Tras siete temporadas en la estructura del conjunto Jumbo-Visma, el neozelandés George Bennett cambia su segunda piel y vestirá las dos próximas campañas los característicos colores rojo, blanco y negro del UAE Team Emirates. Aunque intentó ser un ciclista importante en las vueltas por etapas, con varios puestos de honor en el Giro d'Italia y la Vuelta a España, Bennett se transformó en un gregario fiable en montaña para Primož Roglič. Además, también canalizó sus capacidades y trató de ser un corredor más resolutivo, consiguiendo la victoria en el Gran Piamonte y la segunda posición en Il Lombardía en 2020.
Este 2022 ha sido una de las ocho incorporaciones que ha completado el equipo emiratí, junto a corredores como Marc Soler, del Movistar Team, y Joao Almeida, del Quick-Step Alpha Vinyl. Sin duda, estos fichajes han reforzado la plantilla del UAE Emirates, especialmente en una profundidad y una versatilidad de la que antes carecía.
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Esa situación está favorecida, en gran medida, por la capacidad económica del equipo, con un presupuesto de 35 millones de euros. De hecho, tan solo INEOS-Grenadiers con 50 millones supera esa cifra. A pesar de ello, George Bennett comenta que buscaba un cambio de aires para seguir exprimiendo todo su potencial.
Actualmente te encuentras en Nueva Zelanda, ¿cuánto tiempo has podido trabajar con tu nuevo equipo?
Estuve una semana con ellos en los Emiratos Árabes Unidos, pero eso fue todo. Además, incluyó muy poco trabajo específico en bicicleta; fueron más bien labores administrativas y ese tipo de cosas. Ahora estoy trabajando con un nuevo entrenador, John Wakefield, que tiene su sede en Girona y me viene muy bien, porque es donde vivo habitualmente durante la temporada. Estos meses nos hemos estado poniendo al día a través de reuniones telemáticas para pautar el proceso de entrenamiento.
¿Qué importancia tiene la relación entre el ciclista y el entrenador?
Enorme. Por eso cambiar de entrenador es un momento importante por tener que volver a adaptarte. John tiene una manera totalmente nueva de enfocar las cosas y es algo que me motiva. En Jumbo-Visma, el estilo fue variando con el paso de los años hacia entrenamientos con un volumen muy alto. Se enfocaba de una manera general; en otras palabras, como funcionó en Primož [Roglič] y funcionó en Wout [van Aert], pensaron que sería el óptimo para todos.
George Bennett durante el Tour de Gran Bretaña 2021 / Fotografía: SWPix
Entiendo que ese método ha cambiado con tu nuevo entrenador.
Completamente, ya que por el momento ha sido un trabajo mucho más específico. Me han hecho dos pruebas en los laboratorios de ciencias del deporte de Girona y me han analizado a fondo. Y no solo el VO2máx. En Jumbo me sometí a numerosas pruebas de VO2 y tenía valores que rondaban los 90. Pero, en mi opinión, el VO2 está sobrevalorado, ya que hay un gran desajuste entre esas estimaciones y el posterior rendimiento del ciclista.
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En el caso de las pruebas del conjunto UAE puedo observar cuál es el momento en el que mi capacidad física cae en picado. No importa cuál sea tu valor de VO2 máximo, es la forma en la que llegas a la última subida; todo es cuestión de repetibilidad y eficiencia. En definitiva, indagando en mi archivo de entrenamiento, podemos ver cuántos miles de kilojulios muevo antes de que se produzca la caída de rendimiento y también tienen en cuenta mis lecturas de fuerza del par motor.
¿Cómo se ha manifestado esta metodología en la carga de entrenamiento?
Hasta ahora hay dos diferencias claras: menos horas y mayor intensidad. En este momento de la temporada podría estar haciendo semanas que llegaban a las treinta horas de entrenamiento, pero ahora ni siquiera me acerco. La semana pasada hice diecisiete horas y la anterior rondé las veinte. Sin embargo, entre John y yo todavía estamos concretando mi carga óptima de trabajo y eso nos llevará un poco más de tiempo.
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Aún así, aumentar la intensidad de los entrenamientos tiene sentido, no hay más que fijarse en las carreras de hoy en día y ver cómo han cambiado. La sensación es que la potencia media aumenta de forma exponencial cada temporada. El último paso será entender cómo este trabajo se traduce o se desarrolla en las competiciones y las carreras. Estoy disfrutando del cambio, pero esto no quiere decir que no lo haya hecho durante mi etapa en el Jumbo-Visma con mi anterior entrenador [Mathieu Hejboer]. Trabajé con él durante siete años y me ayudó a mejorar, pero quería probar cosas nuevas.
¿Cómo son las rutas en Nueva Zelanda?
En estos momentos me encuentro en Nelson, una ciudad de la zona norte de la Isla del Sur. Tenemos una subida larga de aproximadamente treinta minutos y un par más cortas. El problema es la logística para unirlas, ya que la subida larga está a una hora y media de distancia. Por lo tanto, suelo conducir durante una parte del trayecto. En Nueva Zelanda, los recorridos largos superiores a las seis horas se vuelven algo más tediosos, porque no hay tantos ramales de carretera como en Girona y Andorra. Siempre espero impaciente volver a disfrutar de la bicicleta en aquella zona. Son aventuras.
Fotografía: Benedict Campbell
¿Lo compaginas con algún entrenamiento en interior?
No, gracias. Es cierto que me vi obligado a hacerlo brevemente cuando llegué a Nueva Zelanda y estuve aislado, pero no es algo que me apasione. Si te soy sincero, casi lanzo el aparato por la ventana. Intento evitar el entrenamiento en el interior siempre que sea posible.
