después de algunos problemas de visados, Jay Vine llegó a Europa en el mes de marzo en busca de empezar su sueño de convertirse en ciclista profesional. Los resultados no se hicieron esperar: a finales de abril lograba el segundo puesto en el Tour de Turquía, su primera carrera con Alpecin-Fenix. Una caída en la Vuelta a Andalucía le llevaba al hospital en mayo, pero posteriormente ya fue quinto en la etapa reina de la Vuelta a Burgos en las conocidas Las Lagunas de Neila tras cuatro importantes nombres como Hugh Carthy, Einer Rubio, Simon Yates y Egan Bernal. Y en lo que resta de vuelta, si la falta de experiencia en la recuperación en las tres semanas no le pasa factura, puede seguir demostrando su potencial escalador.
Jay Vine rozó el triunfo en su primera carrera profesional en Europa, el Tour de Turquía (Fotografía: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images)
Las oportunidades en Australia
A Vine, que en sus primeros en bicicleta compitió sobre todo en MTB, la pandemia le llegó en un momento en el que había decidido apostar el todo o nada para ser ciclista profesional tras un año de buenos resultados a nivel australiano en las National Road Series. Después de años sin abandonar el mundo laboral, su apuesta empezó a ver sus resultados con un 5º puesto en el Herald Sun Tour 2020, que se llevó el corredor World Tour Jai Hindley, corriendo con el equipo Nero Continental. Un escaparate importante que sin embargo se vio rápidamente truncado por la ausencia de competiciones.
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"Sabía que mis números eran buenos, pero que la edad y la falta de experiencia podían ser un factor que me jugara en contra", rememora ahora el autraliano, cuyas opciones de encontrar un equipo de alto nivel sin las competiciones virtuales serían una auténtica incógnita. "Los equipos europeos no suelen estar interesados en corredores australianos si no es que son estrellas de 17 años o ya consolidados. Para mí, el Zwift Academy fue una gran oportunidad porque mi escenario era bastante incierto", explicaba antes de la Vuelta en una entrevista al Diario AS.
Las carreras virtuales han acabado siendo el trampolín del australiano al mundo del ciclismo profesional (Créditos fotografía: Zwift)
Ante la falta de competiciones pero sabiendo que estaba en camino ascendiente gracias a su apuesta por el ciclismo, Vine lo apostó todo a las competiciones virtuales para hacerse notar delante de posibles equipos. Zwift Academy le dio el billete para Alpecin-Fenix y, cuando supo del cierto de su paso, no pudo evitar acordarse de los "18 meses de trabajo y de apoyo con mis entrenos" de su pareja Bre, con quien se ha mudado desde Canberra a Girona, en una nueva vida que puede ser bastante larga a juzgar por sus primeros resultados. "Es difícil de justificar no buscar trabajo cuando no hay ni siquiera carrera", bromeaba, pero las horas el rodillo sirvieron de escaparate que le han convertido los vatios en un nuevo camino laboral de éxito.
Fotografía de portada: Alpecin-Fenix Cycling Team