¿Y el trabajo en el gimnasio?
Ahora sí que lo incluyo en mi rutina. He pasado de no ir al gimnasio a hacerlo dos o tres veces por semana. De hecho, durante el inicio de la pretemporada estuve yendo prácticamente todos los días. En especial, el objetivo es aumentar el tamaño y la fuerza de las piernas, aunque todavía no he conseguido añadir mucha masa muscular. Sospecho que mi cuerpo no tiene esas propiedades. A pesar de ello, intento construir músculo mientras voy reduciendo la grasa acumulada durante el periodo de descanso posterior a la temporada. Ahora se aproxima mi primera carrera del año, el UAE Tour [20-26 de febrero], y en la preparación no es tan necesario el entrenamiento en gimnasio.
En tu página web pone que pesas 58 kg. ¿Cambia mucho a medida que avanza la temporada?
Fluctúa mucho a lo largo del año y depende del momento. Cuando volví a subirme a la bicicleta después del parón pesaba cinco kilos más, en gran parte por beber cerveza con mis amigos y descuidar la alimentación. Pero la clave para perder ese peso y recuperar tu estado óptimo es ir poco a poco. No hay que hacer una dieta drástica y bajar de forma inmediata.
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Nuestro nutricionista, Gorka [Prieto-Bellver], ha hecho un trabajo increíble ayudándome a ordenar mi plan nutricional. De hecho, el peso de más ha estado dentro de los parámetros de la normalidad. Desde que volví a Nueva Zelanda, he disfrutado del tiempo con mis amigos y mi familia, pasando las navidades y hasta hemos celebrado tres bodas… Han pasado muchas cosas. Soy consciente que en algún momento he excedido los límites, pero ¿pesar cada comida? No saldría de casa. Esas situaciones las reservo para cuando me prepare el Tour o en una concentración en altura.
George Bennett en la CRI de los Juegos Olímpicos de Toyko 2020 / Fotografía: Alex Broadway - SWpix
Un nuevo equipo significa un nuevo equipamiento y ahora montas una bicicleta Colnago. ¿Cómo ha sido el proceso de aclimatación?
La verdad es que ha sido un reto, porque en Jumbo-Visma simplemente pasamos de Bianchi a Cervelo. Sin embargo, aquí tengo nuevos pedales, nuevas zapatillas, nuevo sillín, nuevo grupo, nuevo cuadro, nuevo manillar... Todo es diferente. Por eso es importante lanzarse a entrenar durante un tiempo determinado para detectar las posibles incomodidades y luego pensar en ajustar esto, aquello y lo otro. Por suerte, no soy como algunos tipos que conozco en el pelotón que son neuróticos con el tema de la posición. Cambian los reglajes constantemente: un milímetro aquí, un milímetro allá… Incluso van a las carreras con sus propias llaves Allen en el bolsillo.
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El hecho de que John [Wakefield, su entrenador] sea un montador de bicicletas cualificado ayuda y me transmite confianza. Pasé mucho tiempo en el laboratorio junto a él haciendo el mapeo del sillín, asegurándome de que todo estaba correcto, aunque principalmente nos centramos en la bicicleta de contrarreloj. Tuvimos, y seguimos teniendo, una verdadera batalla con la altura del sillín y varios aspectos más, aunque yo creo que poco a poco lo estamos consiguiendo. Más adelante, estudiaremos la posibilidad de personalizar los manillares e introducir algunas otras tecnologías interesantes para la contrarreloj.
¿Y la adaptación a los componentes Campagnolo?
Me ha llevado un poco más de tiempo acostumbrarme a Campagnolo, porque durante la mayor parte de mi carrera he montado Shimano. Tenía perfectamente dominado mi Di2 si sufría algún percance, incluso podía arreglarlo con bastante facilidad. Ahora estoy aprendiendo a poner a punto mi Super Record y eso me lleva algo más de tiempo si sufro una avería en una carretera perdida en Nueva Zelanda. Aun así, montar una Colnago equipada con Campagnolo es una sensación muy gratificante.
Fotografía: Benedict Campbell
¿Cuáles son tus planes de cara a la temporada 2022?
Después del UAE Tour, vuelvo a casa, a Andorra, durante tres semanas antes de la Volta a Catalunya [21-27 de marzo] y luego casi directamente a la Vuelta al País Vasco [3-8 de abril]. A partir de ahí, afrontaré por primera vez las clásicas de las Ardenas y eso es algo que me hace mucha ilusión, siempre me han gustado ese tipo de carreras. Este sería el calendario previsto durante el primer tercio; y posteriormente está el Critérium du Dauphiné [5-12 de junio] como antesala de lo que espero que sea mi participación en el Tour de Francia [1-24 de julio]. Es complicado cerrar el calendario tan a largo plazo, pero en principio estos serían mis objetivos y, por supuesto, con un final de año que se presenta con cosas interesantes.
Para finalizar, has dejado a Roglič para unirte a Pogačar. ¿Cómo se comparan los dos?
Todavía no he corrido junto a Tadej, pero he corrido muchas veces contra él. Estoy deseando no tener que perseguirlo. Estará en el UAE Tour, así que podré conocerlo mejor en una carrera que es importante para el equipo. Es un privilegio poder alternar entre los dos mejores corredores del mundo en cuanto a las clasificaciones generales. Eso sí, la diferencia entre ellos suele ser la solidez de los gregarios que les acompañan y en esa faceta yo juego un papel importante. Diría que Jumbo-Visma es algo más débil ahora y UAE un poco más fuerte. Utilizando mi vertiente como aficionado al ciclismo, estoy deseando ver la batalla a largo de la temporada por objetivos muy ambiciosos.
Imagen de cabecera: Benedict Campbell